Por: Ramon de la Peña Manrique
Hace tiempo escuché una charla en la que se explicaba la necesidad de tener una reforma educativa trascendente usando como ejemplo lo que se tiene que hacer en un rancho cuando su tierra ha sido degradada por malos usos del agricultor.
Este mensaje me hizo pensar en un tiempo pasado, en un rancho en Navidad, Galeana, en el cual, entre otras cosas, cosechaban papas que después se vendían en Saltillo y Monterrey.
El sostenimiento y nivel de vida ahí dependían de la cantidad y de la calidad de las papas que se producían -así como el nivel económico y social de nuestro País depende del nivel educativo que tenemos los mexicanos.
La charla me hizo reflexionar sobre qué hubiera pasado si la calidad y cantidad de papas hubiesen disminuido significativamente, si uno de los factores clave hubiera presentado deficiencias importantes.
Ese factor clave serían los fertilizantes que proveía una empresa monopólica, y cuyo dueño habría dicho -siguiendo con la hipótesis retrospectiva- que la culpa la tenía la encargada, quien alteraba la composición del fertilizante para su beneficio personal y el de su familia.
Conociendo al dueño del rancho, éste hubiera ido rápidamente con el propietario de la empresa a reclamarle por los malos fertilizantes, a pedirle que despidiera a la encargada de la producción, y que además reformara la calidad del producto. Y si así lo hubiera hecho el dueño de la empresa de fertilizantes, se hubiera acabado el problema que aquejaba la producción de papas en la zona.
Pero, ¿qué hubiera pasado en esa región si el dueño de la empresa no hubiera hecho nada, y no sólo eso, sino que hubiera afirmado que la producción de papas no corría riesgo alguno?
Por esa razón, lo que acaba de hacer el Gobierno federal es tan importante, pues por un lado acaba de eliminar a la encargada (Elba Esther Gordillo) de uno de los factores clave más importante (los maestros) que tenemos en nuestro sistema comunitario.
Y, por otro lado, el Gobierno acaba de formalizar la reforma educativa que esperamos que pueda realmente marcar un antes y un después para el desarrollo educacional, económico, social y político de nuestro País.
Esta nueva estrategia del Gobierno federal es muy distinta a la que implantó el Presidente Salinas de Gortari con el famoso "quinazo", que sin duda consolidó la imagen del Mandatario, pero no originó cambios fundamentales en la operación y manejo de una de las empresas más importantes de nuestro País (Pemex), sólo ocurrió un cambio de liderazgo sindical.
Hubiera sido muy distinto si además del cambio del líder sindical hubiera ocurrido una reforma energética similar a la educativa que hoy se ha realizado.
¿Qué falta por hacer?
Pues sólo pasar del dicho al hecho, de la reforma en papel pasar a una reforma en la operación de nuestro sistema educativo.
Para eso se necesita poner gente capaz de hacer que las cosas sucedan, asignarles los recursos, la responsabilidad y la autoridad para que lo puedan realizar coordinadamente con las personas responsables de la educación en nuestro País, y no quitar el dedo del reglón hasta que la reforma sea una realidad.
Esto implica que efectivamente seamos capaces de crear un excelente sistema de servicio profesional docente que promueva y permita tener a los mejores profesores, supervisores y directores al frente de nuestra estructura educativa.
Implica que la evaluación magisterial no sea voluntaria, no sea pactable y que tenga consecuencias. Implica tener escuelas dignas y de tiempo completo; tener una red de información para saber con exactitud cuántas escuelas, alumnos, maestros y directores existen en nuestro sistema educativo. Implica tener una alimentación sana y digna en nuestras escuelas.
Sin duda la reforma es un buen inicio para tener un mejor sistema educativo en nuestro País
28 de febrero de 2013
25 de febrero de 2013
El valor de la discreción.
Tu lengua es como tu caballo,
si le eres fiel, te
será fiel,
si le fallas, te
fallará”
Proverbio árabe
–español.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Han
pasado varias décadas y aun recuerdo la manera como me impactó este proverbio
árabe-español, cuando lo leí por primera vez.
Para ese tiempo, me encontraba en plena madurez y aunque no fue demasiado tarde, tuve que
aceptar las miles de veces que actúe con torpeza por falta de experiencia y
conocimientos. Me vino esto a la mente al escuchar las declaraciones
comprometedoras, que un joven reportero dio a una televisora a nivel nacional,
espacio donde declaró sus preferencias sexuales y su adicción a las drogas.
Yo
me preguntó: ¿A quién le interesa su vida privada? ¿Por qué la necesidad de
justificarse ante tal audiencia?, cientos de miles de televidentes ni siquiera
sabíamos de su existencia, mucho menos de su sufrimiento interno causado por sus debilidades humanas.
Aun
no comprendo el ¿por qué? mucho menos el ¿para qué? ¿Acaso es imprescindible,
que las personas en la sociedad moderna tengan que proclamar lo que debería ser
privado? En años pasados familias enteras, conocidas o anónimas, se llevaban a
la tumba sus errores y vicios.
En
muchas historias familiares, es frecuente recordar a algún pariente que de
manera inesperada se iba de la casa, aquél del que jamás se volvió a saber
nada. En múltiples ocasiones fueron mujeres guapas, atractivas, las que teniendo
todas las cualidades para convertirse en esposas perfectas y contar con una larga fila de pretendientes,
decidían permanecer solteras.
Durante
mi adolescencia, tuve la oportunidad de conocer
a varios hombres maduros amigos muy estimados por mis padres, personas
correctas, elegantes, distinguidas, hasta de abolengo; cuyos rasgos y movimientos eran poco
varoniles. Uno fue soltero empedernido, otro casado y con familia, los dos con
un alto nivel educativo, propios, reservados. Por esa discreción inquebrantable,
aunque sus allegados sospechaban de sus preferencias, ninguno se atrevió a
preguntarlo, ni siquiera a investigarlo.
6 de febrero de 2013
Justicia a la mexicana!
La justicia es justa aunque las victimas sufran.
No
existe tiranía peor que la ejercida
y con
apariencias de justicia.”
Montesquieu
La justicia en Nuestra Patria
ha pasado a ser una palabra más en el diccionario. Una palabra muerta y estéril
en la vida.
Este 5 de febrero cumplió
años la Primera Constitución Social del
mundo, Constitución donde el derecho al trabajo, a la educación y a la
propiedad de la tierra quedaron estipulados por los diputados del Congreso
Constituyente de 1917, 96 años que las leyes mexicanas son letra muerta.
La educación de calidad es solo
para unos cuantos, los que pueden emigrar de la Patria o tienen la fortuna de
vivir en zonas urbanas donde la escuela pública cuenta con la colaboración de
los padres o para los que pueden pagar por tecnología educativa en el aula.
La propiedad de la tierra
agrícola está supeditada a la propiedad privada del germoplasma del maíz o del
frijol o a los costos que cobren intermediarios; y si es la propiedad de la
vivienda, la vivienda de los obreros son apenas unos cuantos metros cuadrados
donde se hacinan con sus familias.
El trabajo mal pagado obliga a
la emigración. Desde campesinos hasta profesionistas que deben su educación a
la riqueza generada por los trabajadores que los ven partir sin ninguna
esperanza de que exista una ciencia o tecnología nacional que eleve la calidad
de vida de la población entera.
La delincuencia de todo tipo
señorea por el suelo patrio sin que el Estado de Derecho sea ejercido por quienes tienen que hacerlo.
Averiguaciones previas mal realizadas dejaron libre a una secuestradora porque
su gobierno ejerció su derecho de exigir
justicia para ella y los mexicanos carecemos de un gobierno que pueda brindar
justicia para esta tierra donde vivimos: desaparecid@s, asesinatos, tráfico de
drogas y contrabando de todo lo que se pueda vender aunque ello hunda a la
población en el caos. El dinero limpio o sucio es lo que importa.
¿Dónde quedo la justicia?
¿Dónde está el sueño de distribuir la riqueza de la Patria entre todos? ¿Dónde
quedo el sueño que propuso que la única diferencia que debía existir entre un
mexicano y otro era el MODO HONESTO de vivir?
La impotencia avanza con el
año: secuestradoras liberadas, mujeres mexicanas violadas por las que nadie
levanta la voz, a menos que el gobernante en turno salga en la foto
publicitaria llorando implorando por una justicia que su ineptitud no puede
garantizar a sus pueblos. Represores dirigiendo la Seguridad Interna: Murillo
Karam que hace mofa en un lugar de trabajo que se convirtió en lugar donde
encontraron la muerte 37 mexican@s.
La justicia divina está lejos
de la civilidad, la justicia humana está en manos de la ciudadanía que sabe
exigir el restablecimiento del Estado de Derecho. No podemos seguir callando,
esperando que este año sea mejor con los brazos cruzados. Cada uno de nosotr@s tenemos
la obligación de exigir justicia total y plena antes de que seamos víctimas de ella
y nos victimicen las autoridades dejando impunes los delitos que están
socavando nuestras esperanzas de una Patria que un día se sienta orgullosa de
que sus hij@s han podido garantizar educación, trabajo y propiedad de la tierra
para tod@s los que tuvimos la gloria de nacer en esta tierra mexicana.
Profra. Josefina Sánchez Ponce
5 de febrero de 2013
Las Guarderias
Por: Rosaura Barahona
Las guarderías son un tema polémico e inagotable. Al discutirlo debemos tomar en cuenta diversas perspectivas: lo económico, lo psicológico, lo educativo, lo laboral, lo social, lo político, lo religioso y lo personal.
"Guardería" como "Feminismo" son malas palabras para algunas personas o grupos sociales.
A muchas personas de la clase alta les parece una ignominia enviar a sus hijos a una guardería. Nunca han visitado ninguna, pero sólo cuentan historias de terror sobre ellas, jamás de generosidad y amor.
Sus hijos no van a guarderías, pero todos tienen nanas, sin ninguna preparación especial para cuidar niños, dedicadas a conocer y a convivir más con el niño que la propia mamá.
Los matrimonios en donde la esposa se queda en casa tampoco aceptan de buena gana las guarderías. Les parece horrible dejar a los niños tan chiquitos en una, pero muchas mamás los dejan con la muchacha que tampoco está preparada para educar niños y, además, limpia la casa, lava ropa y cocina. Ellas atienden su vida social y su belleza.
Es probable que las mamás usuarias de las guarderías convivan más tiempo con sus hijos que quienes las critican porque deben recoger al niño a determinada hora y de ahí en adelante se dedican a atenderlo (junto con el papá, esperemos).
Por supuesto, hay excepciones en todas las clases sociales, pero predomina la idea de que son peores mamás las que envían a sus hijos a las guarderías que quienes no lo hacen. Y eso es falso.
Las guarderías no son perfectas, pero bien organizadas y administradas generan muchos beneficios para los niños y para la sociedad. Los niños socializan y aprenden mientras sus padres pueden trabajar fuera de casa con tranquilidad porque están bien cuidados.
Las guarderías del IMSS son excelentes. Sin embargo, anunciaron que, a partir de hoy, prohibirán el cobro de horas extras a las guarderías subrogadas. El horario establecido por el IMSS es de 7:30 a 16:30. Muy pocas madres o padres podrán recoger a sus hijos a esa hora porque implicaría salir de su trabajo antes de las 16:00.
Los padres de familia se quejan de que el IMSS ignoró sus peticiones. Y aunque el delegado nunca los recibió, en la delegación dijeron a la representante de los padres afectados que no podían hacer nada y le recomendaron contratar un servicio particular o salirse de trabajar para tener tiempo de calidad con su hijo.
¿Es burla o estupidez? Quien eso dijo ignora que los padres con hijos en la guardería no pueden dejar de trabajar porque necesitan su sueldo para vivir y tampoco pueden contratar un servicio particular, ni pagar a quien se los cuide.
Eso de "sálgase de trabajar para tener calidad de vida con su hijo" sonó a lo que el Ministerio Público o el juez dicen a una mujer cuando denuncia al marido por violencia repetida: "Váyase a su casa, cocínele rico y quédese calladita porque así se ve más bonita".
(Soy pacifista, pero ante esos cretinos, surge mi instinto asesino).
En el año 2002, la escritora galesa Allison Pearson publicó la novela "I don't know how she does it: the life of Kate Reddy, working mother", que fue traducida como "La vida frenética de Kate".
El libro está incluido en la literatura del posfeminismo porque la protagonista no es una víctima, sino una mujer viviendo complicadísimas situaciones dramáticas o cómicas. Quienes lo vivimos sabemos que habla con la verdad.
Cuando se refiere a las mujeres que trabajamos fuera del hogar, dice: "Somos como la primera generación de inmigrantes. Te bajas del barco, bajas la vista, trabajas todo lo que puedes y de la mejor manera posible e ignoras a los nativos que te odian sólo porque eres y hueles diferente a ellos y porque, un día, podrás quitarles su puesto. Pero hay esperanzas. La vida no te alcanzará para ver que las cosas sean como deben, pero el sólo hecho de ocupar un espacio o de haber conseguido un baño para las mujeres facilitará un poco las cosas para quienes vienen detrás de ti".
Y añade: "¿Otra ley de equidad y de igualdad de oportunidades? Ninguna ha logrado cambiar las cosas porque sólo provocan que la misoginia se vuelva subterránea y avance por los intrincados laberintos del internet".
Aquí tenemos un ejemplo de ello.
Fuente: El Norte
Con autorizacion directa de la autora
Las guarderías son un tema polémico e inagotable. Al discutirlo debemos tomar en cuenta diversas perspectivas: lo económico, lo psicológico, lo educativo, lo laboral, lo social, lo político, lo religioso y lo personal.
"Guardería" como "Feminismo" son malas palabras para algunas personas o grupos sociales.
A muchas personas de la clase alta les parece una ignominia enviar a sus hijos a una guardería. Nunca han visitado ninguna, pero sólo cuentan historias de terror sobre ellas, jamás de generosidad y amor.
Sus hijos no van a guarderías, pero todos tienen nanas, sin ninguna preparación especial para cuidar niños, dedicadas a conocer y a convivir más con el niño que la propia mamá.
Los matrimonios en donde la esposa se queda en casa tampoco aceptan de buena gana las guarderías. Les parece horrible dejar a los niños tan chiquitos en una, pero muchas mamás los dejan con la muchacha que tampoco está preparada para educar niños y, además, limpia la casa, lava ropa y cocina. Ellas atienden su vida social y su belleza.
Es probable que las mamás usuarias de las guarderías convivan más tiempo con sus hijos que quienes las critican porque deben recoger al niño a determinada hora y de ahí en adelante se dedican a atenderlo (junto con el papá, esperemos).
Por supuesto, hay excepciones en todas las clases sociales, pero predomina la idea de que son peores mamás las que envían a sus hijos a las guarderías que quienes no lo hacen. Y eso es falso.
Las guarderías no son perfectas, pero bien organizadas y administradas generan muchos beneficios para los niños y para la sociedad. Los niños socializan y aprenden mientras sus padres pueden trabajar fuera de casa con tranquilidad porque están bien cuidados.
Las guarderías del IMSS son excelentes. Sin embargo, anunciaron que, a partir de hoy, prohibirán el cobro de horas extras a las guarderías subrogadas. El horario establecido por el IMSS es de 7:30 a 16:30. Muy pocas madres o padres podrán recoger a sus hijos a esa hora porque implicaría salir de su trabajo antes de las 16:00.
Los padres de familia se quejan de que el IMSS ignoró sus peticiones. Y aunque el delegado nunca los recibió, en la delegación dijeron a la representante de los padres afectados que no podían hacer nada y le recomendaron contratar un servicio particular o salirse de trabajar para tener tiempo de calidad con su hijo.
¿Es burla o estupidez? Quien eso dijo ignora que los padres con hijos en la guardería no pueden dejar de trabajar porque necesitan su sueldo para vivir y tampoco pueden contratar un servicio particular, ni pagar a quien se los cuide.
Eso de "sálgase de trabajar para tener calidad de vida con su hijo" sonó a lo que el Ministerio Público o el juez dicen a una mujer cuando denuncia al marido por violencia repetida: "Váyase a su casa, cocínele rico y quédese calladita porque así se ve más bonita".
(Soy pacifista, pero ante esos cretinos, surge mi instinto asesino).
En el año 2002, la escritora galesa Allison Pearson publicó la novela "I don't know how she does it: the life of Kate Reddy, working mother", que fue traducida como "La vida frenética de Kate".
El libro está incluido en la literatura del posfeminismo porque la protagonista no es una víctima, sino una mujer viviendo complicadísimas situaciones dramáticas o cómicas. Quienes lo vivimos sabemos que habla con la verdad.
Cuando se refiere a las mujeres que trabajamos fuera del hogar, dice: "Somos como la primera generación de inmigrantes. Te bajas del barco, bajas la vista, trabajas todo lo que puedes y de la mejor manera posible e ignoras a los nativos que te odian sólo porque eres y hueles diferente a ellos y porque, un día, podrás quitarles su puesto. Pero hay esperanzas. La vida no te alcanzará para ver que las cosas sean como deben, pero el sólo hecho de ocupar un espacio o de haber conseguido un baño para las mujeres facilitará un poco las cosas para quienes vienen detrás de ti".
Y añade: "¿Otra ley de equidad y de igualdad de oportunidades? Ninguna ha logrado cambiar las cosas porque sólo provocan que la misoginia se vuelva subterránea y avance por los intrincados laberintos del internet".
Aquí tenemos un ejemplo de ello.
Fuente: El Norte
Con autorizacion directa de la autora
1 de febrero de 2013
Amores Verdaderos
Por: Antonieta B. De De Hoyos
Era sábado al oscurecer, había tenido una semana difícil en cuanto a emociones. Asistir a dos funerales, acompañar a despedir a seres queridos, siempre impacta en el ánimo de las personas, por más fuerte que uno se haga.
Me recosté un poco antes de prepararme para dormir. En esos instantes sonó el timbre del teléfono, reconocí la voz, era la de una amiga muy querida por mí desde la adolescencia. Juntas vivimos la alegría del nacimiento de nuestros hijos, los vimos crecer e independizarse, recibimos nietos y superamos las vicisitudes del matrimonio y la vida familiar.
Sus ocupaciones y las mías nos distanciaron, pero dentro de nuestros corazones, seguía latente el gran amor fraterno que nos profesamos. Desafortunadamente su esposo en los últimos años, por causa de una enfermedad ha visto deteriorada su salud, y lo más triste del caso es que no existe ninguna esperanza de recuperación.
Me dio mucho gusto escuchar su voz con ese tono alegre y entusiasta que le caracteriza, después de los saludos convencionales, ahondamos en la situación tan crítica por la que pasa. No sabía cómo expresarle mi dolor, no encontraba por más que me esforzaba, las palabras correctas que la alentaran a seguir adelante, era tal mi desconcierto que no atendía lo que me decía. Fue en un instante en el que pude acallar mi conciencia y puse atención a sus palabras, que me di cuenta de mi pequeñez como ser humano.
Ella me hablaba de la presencia de Dios en su vida, obviamente con mayor fuerza en estos difíciles años. Describía la forma insistente como en su pesar, le había buscado y le había encontrado. En ningún momento expresó angustia ni desesperación, por el contrario agradecía a Dios la fortaleza infundada y le pedía, le suplicaba siguiera bendiciendo a su esposo y a ella para que juntos pudieran llegar hasta el final. Nada la detenía, porque se sabía amada por Dios.
Me contó que todo este tiempo ha estado leyendo la Biblia, acuden siempre que pueden a misa, con el infinito deseo de tomar la Eucaristía y encomendarse a Él. Le pregunté maravillada ¿cómo había hecho para llegar a ese extremo de plenitud y aceptación? y me contestó. “Primero le pedí a Dios me ayudara a olvidar todos los momentos amargos, las ofensas y demás experiencias mundanas que enturbiaran mi paz interior, pues solo de esa manera podría servir con amor a la persona, que desde hace treinta y siete años le había jurado amor y fidelidad”.
Fue una charla saturada de espiritualidad, en la que me narró con gran emoción unas cuantas de las muchas experiencias religiosas en las que Dios le ha acompañado. Nos despedimos, no sin antes ponernos de acuerdo para continuar nuestra conversación, necesitaba escucharla de nuevo.
Esa noche mi amiga me mostró lo que es el verdadero amor de pareja y lo relevante de contar con la presencia divina, en este arduo andar terreno.
Era sábado al oscurecer, había tenido una semana difícil en cuanto a emociones. Asistir a dos funerales, acompañar a despedir a seres queridos, siempre impacta en el ánimo de las personas, por más fuerte que uno se haga.
Me recosté un poco antes de prepararme para dormir. En esos instantes sonó el timbre del teléfono, reconocí la voz, era la de una amiga muy querida por mí desde la adolescencia. Juntas vivimos la alegría del nacimiento de nuestros hijos, los vimos crecer e independizarse, recibimos nietos y superamos las vicisitudes del matrimonio y la vida familiar.
Sus ocupaciones y las mías nos distanciaron, pero dentro de nuestros corazones, seguía latente el gran amor fraterno que nos profesamos. Desafortunadamente su esposo en los últimos años, por causa de una enfermedad ha visto deteriorada su salud, y lo más triste del caso es que no existe ninguna esperanza de recuperación.
Me dio mucho gusto escuchar su voz con ese tono alegre y entusiasta que le caracteriza, después de los saludos convencionales, ahondamos en la situación tan crítica por la que pasa. No sabía cómo expresarle mi dolor, no encontraba por más que me esforzaba, las palabras correctas que la alentaran a seguir adelante, era tal mi desconcierto que no atendía lo que me decía. Fue en un instante en el que pude acallar mi conciencia y puse atención a sus palabras, que me di cuenta de mi pequeñez como ser humano.
Ella me hablaba de la presencia de Dios en su vida, obviamente con mayor fuerza en estos difíciles años. Describía la forma insistente como en su pesar, le había buscado y le había encontrado. En ningún momento expresó angustia ni desesperación, por el contrario agradecía a Dios la fortaleza infundada y le pedía, le suplicaba siguiera bendiciendo a su esposo y a ella para que juntos pudieran llegar hasta el final. Nada la detenía, porque se sabía amada por Dios.
Me contó que todo este tiempo ha estado leyendo la Biblia, acuden siempre que pueden a misa, con el infinito deseo de tomar la Eucaristía y encomendarse a Él. Le pregunté maravillada ¿cómo había hecho para llegar a ese extremo de plenitud y aceptación? y me contestó. “Primero le pedí a Dios me ayudara a olvidar todos los momentos amargos, las ofensas y demás experiencias mundanas que enturbiaran mi paz interior, pues solo de esa manera podría servir con amor a la persona, que desde hace treinta y siete años le había jurado amor y fidelidad”.
Fue una charla saturada de espiritualidad, en la que me narró con gran emoción unas cuantas de las muchas experiencias religiosas en las que Dios le ha acompañado. Nos despedimos, no sin antes ponernos de acuerdo para continuar nuestra conversación, necesitaba escucharla de nuevo.
Esa noche mi amiga me mostró lo que es el verdadero amor de pareja y lo relevante de contar con la presencia divina, en este arduo andar terreno.
25 de enero de 2013
La Teoria de las Ventanas Rotas
Por: Antonieta B. De De Hoyos
Cuando recibí este correo electrónico no le di importancia, fue después cuando lo adapté a la vida diaria, que me di cuenta de su gran significado. El vidrio roto en un edificio o en un auto, trasmite la idea de deterioro, desinterés, abandono; muestra un rompimiento con códigos de convivencia, es la ausencia de ley, de normas o reglas que deben existir en toda relación humana.
Si en un edificio o en una casa se rompe un vidrio y nadie lo repara, muy pronto estarán rotos los demás. Aparentemente este hecho no es relevante, pero a partir de la indiferencia, el desorden, el descuido y la suciedad, se empiezan a generar delitos, al principio pequeños, familiares; mas tarde mayores que llevan hasta con la policía.
Si la sociedad permite delitos menores como: pasarse una luz roja, excederse en la velocidad, estacionarse en lugar prohibido, etc., y en el hogar se consiente faltar a la escuela, decir majaderías, golpear, etc. estas faltas sin sancionar son el principio de la destrucción. Por eso cuando los parques o espacios públicos son dañados constantemente y la autoridad no toma cartas en el asunto, pronto la gente los abandona y los deja a merced de los malvivientes.
La sociedad se desintegra por la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto entre sociedad y autoridad, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y normas de urbanidad; lo que trae como consecuencia un país, una ciudad y una enorme cantidad de casas con muchas ventanas rotas, que nadie está dispuesto a reparar.
Desde el punto de vista criminológico, el delito es mayor en los lugares donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato imperan. El reto está en crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de códigos básicos para la convivencia humana.
Cuando en el hogar se retoman los buenos hábitos alimenticios, se evita decir malas palabras, no se miente, se aceptan las consecuencias de los actos, con valor y responsabilidad, agregando además una buena dosis de educación a los pequeños, cambia en mucho lo que antes se había hecho mal.
La verdad es que una vez que se dejan de respetar los valores universales, todo comienza a deteriorarse con asombrosa rapidez. Por eso, si en una empresa, club de diversión, hogar o templo de oración, las autoridades y supervisores descuidan los comportamientos éticos de los colaboradores y asistentes, el ambiente del lugar se contamina.
Si se engaña, se trata con indiferencia, se deja que cunda el chisme, la decadencia está asegurada. Observemos la zona en donde vivimos, trabajamos, divertimos y oramos, ¿se practica ahí la teoría de las ventanas rotas? Pues a repararlas antes de que sea demasiado tarde. La impunidad es la peor de las ventanas rotas, no la dejemos entrar.
Cuando recibí este correo electrónico no le di importancia, fue después cuando lo adapté a la vida diaria, que me di cuenta de su gran significado. El vidrio roto en un edificio o en un auto, trasmite la idea de deterioro, desinterés, abandono; muestra un rompimiento con códigos de convivencia, es la ausencia de ley, de normas o reglas que deben existir en toda relación humana.
Si en un edificio o en una casa se rompe un vidrio y nadie lo repara, muy pronto estarán rotos los demás. Aparentemente este hecho no es relevante, pero a partir de la indiferencia, el desorden, el descuido y la suciedad, se empiezan a generar delitos, al principio pequeños, familiares; mas tarde mayores que llevan hasta con la policía.
Si la sociedad permite delitos menores como: pasarse una luz roja, excederse en la velocidad, estacionarse en lugar prohibido, etc., y en el hogar se consiente faltar a la escuela, decir majaderías, golpear, etc. estas faltas sin sancionar son el principio de la destrucción. Por eso cuando los parques o espacios públicos son dañados constantemente y la autoridad no toma cartas en el asunto, pronto la gente los abandona y los deja a merced de los malvivientes.
La sociedad se desintegra por la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto entre sociedad y autoridad, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y normas de urbanidad; lo que trae como consecuencia un país, una ciudad y una enorme cantidad de casas con muchas ventanas rotas, que nadie está dispuesto a reparar.
Desde el punto de vista criminológico, el delito es mayor en los lugares donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato imperan. El reto está en crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de códigos básicos para la convivencia humana.
Cuando en el hogar se retoman los buenos hábitos alimenticios, se evita decir malas palabras, no se miente, se aceptan las consecuencias de los actos, con valor y responsabilidad, agregando además una buena dosis de educación a los pequeños, cambia en mucho lo que antes se había hecho mal.
La verdad es que una vez que se dejan de respetar los valores universales, todo comienza a deteriorarse con asombrosa rapidez. Por eso, si en una empresa, club de diversión, hogar o templo de oración, las autoridades y supervisores descuidan los comportamientos éticos de los colaboradores y asistentes, el ambiente del lugar se contamina.
Si se engaña, se trata con indiferencia, se deja que cunda el chisme, la decadencia está asegurada. Observemos la zona en donde vivimos, trabajamos, divertimos y oramos, ¿se practica ahí la teoría de las ventanas rotas? Pues a repararlas antes de que sea demasiado tarde. La impunidad es la peor de las ventanas rotas, no la dejemos entrar.
19 de enero de 2013
12 de enero de 2013
La esperanza se cifra en la integridad familiar.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Tenía
23 años y era estudiante de fisioterapia en Nueva Delhi. El mes pasado se subió
a un autobús y seis hombres la encerraron y la violaron durante horas, incluso
lastimándola con una barra de metal. Luego la arrojaron desnuda a la calle, y
tras luchar valientemente por su vida, murió el pasado fin de semana.
A
lo largo y ancho de India, la gente está reaccionando con protestas masivas
para decir “ya basta”. En ese país se viola a una mujer cada 22 minutos y pocas
veces se hace justicia. A nivel mundial, la cifra es escalofriante: siete de
cada diez mujeres serán física o sexualmente agredidas durante su vida. El
horror acontecido en Nueva Delhi es la gota que derramó el vaso. Estamos en
2013 y esta brutal y corrupta guerra contra las mujeres a nivel global, tiene
que acabarse.
El
gobierno indio está recibiendo comentarios ciudadanos, necesita con urgencia una
mejor aplicación de la ley y un amplio programa de educación pública y familiar,
que cambie estas actitudes bestiales que se han generalizado. El cabecilla de
los violadores afirma fríamente, que ella se lo merecía por atreverse a enfrentarlo.
Culpar a la víctima es indignante pero común en las sociedad moderna, incluso
la misma policía se niega a investigar cuando es una violación sexual. La impunidad
en estos abusos reprime a las mujeres y corrompe a los hombres.
Las
campañas de educación masiva, han dado muy buenos resultados en el cambio de
hábitos de tabaquismo y alcoholismo en la población, por lo que existe la
posibilidad de que con esta innovadora campaña, además de beneficiar el trato
hacia las mujeres, también se activen mejores leyes y procesos legales
eficaces.
La
publicidad tiene un compromiso trascendente en las campañas públicas, pues con
su información genera olas de apoyo en medios de comunicación como:
internet, televisión, prensa y redes
sociales, durante largo tiempo. Estos anuncios están dirigidos al sector
poblacional donde cunde la misoginia, es decir la violencia contra la mujer. El
involucrar en estas campañas a estrellas deportivas, cantantes, actores de cine y televisión que el público
respeta, fue positivo.
Lo
realmente triste, es que esta falta de amor hacia la mujer en general, se
promueve a diario en las telenovelas, en las películas, en las entrevistas
dónde se le trata como objeto sexual, en la letra de las canciones y en los
videos donde la desnudan y ridiculizan. Por eso, mientras existan mujeres con
baja autoestima, que desconozcan su valía como persona, y entreguen su dignidad
a cambio de fama, diversión y dinero, muchas otras inocentes pagaran por sus errores.
5 de enero de 2013
El arrepentimiento.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Este
fue un fin de año especial, ya que en las últimas semanas tuve la oportunidad
de vivir experiencias que jamás imaginé, unas fueron buenas otras no
tanto, pero todas superadas con el apoyo
de Dios. Buscando algo que me motivara a
escribir, encontré esta singular información, que con sutileza me
condujo a la meditación indispensable, cada principio de año.
Se
trata del arrepentimiento, esa
sensación interior que nos inquieta y que no nos permite ser felices y que en
ocasiones llega hasta quebrantar la salud física y espiritual del individuo. Para
fortuna o infortunio, la existencia lleva en su esencia la toma de decisiones,
a cada instante el ser humano debe decidir sobre esto o aquello, lo que implica
acertar o equivocarse.
Pero
lo peor que puede pasarnos, es llegar al final de la vida con un “ojalá y lo
hubiera hecho”. El “ojalá hubiera tenido el suficiente valor para hacer
realmente lo que quería y no lo que los demás esperaban que hiciera”, es uno de
los arrepentimientos más comunes. Algunos lamentan el haberse perdido de muchas
cosas buenas en su vida y dicen: “ojalá no hubiera dedicado tanto
tiempo a mi trabajo”.
Desafortunadamente
la madurez nos llega cuando nos vemos obligados a enfrentar la adversidad, el miedo, el enojo, el arrepentimiento y eventualmente
la aceptación. El no haber expresado los sentimientos, positivos o negativos,
es otro arrepentimiento que trae a la mente el “ojalá hubiera tenido el coraje de
hablar y decir que no me gustaban esas cosas, o de decir a las personas lo que
realmente sentía por ellas”. Otro momento difícil, es la nostalgia por las
viejas amistades, las que a pesar de ser muy queridas por nosotros, no hacemos
el esfuerzo por reencontrarlas y cuando lo intentamos, ya es demasiado tarde.
También
sentimos una gran tristeza cuando pensamos que debimos ser más felices
y que no lo fuimos por las cosas que dejamos de hacer. El "no
hacer", trae a la persona
profundos lamentos, pues por lo regular casi nadie se arrepiente de lo que
hizo, bien o mal, ya que estas acciones son parte del aprendizaje de la vida;
es mucho más doloroso el arrepentirse de lo que no se hizo.
Pero
lo importante es que aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos y a no ser tan
duros por lo pasado. Nuestro espíritu se
eleva cuando aceptamos que nos equivocamos. Muchas personas alrededor del mundo
sufren en silencio, ven como su organismo se debilita, tienen el llanto a flor
de piel, se van consumiendo en la tristeza profunda, a causa del arrepentimiento.
Este
año que empieza, si nos es posible resarcir el daño hagámoslo, si es algo que
ya no tiene remedio, pidamos perdón a Dios y soltemos la carga. Recordemos que el
Creador en su infinita misericordia nos concede el perdón, cada vez que nos
equivocamos.
27 de diciembre de 2012
Dos inesperadas experiencias religiosas.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
La verdad es que nunca pensé que los vaticinios Mayas estuvieran equivocados, su sabiduría como cultura, es reconocida desde hace muchos años por eminentes científicos del mundo. Lo que si me preocupó, fue el enorme temor que se generó en la gente, a través de la publicación de cientos de reportajes sin fundamento.
Como coincidencia, el viernes 21 de diciembre, recibí la triste noticia de que mi nieta Andrealucía, que radica en Estados Unidos se había roto su bracito derecho. Entre tantas llamadas me enteré de que habían contactado a un médico de prestigio, para que le realizara la operación indispensable. Como todos los días y las noches, esta vez también había encomendado a Dios a toda mi familia, por eso sabía que no iban a estar desamparados. A las cinco de la tarde mi nietecita entraría a quirófano, le practicarían una cirugía que duraría en promedio una hora.
De inmediato encendí mi cirio bendito, ese que conservo para situaciones extremas; a su lado coloqué la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que perteneció a mi abuela Agripina. Me senté en la alfombra y comencé a rezar el Santo Rosario, era viernes, correspondían los Misterios Dolorosos. Creo que en esos instantes de profunda oración, mi alma se elevó hasta el Creador, sentí como nunca cada una de las frases y de las oraciones pronunciadas, lo recé despacio, sin prisas, con toda la fe que corre por mis venas. Hablé con Dios, me encomendé a Jesucristo y le supliqué que intercediera por mi niña. Me tardé casi una hora, el tiempo justo en el que se daría por terminada la intervención. Esperé intentando tranquilizarme, a que llegara la llamada que me informara los resultados.
Cerca de las nueve de la noche, escuché la voz de mi nuera que me decía que todo había salido perfecto, que resultó menos complicado de lo que se esperaba, que no habían tenido que pasar la noche en el hospital y que, en esos momentos ya estaban en casa. Apagué mi veladora y di Gracias a Dios.
Al anochecer vi en el noticiero nacional, la multitud que se reunió en el territorio Maya en México y Guatemala, para recibir la energía sagrada, así como las entrevistas que los reporteros hicieron a los visitantes. Todos sin excepción, estuvieron de acuerdo en que no se vaticinaba el fin del mundo, sino el de una era materialista, lo que permitiría de inmediato el cambio social anhelado.
Me impactó la manera como los ahí presentes sonreían y alzaban sus brazos, intentando llenarse de la esperanza y el amor divino. Recordé mi experiencia religiosa de esa tarde y la comparé con la de aquellas miles de personas, que acudieron con el único fin de sentir la presencia divina. Este año que está por iniciar fortalezcamos nuestra fe, y gocemos de la presencia de Dios en donde quiera que estemos, y en el preciso momento que lo imploremos.
25 de diciembre de 2012
¿Por qué es importante enseñar a orar a los niños?
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Muchos
adultos mayores, recordamos con nostalgia aquellas noches en las que cuando éramos
pequeños no podíamos dormir, y nuestra madre después de contarnos un hermoso
cuento, nos pedía que nos arrodilláramos al pie de la cama para rezar el
tradicional “Ángel de mi guarda”. Era una bella costumbre que serenaba al
inquieto chiquillo y le permitía conciliar el sueño. ¿Pero porque hoy ya no lo
hacen los padres, en especial la madre? Pudiera ser por inexperiencia, o porque sus padres no lo
hicieron con ellos.
Si
el adulto rezara con su niño por las noches, seguro que habría menos jóvenes
dentro de las bandas delincuenciales, menos asesinos juveniles, disminuirían
los adictos al alcohol, las drogas, el juego y la corrupción. Este caos familiar y social es el resultado de
una deficiente educación moral y espiritual en los vitales primeros años.
En
la actualidad los asistentes a las misas o cultos religiosos, son en su mayoría
personas adultas y de la tercera edad, solo una minoría son niños, adolescentes
y jóvenes, que escuchan con atención la Palabra de Dios y las indicaciones del
sacerdote o pastor. Esta negligencia paterna, conduce a que los niños no sepan
orar, ni comunicarse con Dios, ni con sus padres.
Educar
en la oración es fácil, lo único que se requiere es constancia y un inmenso
amor por los hijos; si este bello propósito se hiciera realidad esta navidad,
estoy segura de que éste, sería el más trascendental de los regalos. Urge
retomar la armonía social y hogareña. No busquemos oraciones complicadas, usemos
lo más sencillo, lo más natural; dejemos que los niños hablen de lo que tienen
en su inocente corazón.
Como
apoyo a esta actividad se puede poner en un lugar visible de la recámara o de la
casa, un cuadro de María con Jesús en brazos, o el clásico Ángel guardián que
protege a una parejita de niños, cuando van cruzando un puente. Sería un bonito
regalo de abuelos y padrinos.
Percibir
la presencia divina desde la infancia, infunde en la persona una enorme seguridad
para los años venideros. Obra inolvidable de amor hacia el Creador. Tener el
privilegio de vivir en compañía de Dios, ayuda a cometer menos errores y a
gozar de la fortaleza necesaria, para superar la adversidad cuando esta se presenta,
en forma de un divorcio, la muerte de un ser querido, el desempleo, el abandono,
o la enfermedad.
Orar,
es elevar el alma a Dios, es platicar con Él, es estar convencido de que está
contigo. Alabar, suplicar, agradecer, pedir perdón por las faltas cometidas, purifica
el organismo. Acostumbrar desde niño a pedir por los demás, hace del corazón
una fuente eterna de generosidad.
La
primera actividad evangelizadora de los padres, es enseñar a orar a los hijos:
es el primer catecismo de sus niños, su primera conversación con Dios; pero
sobre todo el mejor hábito que podrán inculcarles y que les servirá de mucho, en
su arduo camino de salvación.
20 de diciembre de 2012
Desconecte a su hijo
Por: Ramon de la Peña Manrique
Hace tiempo me tocó leer un reportaje en la revista electrónica Business Know-How, en el que se destacaba que si no se cuida el uso del internet, en especial el correo electrónico, podría ser un poderoso asesino silencioso de la productividad en los negocios.
Este esquema de comunicación que luce perfectamente inocente les puede robar tiempo y lastimar la productividad de los colaboradores y en última instancia afectar la utilidad económica de las empresas.
Pero me impactó aún más un mensaje que me envió un ex alumno en el cual se destaca que los cerebritos de las empresas más sobresalientes en el arte y la ciencia de las tecnologías de información y comunicación en Silicon Valley, en California, están enviando a sus hijos a una escuela (la Waldorf School of the Peninsula) en la que no usan en el proceso de enseñanza-aprendizaje ni computadoras, ni televisores, ni otro instrumento electrónico: sólo está el profesor, su método, el pizarrón, gis y borrador.
En el mensaje se destaca la pregunta: ¿por qué profesionales de Silicon Valley, que parecen deberle mucho a la industria informática, envían a sus hijos a una escuela que no usa computadoras?
También se menciona de manera destacada el testimonio de uno de los papás que tienen a sus hijos en esta escuela, y quien dice que la eligió porque cuestiona la tendencia actual a equipar en informática a las clases desde una edad cada vez más temprana.
"La computadora no es más que una herramienta. El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos", señala. "La pantalla perturba el aprendizaje y disminuye drásticamente las experiencias físicas y emocionales".
En mis tiempos de estudiante mi "computadora" era una regla de cálculo que me servía para multiplicar, dividir, sacar raíz cuadrada, logaritmos, senos y cosenos; usaba esa "computadora" para hacer todas las operaciones necesarias para analizar, operar y diseñar los procesos químicos, pero pronto esa regla de cálculo se transformó en una calculadora digital y después en una computadora difícil de manejar.
Y es que en algún momento el talento educado y creativo de mucha gente dio lugar a las computadoras y calculadoras que hoy usamos y conocemos. Pero finalmente no son más que reglas de cálculo sofisticadas que no sustituyen el talento creativo, innovador, responsable y honesto de las personas educadas.
De hecho, en los mismos mensajes se nos dice que ha surgido una nueva enfermedad concebida por el uso excesivo de los sistemas de información y comunicación, una enfermedad similar a los vicios que hemos ido creando al paso del tiempo: los vicios del cigarro, de las bebidas alcohólicas, del juego en los casinos, de los enervantes. Ahora se ha creado el vicio llamado nomofobia, que es un miedo irracional a salir de casa sin el celular, es decir, a estar "desconectado".
¿Quiere decir esto que los programas para equipar a las escuelas de educación básica, con computadoras, pizarrones electrónicos y programas sofisticados de contenidos educativos, no son tan efectivos para fortalecer en nuestros hijos y alumnos sus capacidades creativas y de lectura, de entender lo que leen?
Así es, sería la respuesta de la Waldorf School, que nos dice: "Buscamos despertar en cada alumno su propia individualidad, y desplegar y multiplicar su capacidad de pensar, sentir y desear, creando así un verdadero mundo más humano a través de una educación que sea fuente de un gran cambio social positivo". La educación en Waldorf, nos dicen, busca liberar el espíritu humano.
Por eso mismo, estimado lector, cuidemos que en nuestras escuelas no se promueva en nuestros hijos esta parte de la nomofobia a estar "desconectados"; mejor hay que promover que se fortalezca en ellos su creatividad, su ingenio, su responsabilidad, su honestidad, su capacidad de resolver problemas, tener una comunicación efectiva, y unas buenas relaciones interpersonales.
Feliz Navidad, recuerde que nadie puede celebrar y amar a Dios si no celebra y ama a su prójimo al mismo tiempo.
Hace tiempo me tocó leer un reportaje en la revista electrónica Business Know-How, en el que se destacaba que si no se cuida el uso del internet, en especial el correo electrónico, podría ser un poderoso asesino silencioso de la productividad en los negocios.
Este esquema de comunicación que luce perfectamente inocente les puede robar tiempo y lastimar la productividad de los colaboradores y en última instancia afectar la utilidad económica de las empresas.
Pero me impactó aún más un mensaje que me envió un ex alumno en el cual se destaca que los cerebritos de las empresas más sobresalientes en el arte y la ciencia de las tecnologías de información y comunicación en Silicon Valley, en California, están enviando a sus hijos a una escuela (la Waldorf School of the Peninsula) en la que no usan en el proceso de enseñanza-aprendizaje ni computadoras, ni televisores, ni otro instrumento electrónico: sólo está el profesor, su método, el pizarrón, gis y borrador.
En el mensaje se destaca la pregunta: ¿por qué profesionales de Silicon Valley, que parecen deberle mucho a la industria informática, envían a sus hijos a una escuela que no usa computadoras?
También se menciona de manera destacada el testimonio de uno de los papás que tienen a sus hijos en esta escuela, y quien dice que la eligió porque cuestiona la tendencia actual a equipar en informática a las clases desde una edad cada vez más temprana.
"La computadora no es más que una herramienta. El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos", señala. "La pantalla perturba el aprendizaje y disminuye drásticamente las experiencias físicas y emocionales".
En mis tiempos de estudiante mi "computadora" era una regla de cálculo que me servía para multiplicar, dividir, sacar raíz cuadrada, logaritmos, senos y cosenos; usaba esa "computadora" para hacer todas las operaciones necesarias para analizar, operar y diseñar los procesos químicos, pero pronto esa regla de cálculo se transformó en una calculadora digital y después en una computadora difícil de manejar.
Y es que en algún momento el talento educado y creativo de mucha gente dio lugar a las computadoras y calculadoras que hoy usamos y conocemos. Pero finalmente no son más que reglas de cálculo sofisticadas que no sustituyen el talento creativo, innovador, responsable y honesto de las personas educadas.
De hecho, en los mismos mensajes se nos dice que ha surgido una nueva enfermedad concebida por el uso excesivo de los sistemas de información y comunicación, una enfermedad similar a los vicios que hemos ido creando al paso del tiempo: los vicios del cigarro, de las bebidas alcohólicas, del juego en los casinos, de los enervantes. Ahora se ha creado el vicio llamado nomofobia, que es un miedo irracional a salir de casa sin el celular, es decir, a estar "desconectado".
¿Quiere decir esto que los programas para equipar a las escuelas de educación básica, con computadoras, pizarrones electrónicos y programas sofisticados de contenidos educativos, no son tan efectivos para fortalecer en nuestros hijos y alumnos sus capacidades creativas y de lectura, de entender lo que leen?
Así es, sería la respuesta de la Waldorf School, que nos dice: "Buscamos despertar en cada alumno su propia individualidad, y desplegar y multiplicar su capacidad de pensar, sentir y desear, creando así un verdadero mundo más humano a través de una educación que sea fuente de un gran cambio social positivo". La educación en Waldorf, nos dicen, busca liberar el espíritu humano.
Por eso mismo, estimado lector, cuidemos que en nuestras escuelas no se promueva en nuestros hijos esta parte de la nomofobia a estar "desconectados"; mejor hay que promover que se fortalezca en ellos su creatividad, su ingenio, su responsabilidad, su honestidad, su capacidad de resolver problemas, tener una comunicación efectiva, y unas buenas relaciones interpersonales.
Feliz Navidad, recuerde que nadie puede celebrar y amar a Dios si no celebra y ama a su prójimo al mismo tiempo.
19 de diciembre de 2012
Gocemos el instante sagrado
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Cuenta una leyenda nórdica que un
espíritu procedente de la lejana galaxia del universo, vino a la Tierra y se
instaló en el hemisferio norte, para repartir aquello de lo que no puede
prescindir el ser humano: paz, amor, armonía y alegría.
Nuestros antepasados sabían que algo
especial pasaba en el planeta el día más corto del año, lo que quiere decir es,
que en todas las épocas se reconoce que desde el 21 de diciembre una energía especial envuelve a la madre
Tierra.
Se cree que en la mayor oscuridad de las
noches largas del solsticio de invierno, es cuando recibimos el espíritu de la
Navidad, una luz luminosa que despierta en nosotros sentimientos de amor y paz.
Muchos maestros han nacido en estos días, pero uno en especial, ha marcado
nuestra vida con su ejemplo de amor ilimitado, su pureza de intención, sus
grandes lecciones de justicia, de amor y perdón, y ese es Jesús, el Hijo del
Padre, que llegó en los precisos momentos de mayor oscuridad.
Esta bendita energía nos ayuda a
perdonar y a olvidar desavenencias, despierta el entusiasmo en todo lo que
hacemos; razón por la que recibimos y damos regalos que expresan amor y
solidaridad hacia nuestros hermanos. Desafortunadamente el consumismo actual,
ha logrado rebajar este maravilloso regalo divino al nivel humano, al grado de
que mucha gente se olvida de recibir esta gran luz de energía, que cada año nos
visita.
Comencemos hoy con una limpia de casa
y de corazón. Botemos todas las cosas viejas y dañadas, los odios y rencores,
el pesimismo y la confusión, para que podamos recibir el amor que viene del
cielo y que generará en nosotros nuevas y mejores experiencias. Es importante
comprender que este es un instante sagrado, Dios nos está dando una energía de
esencia sagrada, una luz de vida a nuestra alma y corazón.
La palabra Navidad habla de una noche
bendita, de un tiempo de dulce espera y una grata ilusión. Navidad es la
esperanza que viene a traernos pensamientos positivos, deseos hermosos; es el
ensueño de cambios profundos. Cerramos el ciclo del año presente y abrimos en
armonía el ciclo del año que inicia.
Meditemos y pidamos paz para nuestro
planeta, nuestro país y nuestra comunidad, pidamos por que los gobernantes sean
honestos, por los niños pobres y desamparados, por las familias desunidas, por
los enfermos y por los ancianos desvalidos. Después pidamos por nosotros mismos
para que logremos el cambio que necesitamos.
Saquemos de nuestro hogar la
violencia, las discusiones, peleas, gritos, malas palabras, insultos, toda la
energía negativa que impide la entrada del espíritu de la Navidad. Borremos de
nuestra vida los malos recuerdos, tengamos presente los momentos bellos.
17 de diciembre de 2012
El pueblo paga pero no manda
Los
invitados de palo
“Entre un gobierno que lo
hace mal
y un pueblo que lo consiente,
hay cierta complicidad vergonzosa”
Víctor Hugo

A la
población solo le queda la esperanza de que el año que entra sea mejor porque
con el año vendrá el cambio de gobierno municipal y quizás en esta ocasión los
habitantes de esta frontera puedan confiar en que existirá in liderazgo, si ya
no moral, por lo menos que sea político y muestre capacidad para informar a la
comunidad sobre las medidas que se toman ante cada contingencia, ante cada
oleada de violencia que cancela la vida cotidiana.
Solo
escuchamos en el informe cifras y números que opacan la realidad: la
administración no electa prefirió honrar al Mayor fallecido de Eagle Pass con
un mexicanísimo Altar de Muertos que a
los trabajadores de SIMAS que murieron desempeñando su trabajo, trabajadores
que además fueron sus compañeros de trabajo cuando también le tocó administrar
esa dependencia; además avaló el pago de un patinadero de hielo y el
consecuente recibo de energía eléctrica cuando la deuda del municipio sigue
aumentando.
Videos
y música han sido usados para acallar los reclamos por una deuda que ha servido para pagar bodas y banquetes
de los invitados VIP al tercer informe y no se ha invertido
en campañas para contratar personal capacitado y profesional que brinden
seguridad a todos los vecinos del municipio que vivimos a merced de rateros.
Fotografías
panorámicas muestran el maquillaje de una ciudad donde el medio ambiente se ha
reducido al cobro de un impuesto, el “Revisado Ecológico”, y eternas campañas de
recolección de llantas usadas y se ha permitido la construcción de casas para
los trabajadores donde lo que queda prohibido es que se cuenten con áreas
verdes suficientes que dignifiquen la
calidad de vida o la proliferación de basureros en banquetas y calles o
terrenos baldíos.
Quizás
el año que viene no sea tan nefasto por terminar en 13 y los numerologos nos
hagan el favor de guardarse sus negros vaticinios y nos dejen creer que los
ciudadanos tenemos la capacidad de dirigir el municipio.
Queremos soñar que el PRI dejará de pagarse
sus cotos de poder y volteara los
rostros hacia la población abandonando
el peso muerto de sus satélites. Que el
PAN dejara su eterno canibalismo y que
el resto de los partidos que ni siquiera han logrado mantener su registro en el
Estado dejarán de ser una carga al erario público para que ese dinero sea
destinado a preparar y profesionalizar a
todos los elementos de Seguridad Publica.
Quizás
el año que viene no podamos ver erradicada la violencia pero quizás exista una
oportunidad para la justicia y se haga justicia para las mujeres que han sido
asesinadas en esta ciudad y que por no tener el apellido Moreira aún no han
podido recibir una justa sepultura. A lo mejor, los ciudadanos tomemos conciencia de nuestra fuerza y
podamos lograr que las autoridades hagan
su trabajo y retornen a sus hogares l@s desparaecid@s de nuestro pueblo.
Profra. Josefina Sanchez Ponce.
9 de diciembre de 2012
REMINISCENCIAS DE UNA EPOCA PASADA
Evocando la ciudad de
Mexico, mi ciudad natal en epocas decembrinas.
En mi ya muy lejana
por cierto, niñez y adolescencia era un verdadero deleite cuando mi madre nos
llevaba a mis hermanas y a mi, a los diferentes mercados, era como algo magico
a nuestros infantiles ojos, el colorido de las piñatas primorosamente
decoradas, casi siempre en forma de estrella,
que sabemos simboliza los siete pecados capitales; el
olor maravilloso de pinos naturales, las esferas, los farolitos de papel; esa
mezcla deliciosa de los olores de las frutas, tejocotes, guayabas, limas,
jicamas, cañas, naranjas, y claro los indispensables cacahuates y colaciones,
confites, canelones, para el relleno de las canastitas, hechas de mimbre o de
papel crepe.
En mi pacifico
vecindario en aquel entonces, una señora maravillosa de una gran dulzura año
con año y con gran devocion, instalaba en el patio de su casa un gran
nacimiento, decorado con gran creatividad y lo mas apegado a lo que marca el
suceso biblico, con infinidad de peregrinos, luces, escarcha y por supuesto en
un fondo de heno y musgo. De la misma forma ponia mucho esmero en previamente
preparar a los niños que participaban en la representacion de la pastorela.
Las posadas se
celebraban como sigue siendo hasta la fecha del 16 al 24 (tristemente ahora se
le da un sentido muy diferente) recordando el peregrinaje de la Virgen Maria y
el señor San Jose de Nazareth a Belen, buscando un lugar donde alojarse para
esperar el nacimiento del niño Jesus.
En cada una de ellas
se pedia posada; a todos los invitados se les entregaban sus velitas
de colores y se entonaban letanias y villancicos y el dia 24, la ilusion era
ver colgada la esperada piñata, en aquel entonces ollas autenticas de barro y
rellenas de fruta y una vez que era quebrada abalanzarse para recoger la fruta
y la obligada reparticion de las canastitas que hacian el deleite de los niños.
Otro encanto de esos
dias era ir al centro de la ciudad para ver la hermosa iluminacion, que todavia
se da por supuesto especialmente en el Paseo de la Reforma, la Alameda Central,
la avenida Juarez, en el Zocalo, donde verdaderos artistas forman diferentes
figuras navideñas y que decir de las deliciosas castañas asadas que nos
ofrecian las vendedoras ambulantes sentadas en las banquetas con su anafre. No
podia faltar el Santa Claus para tomar las fotos con los chiquillos.
El punto culminante
era la cena, con el mismo menu que hasta la fecha sigue siendo el tradicional,
los romeritos, el pescado bacalao que debia ser del mejor, el noruego que no
tiene espinas, la ensalada de nochebuena, sin faltar el aromatico ponche y el
rompope y si habia posibilidades los datiles, y turrones españoles.
Hermosa
epoca!!!………. afortunadamente todavia hay muchas personas que se apegan a estas
celebraciones dandoles el verdadero sentido que tienen de religiosidad y
reflexion.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)