29 de diciembre de 2011

Revisión urgente

Por: Rosaura Barahona


La discusión sobre los valores de nuestra sociedad es muy importante, pero hoy el tema se reduce con frecuencia a una cantaleta: "Ya se perdieron los valores y debemos recuperarlos".

La idea es importante, pero al plantearla así parece que los valores fueran objetos concretos arrumbados en el cuarto de los tiliches y que podemos recuperar en cuanto los busquemos.

Como en otros ámbitos, la mayoría de los mexicanos considera que la pérdida de valores es culpa de los demás, no de cada uno de nosotros, pero si somos sinceros y autocríticos debemos aceptar que ese cambio de valores lo sostenemos a través del consumismo, la frivolidad, la sobreprotección de los hijos, la complicidad con la corrupción cotidiana y el aparentar lo que no somos.

Cualquiera de las cosas anteriores dan para un libro completo, pero permítame ilustrar algunas de ellas a través de un ejemplo concreto en nuestro caso: las bodas.

No hace muchos años, el concepto de boda era otro (no mejor necesariamente). Los novios y sus papás invitaban a algunos amigos y familiares con quienes se buscaba compartir la emoción del inicio de una etapa nueva e incierta, aunque llena de esperanzas.

El meollo de una boda era escuchar los votos intercambiados por los novios. Ahora la gente se salta la boda. Lo importante es la fiesta, el vestido, la reseña periodística y la originalidad. Si alguien trajo de París el pan para la boda de su hija, otro trae el hielo directo de la Patagonia. El objetivo no es una mejor boda, sino mostrar el poder económico y social de alguien.

Antes los novios compraban las cosas poco a poco; ahora si no lo tienen todo, no se casan.

Una chica que conozco se casó fuera de aquí: el papá fletó, por su cuenta, aviones para amigos y familiares. Las flores, importadas; el mejor chef para la comida; les regalaron la casa con todo, los coches, la luna de miel y lo que usted guste y mande. Los preparativos tomaron más de un año. Antes de los seis meses ya estaban separados, y al año, divorciados.

No tengo nada en contra del divorcio. Me parece una medida sana y, a menudo, necesaria. Pero una cosa es divorciarse tras el intento de crear una pareja o una familia y, la otra, divorciarse porque el matrimonio no fue el esperado paseo por Disneylandia.

Antes sólo los artistas tenían matrimonios al vapor: Rodolfo Valentino y Jean Acker duraron 6 horas casados; Zsa Zsa Gabor y Felipe De Alba, menos de 24 horas; Liz Taylor y Conrad "Nicky" Hilton, 8 meses; Britney Spears y Jason Allen Alexander, 2 días; Cher y Gregg Allman, 9 días; Dennis Hopper y Michele Phillips, 8 días; Sinead O'Connor, 16 días, de los cuales sólo 7 pasó con su esposo.

¿Por qué habrán decidido casarse? Ni modo de achacarlo a la hormona alborotada porque cualquiera de ellos pudo haber vivido con quien se le diera la gana y no pasaba nada. Y si no se les antoja vivir juntos, comparten unos revolcones, se despiden y tan amigos. ¿Para qué se casan? Ni idea.

¿Le parecen ejemplos exagerados? Lo son, pero ilustran que el concepto de matrimonio hollywoodense no tiene nada que ver con el tradicional. Allá las relaciones o los matrimonios duraderos son excepcionales y esa tendencia se ha extendido por todo el mundo y en ese mundo andamos nosotros.

Los expertos lo repiten continuamente: urge revisar a fondo, y desde todas las perspectivas posibles, el concepto de matrimonio actual porque, tal y como está, ya no funciona.

Ahora, si volvemos la vista hacia atrás y vemos los matrimonios de las bisabuelas que, se supone, sí funcionaban, descubrimos que funcionaban de acuerdo a la mentalidad de entonces: uno tenía el poder absoluto y jamás rendía cuentas de nada, mientras la otra obedecía, tenía hijos y no chistaba.

La institución matrimonial o el concubinato ya no gozan de buena salud. Urge buscar nuevas formas legales de relación que protejan a los involucrados y no dañen tanto a la sociedad.

Mientras no hagamos eso, los divorcios seguirán en aumento en todos los estratos sociales y continuarán muriendo mujeres a manos de sus respectivas parejas cuya mentalidad sigue anclada en el siglo 19.

Éste es el último artículo de un año que voló. Que el 2012 sea mejor no sólo para los matrimonios, sino para todos
 
Publicación autorizada por la autora

Fuente: El Norte

23 de diciembre de 2011

Quiero la esencia, porque mi alma hoy tiene prisa.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Esta frase la tomé como título, porque a pesar de que hace ya casi una década que la leí, continua grabada en mi memoria, y ahora con el ambiente nostálgico que nos invade  por la navidad, me pareció bueno recordarla. El poder de estas ocho palabras es extraordinario, al grado de producir  fuertes cambios en la conducta de las personas, como me sucedió a mí.

En esta ocasión la reflexión va dirigida a las personas adultas, a todas aquellas que deseamos avanzar en el camino de la madurez; dicho en otras palabras, cuando nos decidimos a buscar la esencia de la vida, cuando empezamos a darnos cuenta de que en las cosas más simples, en las menos complicadas está la felicidad.

Es en ese momento, en ese “clic” que hace nuestra  mente y nuestro corazón, que dejamos de asistir a reuniones donde solo se habla de superficialidades, cuando nos vamos alejando de los envidiosos, de los que desacreditan a los exitosos, de todos aquellos  que se apropian de lugares que no les corresponden, que no tienen talento para desempeñar el puesto que ocupan y que jamás obtienen grandes logros honestos.

Algo sucede en nuestro interior, que ya no nos permite relacionarnos con cualquiera con el único propósito de quedar bien con los demás; es dejar de mentir por conseguir una comodidad fugaz, ya sea por miedo al dolor que trae consigo la soledad o, a tener que comenzar de nuevo.

Cuando repetí la frase: “quiero la esencia porque hoy mi alma tiene prisa”, se me clavó en el corazón, y fue en una temporada navideña como ésta, precisamente cuando mi espíritu sobrepasa a la materia, que ya no pude ser la misma. Desde ese instante me prometí no tolerar caprichos de personas mayores inmaduras, empecé a buscar la  esencia de las cosas y de las personas, porque me di cuenta de que mi alma tenía prisa y mi corazón estaba ansioso, ávido de convivir con gente más humana, muy humana. A partir de aquel momento busqué personas que supieran reír de sus errores, que no se envanecieran con sus triunfos, que no se consideraran superiores ni elegidas, que no huyeran de sus responsabilidades, que defendieran con firmeza la dignidad de los desposeídos  y la excelsitud de la naturaleza. 

Ahora quiero caminar junto a personas de verdad, quiero disfrutar de su afecto sin prisas, ya no quiero perder el tiempo. Lo esencial, lo sencillo es lo que  vale la pena vivir. Hoy quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de su prójimo, que cante, que baile, gente que aprenda de las lecciones de la vida, que sienta dentro de su alma las caricias divinas y que crea en el amor.

A partir de aquel día dejé de pensar en el pasado y de obsesionarme por el futuro, me prometí vivir el presente que es donde la vida acontece y donde se encuentra Dios, mi meta será  llegar a la final satisfecha, con plenitud y paz…,  ¡Feliz Nochebuena y venturosa navidad!

22 de diciembre de 2011

Nochebuena, navidad y fin de año, tiempo ideal para cerrar ciclos.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Es providencial que la Nochebuena, la navidad y la Nochevieja se celebren al finalizar el año, porque de esa manera muchos podemos reflexionar sobre lo que hicimos y lo que dejamos de hacer; en lo que logramos y en lo que pospusimos; en lo que acertamos y en lo que nos equivocamos;  en las nuevas metas, en retomar el camino, y más.

Al final de un ciclo, por lo general  volvemos la vista atrás y revisamos lo que pasó. Algunos se quedan con el resentimiento culpando por lo sucedido al otro, muchas veces hasta enojados con la vida y con Dios, murmurando que no fue justo. Otros toman toda la responsabilidad y se declaran inútiles, cayendo en la depresión que les impide empezar de nuevo. Hay ocasiones en que se nos presentan situaciones inesperadas, increíbles, pero estas no llegan por casualidad,  son el resultado de no haber usado con sabiduría el gran poder de elección, que Dios nos otorgó. Pero aun así, la lección que nos queda siempre es de gran utilidad, si la aquilatamos y superamos.

Solo necesitamos detener el paso, buscar un momento de soledad para revisar lo vivido, con eso nos  daríamos cuenta de que nada ha sido en vano, y que desde el amor y el perdón, podemos dejar de lado toda clase de culpa.

Sabemos que nuestros pensamientos, creencias, sentimientos, experiencias pasadas, inconformidades, etc. influyeron en nuestra  conducta hacia los demás, por eso mismo estamos dispuestos a reconocer  errores pero también valores, fortalezas y virtudes. Por supuesto que no estamos siendo castigados ni por Dios ni por la vida, son cosas que nos han tocado vivir como parte de nuestro crecimiento personal y para nuestro bien. Lo esencial es que nos amemos y nos perdonemos. Que estemos dispuestos a perdonar, a seguir adelante y ser felices.

Al soltar el dolor, el resentimiento, la sensación de pérdida y de injusticia, el remordimiento, la culpa y el deseo de venganza; estaremos listos para cerrar el ciclo y empezar otro con mayor brío. Si aceptamos la situación en la que se encuentran nuestras emociones, tendremos la oportunidad de pasar a la otra etapa y avanzar más rápido en el camino de la perfección. Ya no nos estancaremos buscando causas, justificaciones o, porqués. El pasado pasó, es hora de disfrutar el presente y vislumbrar el futuro. Cierro un ciclo y subo un peldaño en la enseñanza, ¡avanzo!

La navidad nos ayuda a sentir gratitud por todas las cosas que tenemos, por todas las que hemos vivido y por las que vamos a vivir; nos llena de amor y de reconciliación, de deseos de compartir alegría. Aprovechemos su magia para cerrar el ciclo y vayamos con alegría al encuentro de Jesús.

15 de diciembre de 2011

Impotencia

Por: Rosaura Barahona


La sensación de impotencia es una de las más terribles y dolorosas para el ser humano. Querer hacer las cosas y no poder hacerlas provoca desesperación, rabia, rebeldía y tristeza.

Hay muchos tipos de impotencia, pero todos terminan por convertirse en una piel indeseada que nos limita y de la cual no podemos deshacernos.

La impotencia ante un bebé gravemente enfermo es desesperante. Quisiéramos transferir su enfermedad a nosotros, aunque sabemos que es imposible. Soñamos con convertirnos en entes mágicos para curarlo con una varita mágica. Ansiamos volver eficiente la medicina y apresurar la cura. Lloramos al no poder protegerlo del dolor y del sufrimiento. Y terminamos por clavarnos las uñas en las palmas de las manos porque nada podemos hacer.

Quizá a quienes no han vivido una experiencia similar lo anterior les parezca exagerado; por desgracia, no lo es. Al contrario, me quedo corta y si lo duda, dése una vuelta por los centros de niños con cáncer, invidentes, con parálisis cerebral o con cualquiera de las enfermedades contra las que se lucha día a día.

Hay muchos otros tipos de impotencia, pero me referiré sólo a una de ellas: la impotencia cívica. Esta impotencia nos vuelve como los perros amarrados por su dueño... ladran mucho, pero no hacen nada.

Casino Royale. Cincuenta y dos muertos. Más de 100 días para emitir un dictamen oficial. No hay culpables, sólo quienes echaron gasolina. ¿Entonces todas las entrevistas que vimos en la tele, leímos en la prensa y escuchamos por radio de los testigos, de los sobrevivientes, de los bomberos, de los empleados que salvaron gente, de los familiares desesperados, eran falsas? Porque dijeron algo muy distinto.

¿Sería su imaginación? Porque ahora se asegura que hubo más puertas de emergencia que las mencionadas al principio y, claro, todas funcionaban a la perfección. La foto de la puerta pintada ¿fue inventada? ¿Era "photoshop"? ¿Nos la imaginamos?

La puerta que abrieron los bomberos a punta de golpes y tenía atrás una pared para cancelarla porque, al parecer, por ahí entraron algunos a robar, ¿fue una trampa puesta por los medios? ¿Por los ciudadanos? ¿Por los bomberos? Seguro lo hicieron para acusar de algo a los inocentes dueños del antro que estaba en orden absoluto.

La puerta VIP que nadie conocía porque no se veía ¿también cuenta como una puerta desperdiciada por quienes se estaban calcinando?

Las declaraciones de los bomberos, las autoridades y los sobrevivientes ¿fueron tomadas en cuenta a la hora de hacer la investigación o todo se resolvió, como de costumbre, a través de transferencias bancarias, de contratos para solaparse unos a otros y de apostar ¡de nuevo! al olvido de los mexicanos? Terrible dolor.

Y la cara de serenidad con la que las autoridades leyeron el dichoso dictamen que es una burla macabra llena de desprecio hacia nosotros y, sobre todo, hacia los deudos de quienes ahí fallecieron porque no había salidas visibles, abiertas y señaladas dentro del casino y porque las autoridades, desde Gobernación hasta el Municipio, saben que no sucederá nada en este País en donde los ciudadanos somos un mero ornamento.

¿Con quién los acusamos? Felipe Calderón se la pasa de discurso en discurso hablando de un México existente sólo para él.

¿Los medios? Muchos han estado del lado de los deudos; nos hacen compartir sus historias, humanizan la tragedia porque no muestran muertos en abstracto, sino con un rostro y una historia. Pero no pueden hacer más.

¿Los Congresos, el Senado? Nada de eso cae dentro de sus funciones, pero si cayera, tampoco harían nada.

¿El Ministerio Público? Ése es tema para otro artículo.

¿Demandas legales como la de Aldo Fasci? Quizá, pero tomarán tiempo y mientras tanto, las autoridades se volverán a salir con la suya. Igual que en la ABC, los responsables son peces gordos y en este país sólo se pescan a las sardinas, así que no sucederá nada.

Eso más la Torre inútil y costosísima cuyos constructores ni siquiera se conocen ¡porque se perdieron los contratos! nos hace sentir impotentes de verdad.

Los mexicanos (salvo una minoría activista excepcional) somos integrantes de un club comodino y resignado a su impotencia. Siempre ladramos mucho, pero no hacemos nada.

14 de diciembre de 2011

EQUINOTERAPIA



Desde tiempos prehistoricos el caballo ha prestado una ayuda invaluable al hombre, lo vemos en las guerras luchando y muriendo junto con los soldados, utilizado como medio de transporte, en tareas agricolas, en competencias ecuestres, en la tauromaquia, en ceremonias reales, los recordamos tambien llevando con esa gallardia que los caracteriza el feretro del ex-presidente John F. Kennedy. Han jugado un papel importantisimo en la economia de los pueblos y tambien en la mitologia.

Razas hay muchas: frison, apaloosa, haflinger, ardenes, aveliñes, azteca, kladubrer, albino, ardenes, no se diga los caballos pura sangre, arabes, andaluces. Sus caracteristicas: fuerza, vitalidad, nobleza, resistencia a la fatiga, obediencia, no son agresivos, dotados de una gran memoria, vista muy desarrollada (aun cuando tienen limites), sociables, prefieren vivir en grupo.

Desde hace algunos años, ellos estan prestando una ayuda valiosisima como terapia, basicamente transmitiendo los impulsos ritmicos y cadenciosos de paso, equivalente al paso de la marcha humana para estimular los musculos de niños, jovenes y adultos con enfermedades neurologicas como sindrome de down, autismo, paralisis cerebral, retraso mental, distrofia muscular. En el caso de niños autistas se mejora mucho el lenguaje, la relacion con otras personas y con ellos mismos, obteniendose magnificos resultados en corto plazo y bajo la supervision de un terapeuta calificado.

En España existe desde hace 30 años una clinica que es pionera en terapia asistida con equinos y que ayuda a personas con problemas de alcoholismo, drogadiccion y se requiere de un estudio clinico, un sicologo, un especialista equino, varias sesiones y por supuesto de los caballos, surgiendo entre paciente y equino una interaccion donde el animal funciona como rompe-hielo, a traves de juegos se van identificando, percibiendo este, sentimientos, miedos, ayudando al paciente a liberar su depresion. Claro que son animales equilibrados, centrados mentalmene, que viven libres en espacios muy grandes, bien cuidados, con agua y alimento suficiente, sin preocupaciones; por lo mismo transmiten nobleza, sinceridad, armonia al paciente, dandole tranquilidad.

Todavia necesitamos avanzar mucho en el respeto hacia los animales, pues es una tristeza que animales tan nobles, sigan siendo victimas de abuso, maltrato y lo mas lamentable ahora sacrificados para el consumo humano. Ellos deberian de seguir corriendo libres y nosotros abstenernos de lastimarlos!!!!!

11 de diciembre de 2011

La espiritualidad, valor olvidado.

Por: Antonieta B. de De Hoyos

La espiritualidad es una creencia innata, es una forma de ser que nace desde dentro de la persona humana, para ir al encuentro de ese Ser Supremo que llamamos Dios.
Hago referencia a lo anterior porque hace unos días, mientras buscaba información por el internet encontré varios artículos que mostraban los grandes beneficios que da el llevar una vida espiritual desde la infancia.
Dicen los expertos que la  espiritualidad garantiza la felicidad de los niños y que la religiosidad y el dinero no los hace más felices. También dicen que esta formación le da sentido a su vida, estimula su esperanza, refuerza las normas sociales positivas y proporciona una red social de apoyo.
Eso me llevo a pensar que educar a los niños en la espiritualidad, no es una opción sino una necesidad, si queremos que se conduzcan con amabilidad y altruismo.
Según estos estudios el meditar y rezar, no influye en la felicidad de los niños porque son actos externos determinados por los padres, mientras la espiritualidad es un sistema de creencias interno.
La espiritualidad y la felicidad tienen una relación muy importante, en la que el dinero contribuye muy poco. Ojalá y muy pronto haya actividades escolares que vayan en esta dirección, porque está comprobado que la gente feliz es más tolerante, creativa y productiva.
Los niños son muy perceptivos, captan mucho más de lo que imaginamos. Captan el estado de ánimo y las preocupaciones de los adultos, se enteran de todo lo que sucede en su entorno a través de las noticias que sus padres escuchan. Son extremadamente sensibles, descubren la sensación de indefensión que se vive en casa a causa de  la inseguridad en la ciudad. Sienten la energía y la vibración negativa en los lugares que visita.

Por supuesto que deben tomarse medidas de seguridad y enseñárselas a los niños, pero tratando de aprovechar ese inmenso recurso que tienen los niños, la espiritualidad.
Creer en una fuerza superior, en Dios, en la importancia de principios universales como el amor, la gratitud, el respeto, la solidaridad, es algo que parece simple, sin importancia, pero es lo que hace que el niño sienta que existe un orden en el universo, una fuerza superior que se mueve: el sol, las nubes, el viento y se enorgullezca de ser parte de  esa naturaleza.

Cuando los padres viven la espiritualidad es más fácil para los niños comprenderla. Cuando se les permite a los niños creer que existe un Dios bueno que les envía ángeles, siempre se sienten protegidos y acompañados.

Las oraciones, los cantos, los cuentos espirituales son excelentes herramientas para este aprendizaje, porque cuando un niño tiene miedo en la noche, puede imaginar que se encuentra dentro del corazón de Jesús que le protege. 

 “Lo esencial es invisible a los ojos”… pero allí está. (Tomado del libro “El Principito” de Saint Exupery)

4 de diciembre de 2011

Diciembre me gustó para ...


SEMANA DE AMORES Y HORRORES
“Y tú que te creías
El rey de todo el mundo
Y tú que nunca fuiste
Capas de perdonar”
Cuco Sánchez

¡En diciembre hay tanto para recordar y ser felices que quisiéramos que todo el año fuera diciembre!
Esta colaboración estaba pensada para recordar a los hombres y mujeres de clase mundial que han tenido la suerte de nacer en México: María Grever, guanajuatense de patria chica que fue alumna de Debussy y llevó al mundo el nombre de nuestra Patria con “Júrame”, o del nigropetense  Pablo Valdez que escribió “Conozco a los dos” para hablar de amor y dolor; o de Matilde Montoya que tuvo la osadía de enfrentarse a un mundo machista del siglo XIX y graduarse como médica; o de la saltillense Karla Wheelock que fue la primera mexicana en llegar a la cumbre del Everest.  Pero la realidad golpea con sus fríos dedos las ventanas de todos los hogares:
Ha iniciado el año electoral.  Anuncios del IFE que de nueva cuenta avisan sobre la caducidad del 03; RM asume el gobierno de Coahuila con sueño y sueños mientras que el otro Moreira se despierta con la pesadilla de la renuncia anunciada desde antes que asumiera la dirección del PRI y Peña Nieto se enfrenta con toda su ignorancia a la opinión de intelectuales y  mexicanos que leen y escriben en el twitter.
Se inicia un año electoral  en el que los mexicanos mayores de 18 años, desempleados, temerosos, inseguros con el riesgo de perder el empleo o con la esperanza de que las universidades puedan brindar mejores expectativas de vida elegiremos a otr@ presidente de México.
La realidad nos enfrenta a nuestra responsabilidad de dejar hacer y dejar pasar. Exigimos saber quien pagará la millonaria deuda que dejó HM en el estado pero no asumimos la responsabilidad por haber permitido que se enquistara en el poder local aceptando regalías con la “Tarjeta de la Gente”.  Justificamos el despilfarro millonario porque La Gran Plaza de Piedras Negras oculta la pobreza de las colonias marginadas y las luces de las calles y avenidas brillan tanto que ocultan la desesperación de quienes se quedaron sin trabajo o no lo tienen.
Dejamos pasar en el olvido la desaparición de más de 180 VECINOS  de nuestro estado y dejamos que 700 mil ciudadanos vendieran la conciencia a través del voto.
¿Es Humberto Moreira culpable junto con los prestanombres que la prensa ha manejado del desfalco millonario que le tocarán pagar a nuestros nietos  tengan o no trabajo? La justicia debería de investigarlo.  Pero también es evidente que el gobierno federal acotó la breve esperanza de justicia cuando postergó por varios años el derecho que tenemos la gente que trabaja en Coahuila de saber: ¿en que bolsillos pararon esos miles de millones de pesos?
En julio de nueva cuenta sufragaremos y de nueva cuenta la casta política buscará comprar la conciencia con tarjetas, bonos, esperanzas o sueños. Ningún mexicano con conciencia debe permitir que siga fluyendo la riqueza de la patria a los bolsillos del 1% de la población que hoy detenta el poder político y económico de México. Los mexicanos debemos creer en nosotros mismos para derrotar a la corrupción enquistada en el poder.
El sueño terminó para Moreira: Ser actor principal del probable regreso del Viejo PRI a las ligas mayores; quizás si se hubiera detenido a leer un poco hubiera sabido que en México la casta gobernante, como en la época colonial, se heredan los cargos, los puestos, las direcciones de los partidos y los gobiernos.
Si leyera sabría que los arribistas pagan con la vida pública la osadía de querer figurar. El desfalcó a los Coahuilenses y le perseguirá el estigma del robo. Colosio dejó la vida en el sueño de querer  ser un gobernante de clase mundial.
Quizás exista otro diciembre para que sean mas los mexicanos de verdad entreguen sus sueños por hacer GRANDE a la Patria que tanto necesita de la luz de la inteligencia, el calor de la honestidad y de la práctica cotidiana de la ética para despejar las tinieblas que han negado una vida digna a millones de mexicanos, los que este diciembre, como el anterior, no tendrán un poco de pan extra para espantar el hambre crónica con la que han crecido a la sombra del Viejo PRI de siempre.
Profra. Josefina Sánchez Ponce

Leerlo es una buena opción.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Sacudiendo el polvo de unos estantes, llamó mi atención un libro pequeño de color celeste, con letra grande y dibujos ilustrativos que se titula “El Memorándum de Dios” de Og Mandino. Al abrirlo me di cuenta de que había subrayado con marca textos las frases más importantes, lo que me facilito recordar con rapidez la esencia de lo leído, así hubieran transcurrido más de tres décadas. En estas páginas el autor narra la conversación que Dios sostiene con un hombre que se lamenta de su desdicha, de lo mal que le va, y para colmo le culpa a Él de su fracaso. Para aclarar la situación Dios le dicta las siguientes cinco leyes:

Primera Ley.- Cuenta tus bendiciones. Físicamente te doté de todo, puedes hablar, oír, caminar, amar y ser amado. Tienes un corazón, sangre, venas, piel, pulmones, cerebro,  en prefectas condiciones que te permiten oler, respirar, saborear, admirar. Tú eres mi mejor creación.

Segunda Ley.- Proclama tu individualidad.  Nunca ha habido sobre la tierra nadie igual a ti ni lo habrá jamás. No te esfuerces en caminar como tu hermano, en hablar como tu líder, jamás hagas lo que los demás, porque podrías estar imitando lo malo; se tu mismo, demuéstrale al mundo tu individualidad y te cubrirás de oro.

Tercera Ley.- Camina un Kilómetro mas. Quién te invite a caminar un kilómetro, acompáñalo dos. Presta más y mejores servicios de los que esperan de ti. Si solo haces por lo que te pagan, serás mediocre. Permite que yo sea tu deudor, entonces sabrás que cada minuto, cada esfuerzo de un servicio adicional te será pagado con creces y mientras más me tarde en hacerlo, mejor. Tenemos un mundo que debemos reconstruir y para  eso nos necesitamos los dos. Para ello te doté de poderes desconocidos para cualquier otra criatura del universo: te di el poder de pensar, de amar, de reír, de crear, de hablar, de orar; fuiste un ser viviente completo capaz de controlar su propio destino, de manejar su vida por el pensamiento y no por el instinto. 

Cuarta Ley.- El poder de elección. Te agregué el poder de elegir, te toca a ti emplear con sabiduría este nuevo poder: elige amar en vez de odiar, elige reír en vez de llorar, crear en vez de destruir, curar en vez de herir, dar en vez de robar, crecer en vez de corromperte, orar en vez de maldecir, vivir en vez de morir.  Ahora ya sabes que tus desgracias no fueron mi voluntad, sino la tuya. Eres un ser humano digno, puedes hacer maravillas, tu potencial es ilimitado.

Quinta Ley.- Has todo con amor. Amor a ti mismo, amor hacia los demás, amor hacia mí. Enjuga tus lágrimas, estira tu mano, toma la mía y mantente erguido. El amor ágape es sublime, se entrega al otro sin interés, es el amor propio de los cristianos que se convierte en caridad, misericordia y compasión. La comprensión cristiana del amor va más allá de cualquier sentimentalismo, es el centro mismo del cuerpo. Amar es meter al otro en mi corazón.                         El corazón de Jesús se nos ha dado para amar de esa  manera ya que con nuestro propio corazón sería imposible. Revivamos ese amor, en este maravilloso tiempo de Adviento.