28 de febrero de 2013

Una reforma necesaria

Por: Ramon de la Peña Manrique

Hace tiempo escuché una charla en la que se explicaba la necesidad de tener una reforma educativa trascendente usando como ejemplo lo que se tiene que hacer en un rancho cuando su tierra ha sido degradada por malos usos del agricultor.

Este mensaje me hizo pensar en un tiempo pasado, en un rancho en Navidad, Galeana, en el cual, entre otras cosas, cosechaban papas que después se vendían en Saltillo y Monterrey.

El sostenimiento y nivel de vida ahí dependían de la cantidad y de la calidad de las papas que se producían -así como el nivel económico y social de nuestro País depende del nivel educativo que tenemos los mexicanos.

La charla me hizo reflexionar sobre qué hubiera pasado si la calidad y cantidad de papas hubiesen disminuido significativamente, si uno de los factores clave hubiera presentado deficiencias importantes.

Ese factor clave serían los fertilizantes que proveía una empresa monopólica, y cuyo dueño habría dicho -siguiendo con la hipótesis retrospectiva- que la culpa la tenía la encargada, quien alteraba la composición del fertilizante para su beneficio personal y el de su familia.

Conociendo al dueño del rancho, éste hubiera ido rápidamente con el propietario de la empresa a reclamarle por los malos fertilizantes, a pedirle que despidiera a la encargada de la producción, y que además reformara la calidad del producto. Y si así lo hubiera hecho el dueño de la empresa de fertilizantes, se hubiera acabado el problema que aquejaba la producción de papas en la zona.

Pero, ¿qué hubiera pasado en esa región si el dueño de la empresa no hubiera hecho nada, y no sólo eso, sino que hubiera afirmado que la producción de papas no corría riesgo alguno?

Por esa razón, lo que acaba de hacer el Gobierno federal es tan importante, pues por un lado acaba de eliminar a la encargada (Elba Esther Gordillo) de uno de los factores clave más importante (los maestros) que tenemos en nuestro sistema comunitario.

Y, por otro lado, el Gobierno acaba de formalizar la reforma educativa que esperamos que pueda realmente marcar un antes y un después para el desarrollo educacional, económico, social y político de nuestro País.

Esta nueva estrategia del Gobierno federal es muy distinta a la que implantó el Presidente Salinas de Gortari con el famoso "quinazo", que sin duda consolidó la imagen del Mandatario, pero no originó cambios fundamentales en la operación y manejo de una de las empresas más importantes de nuestro País (Pemex), sólo ocurrió un cambio de liderazgo sindical.

Hubiera sido muy distinto si además del cambio del líder sindical hubiera ocurrido una reforma energética similar a la educativa que hoy se ha realizado.

¿Qué falta por hacer?

Pues sólo pasar del dicho al hecho, de la reforma en papel pasar a una reforma en la operación de nuestro sistema educativo.

Para eso se necesita poner gente capaz de hacer que las cosas sucedan, asignarles los recursos, la responsabilidad y la autoridad para que lo puedan realizar coordinadamente con las personas responsables de la educación en nuestro País, y no quitar el dedo del reglón hasta que la reforma sea una realidad.

Esto implica que efectivamente seamos capaces de crear un excelente sistema de servicio profesional docente que promueva y permita tener a los mejores profesores, supervisores y directores al frente de nuestra estructura educativa.

Implica que la evaluación magisterial no sea voluntaria, no sea pactable y que tenga consecuencias. Implica tener escuelas dignas y de tiempo completo; tener una red de información para saber con exactitud cuántas escuelas, alumnos, maestros y directores existen en nuestro sistema educativo. Implica tener una alimentación sana y digna en nuestras escuelas.

Sin duda la reforma es un buen inicio para tener un mejor sistema educativo en nuestro País

25 de febrero de 2013

El valor de la discreción.


Tu lengua es como tu caballo,
                            si le eres fiel, te será fiel,
                           si le fallas, te fallará”
                                                                                                                        Proverbio árabe –español.

Por: Antonieta B. de De Hoyos

Han pasado varias décadas y aun recuerdo la manera como me impactó este proverbio árabe-español, cuando lo leí por primera vez.  Para ese tiempo, me encontraba en plena madurez  y aunque no fue demasiado tarde, tuve que aceptar las miles de veces que actúe con torpeza por falta de experiencia y conocimientos. Me vino esto a la mente al escuchar las declaraciones comprometedoras, que un joven reportero dio a una televisora a nivel nacional, espacio donde declaró sus preferencias sexuales y su adicción a las drogas.

Yo me preguntó: ¿A quién le interesa su vida privada? ¿Por qué la necesidad de justificarse ante tal audiencia?, cientos de miles de televidentes ni siquiera sabíamos de su existencia, mucho menos de su sufrimiento interno causado por  sus debilidades humanas.

Aun no comprendo el ¿por qué? mucho menos el ¿para qué? ¿Acaso es imprescindible, que las personas en la sociedad moderna tengan que proclamar lo que debería ser privado? En años pasados familias enteras, conocidas o anónimas, se llevaban a la tumba sus errores y  vicios.

En muchas historias familiares, es frecuente recordar a algún pariente que de manera inesperada se iba de la casa, aquél del que jamás se volvió a saber nada. En múltiples ocasiones fueron mujeres guapas, atractivas, las que teniendo todas las cualidades para convertirse en esposas perfectas  y contar con una larga fila de pretendientes, decidían permanecer solteras.

Durante mi adolescencia, tuve la oportunidad de conocer  a varios hombres maduros amigos muy estimados por mis padres, personas correctas, elegantes, distinguidas, hasta de abolengo;  cuyos rasgos y movimientos eran poco varoniles. Uno fue soltero empedernido, otro casado y con familia, los dos con un alto nivel educativo, propios, reservados. Por esa discreción inquebrantable, aunque sus allegados sospechaban de sus preferencias, ninguno se atrevió a preguntarlo, ni siquiera a investigarlo.

La gente respetaba y se daba a respetar, había limites y esa gran sabiduría ancestral: “Nunca digas todo lo que sabes, ni hagas todos lo que puedas, ni creas todo lo que oyes, ni gastes todo lo que tienes, ni juzgues todo lo que ves. Porque: quien dice todo lo que sabe, hace todo lo que puede, cree todo lo que oye, gasta todo lo que tiene y juzga todo lo que ve...Un día dirá lo que no conviene, hará lo que no debe, creerá lo que no es, gastará lo que no tiene y juzgará lo que no entiende”. Inscripción en las ruinas de Persépolis.

6 de febrero de 2013

Justicia a la mexicana!


La justicia es justa aunque las victimas sufran.

No existe tiranía peor que la ejercida
 a la sombra de las leyes 
y con apariencias de justicia.”
Montesquieu

La justicia en Nuestra Patria ha pasado a ser una palabra más en el diccionario. Una palabra muerta y estéril en la vida.

Este 5 de febrero cumplió años  la Primera Constitución Social del mundo, Constitución donde el derecho al trabajo, a la educación y a la propiedad de la tierra  quedaron  estipulados por los diputados del Congreso Constituyente de 1917, 96 años que las leyes mexicanas son letra muerta.

La educación de calidad es solo para unos cuantos, los que pueden emigrar de la Patria o tienen la fortuna de vivir en zonas urbanas donde la escuela pública cuenta con la colaboración de los padres o para los que pueden pagar por tecnología educativa en el aula.

La propiedad de la tierra agrícola está supeditada a la propiedad privada del germoplasma del maíz o del frijol o a los costos que cobren intermediarios; y si es la propiedad de la vivienda, la vivienda de los obreros son apenas unos cuantos metros cuadrados donde se hacinan con sus familias.

El trabajo mal pagado obliga a la emigración. Desde campesinos hasta profesionistas que deben su educación a la riqueza generada por los trabajadores que los ven partir sin ninguna esperanza de que exista una ciencia o tecnología nacional que eleve la calidad de vida de la población entera.

La delincuencia de todo tipo señorea por el suelo patrio sin que el Estado de Derecho  sea ejercido por quienes tienen que hacerlo. Averiguaciones previas mal realizadas dejaron libre a una secuestradora porque su gobierno ejerció  su derecho de exigir justicia para ella y los mexicanos carecemos de un gobierno que pueda brindar justicia para esta tierra donde vivimos: desaparecid@s, asesinatos, tráfico de drogas y contrabando de todo lo que se pueda vender aunque ello hunda a la población en el caos. El dinero limpio o sucio es lo que importa.

¿Dónde quedo la justicia? ¿Dónde está el sueño de distribuir la riqueza de la Patria entre todos? ¿Dónde quedo el sueño que propuso que la única diferencia que debía existir entre un mexicano y otro era el MODO HONESTO de vivir?

La impotencia avanza con el año: secuestradoras liberadas, mujeres mexicanas violadas por las que nadie levanta la voz, a menos que el gobernante en turno salga en la foto publicitaria llorando implorando por una justicia que su ineptitud no puede garantizar a sus pueblos. Represores dirigiendo la Seguridad Interna: Murillo Karam que hace mofa en un lugar de trabajo que se convirtió en lugar donde encontraron la muerte 37 mexican@s.

La justicia divina está lejos de la civilidad, la justicia humana está en manos de la ciudadanía que sabe exigir el restablecimiento del Estado de Derecho. No podemos seguir callando, esperando que este año sea mejor con los brazos cruzados. Cada uno de nosotr@s tenemos la obligación de exigir justicia total y plena antes de que seamos víctimas de ella y nos victimicen las autoridades dejando impunes los delitos que están socavando nuestras esperanzas de una Patria que un día se sienta orgullosa de que sus hij@s han podido garantizar educación, trabajo y propiedad de la tierra para tod@s los que tuvimos la gloria de nacer en esta tierra mexicana.

Profra. Josefina Sánchez Ponce

5 de febrero de 2013

Las Guarderias

Por: Rosaura Barahona

Las guarderías son un tema polémico e inagotable. Al discutirlo debemos tomar en cuenta diversas perspectivas: lo económico, lo psicológico, lo educativo, lo laboral, lo social, lo político, lo religioso y lo personal.

"Guardería" como "Feminismo" son malas palabras para algunas personas o grupos sociales.

A muchas personas de la clase alta les parece una ignominia enviar a sus hijos a una guardería. Nunca han visitado ninguna, pero sólo cuentan historias de terror sobre ellas, jamás de generosidad y amor.

Sus hijos no van a guarderías, pero todos tienen nanas, sin ninguna preparación especial para cuidar niños, dedicadas a conocer y a convivir más con el niño que la propia mamá.

Los matrimonios en donde la esposa se queda en casa tampoco aceptan de buena gana las guarderías. Les parece horrible dejar a los niños tan chiquitos en una, pero muchas mamás los dejan con la muchacha que tampoco está preparada para educar niños y, además, limpia la casa, lava ropa y cocina. Ellas atienden su vida social y su belleza.

Es probable que las mamás usuarias de las guarderías convivan más tiempo con sus hijos que quienes las critican porque deben recoger al niño a determinada hora y de ahí en adelante se dedican a atenderlo (junto con el papá, esperemos).

Por supuesto, hay excepciones en todas las clases sociales, pero predomina la idea de que son peores mamás las que envían a sus hijos a las guarderías que quienes no lo hacen. Y eso es falso.

Las guarderías no son perfectas, pero bien organizadas y administradas generan muchos beneficios para los niños y para la sociedad. Los niños socializan y aprenden mientras sus padres pueden trabajar fuera de casa con tranquilidad porque están bien cuidados.

Las guarderías del IMSS son excelentes. Sin embargo, anunciaron que, a partir de hoy, prohibirán el cobro de horas extras a las guarderías subrogadas. El horario establecido por el IMSS es de 7:30 a 16:30. Muy pocas madres o padres podrán recoger a sus hijos a esa hora porque implicaría salir de su trabajo antes de las 16:00.

Los padres de familia se quejan de que el IMSS ignoró sus peticiones. Y aunque el delegado nunca los recibió, en la delegación dijeron a la representante de los padres afectados que no podían hacer nada y le recomendaron contratar un servicio particular o salirse de trabajar para tener tiempo de calidad con su hijo.

¿Es burla o estupidez? Quien eso dijo ignora que los padres con hijos en la guardería no pueden dejar de trabajar porque necesitan su sueldo para vivir y tampoco pueden contratar un servicio particular, ni pagar a quien se los cuide.

Eso de "sálgase de trabajar para tener calidad de vida con su hijo" sonó a lo que el Ministerio Público o el juez dicen a una mujer cuando denuncia al marido por violencia repetida: "Váyase a su casa, cocínele rico y quédese calladita porque así se ve más bonita".

(Soy pacifista, pero ante esos cretinos, surge mi instinto asesino).

En el año 2002, la escritora galesa Allison Pearson publicó la novela "I don't know how she does it: the life of Kate Reddy, working mother", que fue traducida como "La vida frenética de Kate".

El libro está incluido en la literatura del posfeminismo porque la protagonista no es una víctima, sino una mujer viviendo complicadísimas situaciones dramáticas o cómicas. Quienes lo vivimos sabemos que habla con la verdad.

Cuando se refiere a las mujeres que trabajamos fuera del hogar, dice: "Somos como la primera generación de inmigrantes. Te bajas del barco, bajas la vista, trabajas todo lo que puedes y de la mejor manera posible e ignoras a los nativos que te odian sólo porque eres y hueles diferente a ellos y porque, un día, podrás quitarles su puesto. Pero hay esperanzas. La vida no te alcanzará para ver que las cosas sean como deben, pero el sólo hecho de ocupar un espacio o de haber conseguido un baño para las mujeres facilitará un poco las cosas para quienes vienen detrás de ti".

Y añade: "¿Otra ley de equidad y de igualdad de oportunidades? Ninguna ha logrado cambiar las cosas porque sólo provocan que la misoginia se vuelva subterránea y avance por los intrincados laberintos del internet".

Aquí tenemos un ejemplo de ello.

Fuente: El Norte
Con autorizacion directa de la autora

1 de febrero de 2013

Amores Verdaderos

Por: Antonieta B. De De Hoyos

Era sábado al oscurecer, había tenido una semana difícil en cuanto a emociones. Asistir a dos funerales, acompañar a despedir a seres queridos, siempre impacta en el ánimo de las personas, por más fuerte que uno se haga.

Me recosté un poco antes de prepararme para dormir. En esos instantes sonó el timbre del teléfono, reconocí la voz, era la de una amiga muy querida por mí desde la adolescencia. Juntas vivimos la alegría del nacimiento de nuestros hijos, los vimos crecer e independizarse, recibimos nietos y superamos las vicisitudes del matrimonio y la vida familiar.

Sus ocupaciones y las mías nos distanciaron, pero dentro de nuestros corazones, seguía latente el gran amor fraterno que nos profesamos. Desafortunadamente su esposo en los últimos años, por causa de una enfermedad ha visto deteriorada su salud, y lo más triste del caso es que no existe ninguna esperanza de recuperación.

Me dio mucho gusto escuchar su voz con ese tono alegre y entusiasta que le caracteriza, después de los saludos convencionales, ahondamos en la situación tan crítica por la que pasa. No sabía cómo expresarle mi dolor, no encontraba por más que me esforzaba, las palabras correctas que la alentaran a seguir adelante, era tal mi desconcierto que no atendía lo que me decía. Fue en un instante en el que pude acallar mi conciencia y puse atención a sus palabras, que me di cuenta de mi pequeñez como ser humano.

Ella me hablaba de la presencia de Dios en su vida, obviamente con mayor fuerza en estos difíciles años. Describía la forma insistente como en su pesar, le había buscado y le había encontrado. En ningún momento expresó angustia ni desesperación, por el contrario agradecía a Dios la fortaleza infundada y le pedía, le suplicaba siguiera bendiciendo a su esposo y a ella para que juntos pudieran llegar hasta el final. Nada la detenía, porque se sabía amada por Dios.

Me contó que todo este tiempo ha estado leyendo la Biblia, acuden siempre que pueden a misa, con el infinito deseo de tomar la Eucaristía y encomendarse a Él. Le pregunté maravillada ¿cómo había hecho para llegar a ese extremo de plenitud y aceptación? y me contestó. “Primero le pedí a Dios me ayudara a olvidar todos los momentos amargos, las ofensas y demás experiencias mundanas que enturbiaran mi paz interior, pues solo de esa manera podría servir con amor a la persona, que desde hace treinta y siete años le había jurado amor y fidelidad”.

Fue una charla saturada de espiritualidad, en la que me narró con gran emoción unas cuantas de las muchas experiencias religiosas en las que Dios le ha acompañado. Nos despedimos, no sin antes ponernos de acuerdo para continuar nuestra conversación, necesitaba escucharla de nuevo.

Esa noche mi amiga me mostró lo que es el verdadero amor de pareja y lo relevante de contar con la presencia divina, en este arduo andar terreno.

25 de enero de 2013

La Teoria de las Ventanas Rotas

Por: Antonieta B. De De Hoyos

Cuando recibí este correo electrónico no le di importancia, fue después cuando lo adapté a la vida diaria, que me di cuenta de su gran significado. El vidrio roto en un edificio o en un auto, trasmite la idea de deterioro, desinterés, abandono; muestra un rompimiento con códigos de convivencia, es la ausencia de ley, de normas o reglas que deben existir en toda relación humana.

Si en un edificio o en una casa se rompe un vidrio y nadie lo repara, muy pronto estarán rotos los demás. Aparentemente este hecho no es relevante, pero a partir de la indiferencia, el desorden, el descuido y la suciedad, se empiezan a generar delitos, al principio pequeños, familiares; mas tarde mayores que llevan hasta con la policía.

Si la sociedad permite delitos menores como: pasarse una luz roja, excederse en la velocidad, estacionarse en lugar prohibido, etc., y en el hogar se consiente faltar a la escuela, decir majaderías, golpear, etc. estas faltas sin sancionar son el principio de la destrucción. Por eso cuando los parques o espacios públicos son dañados constantemente y la autoridad no toma cartas en el asunto, pronto la gente los abandona y los deja a merced de los malvivientes.

La sociedad se desintegra por la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto entre sociedad y autoridad, la corrupción en todos los niveles, la falta de educación y normas de urbanidad; lo que trae como consecuencia un país, una ciudad y una enorme cantidad de casas con muchas ventanas rotas, que nadie está dispuesto a reparar.

Desde el punto de vista criminológico, el delito es mayor en los lugares donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato imperan. El reto está en crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de códigos básicos para la convivencia humana.

Cuando en el hogar se retoman los buenos hábitos alimenticios, se evita decir malas palabras, no se miente, se aceptan las consecuencias de los actos, con valor y responsabilidad, agregando además una buena dosis de educación a los pequeños, cambia en mucho lo que antes se había hecho mal.

La verdad es que una vez que se dejan de respetar los valores universales, todo comienza a deteriorarse con asombrosa rapidez. Por eso, si en una empresa, club de diversión, hogar o templo de oración, las autoridades y supervisores descuidan los comportamientos éticos de los colaboradores y asistentes, el ambiente del lugar se contamina.

Si se engaña, se trata con indiferencia, se deja que cunda el chisme, la decadencia está asegurada. Observemos la zona en donde vivimos, trabajamos, divertimos y oramos, ¿se practica ahí la teoría de las ventanas rotas? Pues a repararlas antes de que sea demasiado tarde. La impunidad es la peor de las ventanas rotas, no la dejemos entrar.

19 de enero de 2013

Dolores Mortales

Por: Ramon de la Peña

Dicen que no hay peor nostalgia que añorar lo que jamás sucedió.

Para mí el "hubiera" es el gran dolor moral que nos reclama al alcanzar la edad madura. Si hubiera estudiado me habría ido mejor en la vida, si no hubiera fumado no tendría el cáncer que ahora padezco, si hubiera ahorrado no tendría que estar angustiado por la escasa pensión que recibo, si hubiera educado y cuidado a mis hijos no tendrían los problemas que ahora enfrentan.

Pero el "hubiera" no existe, por lo que es necesario buscar la manera de evitar que se nos transforme en nuestro dolor moral.

¿Qué podemos hacer?, se preguntará usted.

Yo propondría dos caminos: uno para mis estimados lectores y el otro para los políticos electos o designados. El primero con recomendaciones para el año que acaba de empezar, y el segundo con el gran deseo que apliquen el decálogo que escribió Abraham Lincoln.

Yo le recomiendo dedicar tiempo a todo aquello que sea importante para usted, estimado lector. No olvidemos que lo que hace tan importante a los hijos, a la familia, a los amigos, es el tiempo que les hemos dedicado. La vida significa muchas cosas, no sólo el trabajo y la búsqueda de la riqueza; también significa ser amistoso, compartir, reír, leer, pasear y contemplar un atardecer.

Como parte de mi mensaje le dejo para su meditación parte de un poema de Víctor Hugo, el cual me atreví a parafrasear un poco para dedicarlo a mis lectores.

Les deseo primero que tengan amigos, inclusive malos e inconsecuentes; sean amigos valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedan confiar sin dudar; les deseo además que sean útiles, más no insustituibles, y que en los momentos más malos el pensamiento de su valía sea suficiente para mantenerlos en pie.

Igualmente, les deseo que sean tolerantes, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho, y que, haciendo uso de esa tolerancia, sirvan de ejemplo a los demás.

Les deseo que siendo jóvenes no maduren demasiado de prisa, y que, ya maduros, no insistan en rejuvenecer, y que siendo maduros no se dediquen al desespero, porque cada edad tiene su placer y su dolor.

Les deseo además que tengan dinero, porque es necesario ser prácticos, y que por lo menos una vez al año pongan algo de ese dinero frente a ustedes y digan: "Esto es mío", sólo para que quede claro quién es dueño de quién.

Les deseo también que ninguno de sus afectos muera, pero que si se muere alguno, puedan llorar sin lamentarse, y sufrir sin sentirse culpables.

A los políticos electos o designados les pediría que en sus programas y proyectos de este año tengan en mente las recomendaciones de Lincoln, un poco parafraseadas por mí.

Ojo, ustedes no pueden crear prosperidad desalentando con un exceso de reglamentos y leyes las iniciativas de los ciudadanos; tampoco deben fortalecer al débil debilitando al fuerte, lo que implica que ustedes no pueden ayudar a los pobres destruyendo a los ricos.

Recuerden que ustedes no pueden resolver sus problemas o los problemas de las comunidades mientras gasten más de lo que reciben.

Ustedes, los políticos, no pueden formar el carácter y el valor de las personas (muy aplicable al sistema educativo) quitándoles su libertad e iniciativa. Y recuerden que no se puede promover la fraternidad y la armonía admitiendo e incitando el odio entre las personas, las organizaciones y las comunidades.

Finalmente Lincoln recomienda algo que deberían recordar todos los que administran programas sociales públicos o particulares (el programa Oportunidades, entre muchos otros): no pueden ayudar a las personas haciendo por ellas permanentemente lo que ellas deben saber hacer por sí mismas.

Yo añadiría dos recomendaciones más: no olviden que la ilegalidad y la impunidad conducen a la corrupción, y que para eliminar este mal endémico de nuestro País sólo necesitan que toda mala acción tenga consecuencias.

12 de enero de 2013

La esperanza se cifra en la integridad familiar.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Tenía 23 años y era estudiante de fisioterapia en Nueva Delhi. El mes pasado se subió a un autobús y seis hombres la encerraron y la violaron durante horas, incluso lastimándola con una barra de metal. Luego la arrojaron desnuda a la calle, y tras luchar valientemente por su vida, murió el pasado fin de semana.

A lo largo y ancho de India, la gente está reaccionando con protestas masivas para decir “ya basta”. En ese país se viola a una mujer cada 22 minutos y pocas veces se hace justicia. A nivel mundial, la cifra es escalofriante: siete de cada diez mujeres serán física o sexualmente agredidas durante su vida. El horror acontecido en Nueva Delhi es la gota que derramó el vaso. Estamos en 2013 y esta brutal y corrupta guerra contra las mujeres a nivel global, tiene que acabarse.

El gobierno indio está recibiendo comentarios ciudadanos, necesita con urgencia una mejor aplicación de la ley y un amplio programa de educación pública y familiar, que cambie estas actitudes bestiales que se han generalizado. El cabecilla de los violadores afirma fríamente, que ella se lo merecía por atreverse a enfrentarlo. Culpar a la víctima es indignante pero común en las sociedad moderna, incluso la misma policía se niega a investigar cuando es una violación sexual. La impunidad en estos abusos reprime a las mujeres y corrompe a los hombres.

Las campañas de educación masiva, han dado muy buenos resultados en el cambio de hábitos de tabaquismo y alcoholismo en la población, por lo que existe la posibilidad de que con esta innovadora campaña, además de beneficiar el trato hacia las mujeres, también se activen mejores leyes y procesos legales eficaces.

La publicidad tiene un compromiso trascendente en las campañas públicas, pues con su información genera olas de apoyo en medios de comunicación como: internet,  televisión, prensa y redes sociales, durante largo tiempo. Estos anuncios están dirigidos al sector poblacional donde cunde la misoginia, es decir la violencia contra la mujer. El involucrar en estas campañas a estrellas deportivas,  cantantes,  actores de cine y televisión que el público respeta, fue positivo.

Lo realmente triste, es que esta falta de amor hacia la mujer en general, se promueve a diario en las telenovelas, en las películas, en las entrevistas dónde se le trata como objeto sexual, en la letra de las canciones y en los videos donde la desnudan y ridiculizan. Por eso, mientras existan mujeres con baja autoestima, que desconozcan su valía como persona, y entreguen su dignidad a cambio de fama, diversión y dinero, muchas otras inocentes pagaran por sus errores. 

Aquí en México, nuestros legisladores proclaman con gran orgullo, una nueva ley que condena a varios años de prisión, a los que dañen a los animales; mientras los abominables actos contra las mujeres, permanecen impunes…¡Qué ironía!

5 de enero de 2013

El arrepentimiento.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Este fue un fin de año especial, ya que en las últimas semanas tuve la oportunidad de vivir experiencias que jamás imaginé, unas fueron buenas otras no tanto,  pero todas superadas con el apoyo de Dios. Buscando algo que me motivara a  escribir, encontré esta singular información, que con sutileza me condujo a la meditación indispensable, cada principio de año.

Se trata del arrepentimiento, esa sensación interior que nos inquieta y que no nos permite ser felices y que en ocasiones llega hasta quebrantar la salud física y espiritual del individuo. Para fortuna o infortunio, la existencia lleva en su esencia la toma de decisiones, a cada instante el ser humano debe decidir sobre esto o aquello, lo que implica acertar o equivocarse.

Pero lo peor que puede pasarnos, es llegar al final de la vida con un “ojalá y lo hubiera hecho”. El “ojalá hubiera tenido el suficiente valor para hacer realmente lo que quería y no lo que los demás esperaban que hiciera”, es uno de los arrepentimientos más comunes. Algunos lamentan el haberse perdido de muchas cosas buenas en su vida y dicen:ojalá no hubiera dedicado tanto tiempo a mi trabajo”.

Desafortunadamente la madurez nos llega cuando nos vemos obligados a enfrentar la adversidad,  el miedo, el enojo, el arrepentimiento y eventualmente la aceptación. El no haber expresado los sentimientos, positivos o negativos, es otro arrepentimiento que trae a la  mente el “ojalá hubiera tenido el coraje de hablar y decir que no me gustaban esas cosas, o de decir a las personas lo que realmente sentía por ellas”. Otro momento difícil, es la nostalgia por las viejas amistades, las que a pesar de ser muy queridas por nosotros, no hacemos el esfuerzo por reencontrarlas y cuando lo intentamos, ya es demasiado tarde.

También sentimos una gran tristeza cuando pensamos que debimos ser más  felices  y que no lo fuimos por las cosas que dejamos de hacer. El "no hacer", trae a la persona profundos lamentos, pues por lo regular casi nadie se arrepiente de lo que hizo, bien o mal, ya que estas acciones son parte del aprendizaje de la vida; es mucho más doloroso el arrepentirse de lo que no se hizo.

Pero lo importante es que aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos y a no ser tan duros por  lo pasado. Nuestro espíritu se eleva cuando aceptamos que nos equivocamos. Muchas personas alrededor del mundo sufren en silencio, ven como su organismo se debilita, tienen el llanto a flor de piel, se van consumiendo en la tristeza profunda, a causa del arrepentimiento.

Este año que empieza, si nos es posible resarcir el daño hagámoslo, si es algo que ya no tiene remedio, pidamos perdón a Dios y soltemos la carga. Recordemos que el Creador en su infinita misericordia nos concede el perdón, cada vez que nos equivocamos.

La vida con sus altibajos sigue siendo bella, disfrutemos este 2013 de la mejor manera

27 de diciembre de 2012

Dos inesperadas experiencias religiosas.


Por: Antonieta B. de De Hoyos
La verdad es que nunca pensé que los vaticinios Mayas estuvieran equivocados, su sabiduría como cultura, es reconocida desde hace muchos años por  eminentes científicos del mundo. Lo que si me preocupó, fue el enorme  temor que se generó en la gente, a través de la publicación de cientos de reportajes sin fundamento.
Como coincidencia, el viernes 21  de diciembre, recibí la triste noticia de que mi nieta Andrealucía, que radica en Estados Unidos se había roto su bracito derecho.  Entre tantas llamadas me enteré de que habían contactado a un médico de prestigio, para que le realizara la operación indispensable. Como todos los días y las noches, esta vez también había encomendado a Dios a toda mi familia, por eso sabía que no iban a estar desamparados. A las cinco de la tarde mi nietecita entraría a quirófano, le practicarían una cirugía que duraría en promedio una hora.
De inmediato encendí mi cirio bendito, ese que conservo para situaciones extremas; a su lado coloqué la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que perteneció a mi abuela Agripina. Me senté en la alfombra y comencé a rezar el Santo Rosario, era viernes, correspondían los Misterios Dolorosos. Creo que en esos instantes de profunda oración, mi alma se elevó hasta el Creador, sentí como nunca cada una de las frases y de las oraciones pronunciadas, lo recé despacio, sin prisas, con toda la fe que corre por mis venas. Hablé con Dios, me encomendé a Jesucristo y le supliqué que intercediera por mi niña. Me tardé casi una hora, el tiempo justo en el que se daría por terminada la intervención. Esperé intentando tranquilizarme, a que llegara la llamada que me informara los resultados.
Cerca de las nueve de la noche, escuché la voz de mi nuera que me decía que todo había salido perfecto, que resultó menos complicado de lo que se esperaba, que no habían tenido que pasar la noche en el hospital y que, en esos momentos ya estaban en casa. Apagué mi veladora y di Gracias a Dios.
Al anochecer vi en el noticiero nacional, la multitud que se reunió en el territorio Maya  en México y Guatemala, para recibir la energía sagrada, así como las entrevistas que los reporteros hicieron a los visitantes. Todos sin excepción, estuvieron de acuerdo en que no se vaticinaba el fin del mundo, sino el de una era materialista, lo que permitiría de inmediato el cambio social anhelado.
Me impactó la manera como los ahí presentes sonreían y alzaban sus brazos, intentando llenarse de la esperanza y el amor divino. Recordé mi experiencia religiosa de esa tarde y la comparé con la de aquellas miles de personas, que acudieron con el único fin de sentir la presencia divina. Este año que está por iniciar fortalezcamos nuestra fe, y gocemos de la presencia de Dios en donde quiera que estemos, y en el preciso momento que lo imploremos.

25 de diciembre de 2012

¿Por qué es importante enseñar a orar a los niños?


Por: Antonieta B. de De Hoyos
Muchos adultos mayores, recordamos con nostalgia aquellas noches en las que cuando éramos pequeños no podíamos dormir, y nuestra madre después de contarnos un hermoso cuento, nos pedía que nos arrodilláramos al pie de la cama para rezar el tradicional “Ángel de mi guarda”. Era una bella costumbre que serenaba al inquieto chiquillo y le permitía conciliar el sueño. ¿Pero porque hoy ya no lo hacen los padres, en especial la madre? Pudiera ser por  inexperiencia, o porque sus padres no lo hicieron con ellos.
Si el adulto rezara con su niño por las noches, seguro que habría menos jóvenes dentro de las bandas delincuenciales, menos asesinos juveniles, disminuirían los adictos al alcohol, las drogas, el juego y la corrupción.  Este caos familiar y social es el resultado de una deficiente educación moral y espiritual en los vitales primeros años.
En la actualidad los asistentes a las misas o cultos religiosos, son en su mayoría personas adultas y de la tercera edad, solo una minoría son niños, adolescentes y jóvenes, que escuchan con atención la Palabra de Dios y las indicaciones del sacerdote o pastor. Esta negligencia paterna, conduce a que los niños no sepan orar, ni comunicarse con Dios, ni con sus padres.
Educar en la oración es fácil, lo único que se requiere es constancia y un inmenso amor por los hijos; si este bello propósito se hiciera realidad esta navidad, estoy segura de que éste, sería el más trascendental de los regalos. Urge retomar la armonía social y hogareña. No busquemos oraciones complicadas, usemos lo más sencillo, lo más natural; dejemos que los niños hablen de lo que tienen en su inocente corazón.
Como apoyo a esta actividad se puede poner en un lugar visible de la recámara o de la casa, un cuadro de María con Jesús en brazos, o el clásico Ángel guardián que protege a una parejita de niños, cuando van cruzando un puente. Sería un bonito regalo de abuelos y padrinos.
Percibir la presencia divina desde la infancia, infunde en la persona una enorme seguridad para los años venideros. Obra inolvidable de amor hacia el Creador. Tener el privilegio de vivir en compañía de Dios, ayuda a cometer menos errores y a gozar de la fortaleza necesaria, para superar la adversidad cuando esta se presenta, en forma de un divorcio, la muerte de un ser querido, el desempleo, el abandono, o la enfermedad.
Orar, es elevar el alma a Dios, es platicar con Él, es estar convencido de que está contigo. Alabar, suplicar, agradecer, pedir perdón por las faltas cometidas, purifica el organismo. Acostumbrar desde niño a pedir por los demás, hace del corazón una fuente eterna de generosidad.                                                                                                                                                  
La primera actividad evangelizadora de los padres, es enseñar a orar a los hijos: es el primer catecismo de sus niños, su primera conversación con Dios; pero sobre todo el mejor hábito que podrán inculcarles y que les servirá de mucho, en su arduo camino de salvación.

20 de diciembre de 2012

Desconecte a su hijo

Por: Ramon de la Peña Manrique

Hace tiempo me tocó leer un reportaje en la revista electrónica Business Know-How, en el que se destacaba que si no se cuida el uso del internet, en especial el correo electrónico, podría ser un poderoso asesino silencioso de la productividad en los negocios.

Este esquema de comunicación que luce perfectamente inocente les puede robar tiempo y lastimar la productividad de los colaboradores y en última instancia afectar la utilidad económica de las empresas.

Pero me impactó aún más un mensaje que me envió un ex alumno en el cual se destaca que los cerebritos de las empresas más sobresalientes en el arte y la ciencia de las tecnologías de información y comunicación en Silicon Valley, en California, están enviando a sus hijos a una escuela (la Waldorf School of the Peninsula) en la que no usan en el proceso de enseñanza-aprendizaje ni computadoras, ni televisores, ni otro instrumento electrónico: sólo está el profesor, su método, el pizarrón, gis y borrador.

En el mensaje se destaca la pregunta: ¿por qué profesionales de Silicon Valley, que parecen deberle mucho a la industria informática, envían a sus hijos a una escuela que no usa computadoras?

También se menciona de manera destacada el testimonio de uno de los papás que tienen a sus hijos en esta escuela, y quien dice que la eligió porque cuestiona la tendencia actual a equipar en informática a las clases desde una edad cada vez más temprana.

"La computadora no es más que una herramienta. El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos", señala. "La pantalla perturba el aprendizaje y disminuye drásticamente las experiencias físicas y emocionales".

En mis tiempos de estudiante mi "computadora" era una regla de cálculo que me servía para multiplicar, dividir, sacar raíz cuadrada, logaritmos, senos y cosenos; usaba esa "computadora" para hacer todas las operaciones necesarias para analizar, operar y diseñar los procesos químicos, pero pronto esa regla de cálculo se transformó en una calculadora digital y después en una computadora difícil de manejar.

Y es que en algún momento el talento educado y creativo de mucha gente dio lugar a las computadoras y calculadoras que hoy usamos y conocemos. Pero finalmente no son más que reglas de cálculo sofisticadas que no sustituyen el talento creativo, innovador, responsable y honesto de las personas educadas.

De hecho, en los mismos mensajes se nos dice que ha surgido una nueva enfermedad concebida por el uso excesivo de los sistemas de información y comunicación, una enfermedad similar a los vicios que hemos ido creando al paso del tiempo: los vicios del cigarro, de las bebidas alcohólicas, del juego en los casinos, de los enervantes. Ahora se ha creado el vicio llamado nomofobia, que es un miedo irracional a salir de casa sin el celular, es decir, a estar "desconectado".

¿Quiere decir esto que los programas para equipar a las escuelas de educación básica, con computadoras, pizarrones electrónicos y programas sofisticados de contenidos educativos, no son tan efectivos para fortalecer en nuestros hijos y alumnos sus capacidades creativas y de lectura, de entender lo que leen?

Así es, sería la respuesta de la Waldorf School, que nos dice: "Buscamos despertar en cada alumno su propia individualidad, y desplegar y multiplicar su capacidad de pensar, sentir y desear, creando así un verdadero mundo más humano a través de una educación que sea fuente de un gran cambio social positivo". La educación en Waldorf, nos dicen, busca liberar el espíritu humano.

Por eso mismo, estimado lector, cuidemos que en nuestras escuelas no se promueva en nuestros hijos esta parte de la nomofobia a estar "desconectados"; mejor hay que promover que se fortalezca en ellos su creatividad, su ingenio, su responsabilidad, su honestidad, su capacidad de resolver problemas, tener una comunicación efectiva, y unas buenas relaciones interpersonales.

Feliz Navidad, recuerde que nadie puede celebrar y amar a Dios si no celebra y ama a su prójimo al mismo tiempo.

19 de diciembre de 2012

Gocemos el instante sagrado


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Cuenta una leyenda nórdica que un espíritu procedente de la lejana galaxia del universo, vino a la Tierra y se instaló en el hemisferio norte, para repartir aquello de lo que no puede prescindir el ser humano: paz, amor, armonía y alegría.

Nuestros antepasados sabían que algo especial pasaba en el planeta el día más corto del año, lo que quiere decir es, que en todas las épocas se reconoce que desde el  21 de diciembre  una energía especial envuelve a la madre Tierra.

Se cree que en la mayor oscuridad de las noches largas del solsticio de invierno, es cuando recibimos el espíritu de la Navidad, una luz luminosa que despierta en nosotros sentimientos de amor y paz. Muchos maestros han nacido en estos días, pero uno en especial, ha marcado nuestra vida con su ejemplo de amor ilimitado, su pureza de intención, sus grandes lecciones de justicia, de amor y perdón, y ese es Jesús, el Hijo del Padre, que llegó en los precisos momentos de mayor oscuridad.

Esta bendita energía nos ayuda a perdonar y a olvidar desavenencias, despierta el entusiasmo en todo lo que hacemos; razón por la que recibimos y damos regalos que expresan amor y solidaridad hacia nuestros hermanos. Desafortunadamente el consumismo actual, ha logrado rebajar este maravilloso regalo divino al nivel humano, al grado de que mucha gente se olvida de recibir esta gran luz de energía, que cada año nos visita.

Comencemos hoy con una limpia de casa y de corazón. Botemos todas las cosas viejas y dañadas, los odios y rencores, el pesimismo y la confusión, para que podamos recibir el amor que viene del cielo y que generará en nosotros nuevas y mejores experiencias. Es importante comprender que este es un instante sagrado, Dios nos está dando una energía de esencia sagrada, una luz de vida a nuestra alma y corazón.

La palabra Navidad habla de una noche bendita, de un tiempo de dulce espera y una grata ilusión. Navidad es la esperanza que viene a traernos pensamientos positivos, deseos hermosos; es el ensueño de cambios profundos. Cerramos el ciclo del año presente y abrimos en armonía el ciclo del año que inicia.

Meditemos y pidamos paz para nuestro planeta, nuestro país y nuestra comunidad, pidamos por que los gobernantes sean honestos, por los niños pobres y desamparados, por las familias desunidas, por los enfermos y por los ancianos desvalidos. Después pidamos por nosotros mismos para que logremos el cambio que necesitamos.

Saquemos de nuestro hogar la violencia, las discusiones, peleas, gritos, malas palabras, insultos, toda la energía negativa que impide la entrada del espíritu de la Navidad. Borremos de nuestra vida los malos recuerdos, tengamos presente los momentos bellos.

 “Ordenemos nuestra forma de vivir, pues solo en el orden tendremos tiempo para Dios”.

17 de diciembre de 2012

El pueblo paga pero no manda


Los invitados de palo

“Entre un gobierno que lo hace mal
 y un pueblo que lo consiente,
 hay cierta complicidad vergonzosa”
Víctor Hugo
Estamos por concluir un año, un año donde la violencia se ha enseñoreado del país,  una violencia que también ha enlutado los hogares de muchos de nuestros vecinos en este municipio fronterizo. La violencia y la impunidad. La violencia y la impotencia, la violencia y el miedo  son tan cotidianos que ya no sentimos miedo ni nos horroriza escuchar detonaciones.

A la población solo le queda la esperanza de que el año que entra sea mejor porque con el año vendrá el cambio de gobierno municipal y quizás en esta ocasión los habitantes de esta frontera puedan confiar en que existirá in liderazgo, si ya no moral, por lo menos que sea político y muestre capacidad para informar a la comunidad sobre las medidas que se toman ante cada contingencia, ante cada oleada de violencia que cancela la vida cotidiana.

Solo escuchamos en el informe cifras y números que opacan la realidad: la administración no electa prefirió honrar al Mayor fallecido de Eagle Pass con un mexicanísimo Altar de Muertos  que a los trabajadores de SIMAS que murieron desempeñando su trabajo, trabajadores que además fueron sus compañeros de trabajo cuando también le tocó administrar esa dependencia; además avaló el pago de un patinadero de hielo y el consecuente recibo de energía eléctrica cuando la deuda del municipio sigue aumentando.
Videos y música han sido usados para acallar los reclamos por una deuda  que ha servido para pagar bodas y banquetes de los invitados VIP al tercer informe y no se ha  invertido  en campañas para contratar personal capacitado y profesional que brinden seguridad a todos los vecinos del municipio que vivimos a merced de rateros.

Fotografías panorámicas muestran el maquillaje de una ciudad donde el medio ambiente se ha reducido al cobro de un impuesto, el  “Revisado Ecológico”, y eternas campañas de recolección de llantas usadas y se ha permitido la construcción de casas para los trabajadores donde lo que queda prohibido es que se cuenten con áreas verdes suficientes  que dignifiquen la calidad de vida o la proliferación de basureros en banquetas y calles o terrenos baldíos.
Quizás el año que viene no sea tan nefasto por terminar en 13 y los numerologos nos hagan el favor de guardarse sus negros vaticinios y nos dejen creer que los ciudadanos tenemos la capacidad de dirigir el municipio.

 Queremos soñar que el PRI dejará de pagarse sus cotos de poder  y volteara los rostros  hacia la población abandonando el peso muerto de  sus satélites. Que el PAN dejara su eterno canibalismo  y que el resto de los partidos que ni siquiera han logrado mantener su registro en el Estado dejarán de ser una carga al erario público para que ese dinero sea destinado a preparar y profesionalizar  a todos los elementos de Seguridad Publica.

Quizás el año que viene no podamos ver erradicada la violencia pero quizás exista una oportunidad para la justicia y se haga justicia para las mujeres que han sido asesinadas en esta ciudad y que por no tener el apellido Moreira aún no han podido recibir una justa sepultura. A lo mejor, los ciudadanos  tomemos conciencia de nuestra fuerza y podamos lograr  que las autoridades hagan su trabajo y retornen a sus hogares l@s desparaecid@s de nuestro pueblo.
Profra. Josefina Sanchez Ponce.

9 de diciembre de 2012

REMINISCENCIAS DE UNA EPOCA PASADA




Evocando la ciudad de Mexico, mi ciudad natal en epocas decembrinas.

En mi ya muy lejana por cierto, niñez y adolescencia era un verdadero deleite cuando mi madre nos llevaba a mis hermanas y a mi, a los diferentes mercados, era como algo magico a nuestros infantiles ojos, el colorido de las piñatas primorosamente decoradas, casi siempre en forma de estrella, que  sabemos  simboliza los siete pecados capitales; el olor maravilloso de pinos naturales, las esferas, los farolitos de papel; esa mezcla deliciosa de los olores de las frutas, tejocotes, guayabas, limas, jicamas, cañas, naranjas, y claro los indispensables cacahuates y colaciones, confites, canelones, para el relleno de las canastitas, hechas de mimbre o de papel crepe.

En mi pacifico vecindario en aquel entonces, una señora maravillosa de una gran dulzura año con año y con gran devocion, instalaba en el patio de su casa un gran nacimiento, decorado con gran creatividad y lo mas apegado a lo que marca el suceso biblico, con infinidad de peregrinos, luces, escarcha y por supuesto en un fondo de heno y musgo. De la misma forma ponia mucho esmero en previamente preparar a los niños que participaban en la representacion de la pastorela.

Las posadas se celebraban como sigue siendo hasta la fecha del 16 al 24 (tristemente ahora se le da un sentido muy diferente) recordando el peregrinaje de la Virgen Maria y el señor San Jose de Nazareth a Belen, buscando un lugar donde alojarse para esperar el nacimiento del niño Jesus.
En cada una de ellas se pedia  posada; a todos los invitados se les entregaban sus velitas de colores y se entonaban letanias y villancicos y el dia 24, la ilusion era ver colgada la esperada piñata, en aquel entonces ollas autenticas de barro y rellenas de fruta y una vez que era quebrada abalanzarse para recoger la fruta y la obligada reparticion de las canastitas que hacian el deleite de los niños.

Otro encanto de esos dias era ir al centro de la ciudad para ver la hermosa iluminacion, que todavia se da por supuesto especialmente en el Paseo de la Reforma, la Alameda Central, la avenida Juarez, en el Zocalo, donde verdaderos artistas forman diferentes figuras navideñas y que decir de las deliciosas castañas asadas que nos ofrecian las vendedoras ambulantes sentadas en las banquetas con su anafre. No podia faltar el Santa Claus para tomar las fotos con los chiquillos.

El punto culminante era la cena, con el mismo menu que hasta la fecha sigue siendo el tradicional, los romeritos, el pescado bacalao que debia ser del mejor, el noruego que no tiene espinas, la ensalada de nochebuena, sin faltar el aromatico ponche y el rompope y si habia posibilidades los datiles, y turrones españoles. 

Hermosa epoca!!!………. afortunadamente todavia hay muchas personas que se apegan a estas celebraciones dandoles el verdadero sentido que tienen de religiosidad y reflexion.