19 de octubre de 2013

¿Sera la solución?

Por: Antonieta B. de De Hoyos


A través de la televisión el presidente Peña Nieto informó a la ciudadanía, su nueva propuesta de ley que tendrá como objetivo, ratificar el derecho de la mujer a ocupar uncargo político. Aclaró también, que está convencido de que la equidad bien aplicada,permitirá que en corto tiempo ellas ocupen el 50% de las curules, en las Cámaras de senadores y diputados.


En la actualidad, la corrupción ha rebasado todo límite y es el ambiente político el más perjudicadoel más desacreditado¿Será por eso que ahora de improviso, la presencia de la mujer se torna indispensable? Acaso ha llegado llegó el momento de valorar la inteligencia, preparación, experiencia, espíritu de servicio, carisma, y visión femenina?  


Sumandorestando y con temor a equivocarme, percibo que es una estrategia en la que se le intenta involucrar, con la intensión de hacerla partícipe de malos manejos, dedespertar su ambición para después desprestigiarla.


Suena fuerte esta apreciación, pero existen datos en donde se comprueba, que cuando las mujeres incursionan en la política alcanzan renombre nacional como: Beatriz Paredes, Amalia García, Rosario Robles, Martha Sahagún etc. al igual que algunascongéneres a nivel local y estataléstas se retiran dejando un historial poco alentador.  


La falta de preparación profesional, la inexperiencia y la ambición son características de los representantes políticos de hoy, los que ávidos de lograr un auge económico y de perpetrarse en el cargo, se muestran indiferentes a la problemática de la gente.


Por eso hoy la presencia, capacidades y virtudes femeninas, son vistas como un último recurso para salir de tanta podredumbre, aunque a decir verdad no creo que ese sea ellugar adecuado para aplicarlas. No es ahí donde apremian, no es dictando y ejecutando leyes, no es impartiendo justicia, todo eso lo pueden hacer con acierto los hombres que han sido educados en el bien, pero para que estmaravilloso fenómeno social se formalizarse, debe existir durante la infancia una mano femenina que lo moldee.


Sería de mayor provecho, impulsar a la mujer para que permanezca en el hogar al cuidado y educación de los hijos, dar a los varones trabajos y salarios dignos, que les permitan ofrecer a  sus familias lo necesario para su subsistencia y tranquilidad.


La misión de la mujer es única, irrepetible e irremplazable, no tiene igual, supera todas las tareas humanas, ella fue creada por Dios para realizar actividades trascendentes, acciones caritativas que eleven el espíritu, que fomenten la amistadla compasión, la belleza, la  armonía y el amor entre sus semejantes.


Tenemos que revalorar y ponderar la vida hogareña, esforzarnos en formar familiascomo Dios manda, combatir los mensajes agresivos que la inclinan hacia la vulgaridad,incitándola a abandonar la más sublime y trascendente de sus tareas…educar.              

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