19 de mayo de 2010

La excelencia de la sotana y del alzacuello.


Colaboración: Antonieta B. de De Hoyos

Hace algunas semanas recordé, que al inicio de mi labor como escritora de cartas epistolares semanales, hice mención de lo crucial que es para la sociedad, el que los sacerdotes y religiosas porten la vestimenta que les distingue como personas consagradas al servicio de Dios. Ahora, a punto de terminar el año sacerdotal impuesto por Benedicto XVI a la feligresía católica cristiana, me atreví a hacer una pequeña investigación al respecto, tomando como referencia el texto del Padre Jaime Tovar Patrón.

Ante todo, reconocer que el uso de la sotana y del alzacuello provoca gran impacto en la sociedad, al grado de que algunos gobiernos anti-cristianos la han prohibido. ¿Cómo es posible que hoy, hombres que se dicen de iglesia, desprecien su significado y se nieguen a usarla? Esta peculiar actitud es consecuencia de la indisciplina y el relajamiento de las costumbres del clero en general.
Es verdad que el hábito no hace al monje, que el sacerdocio se lleva dentro, que el vestir es lo de menos, pero nunca será lo mismo un sacerdote con sotana que vestido de paisano. Por esa razón, es importante conocer las siete excelencias del uso de la sotana y el alzacuello.

1.- Es el recuerdo constante de que se es sacerdote. Es necesario parecer y además ser.

2.-Presencia de lo sobrenatural en el mundo. Una sotana siempre suscita algo; al que está bien con Dios le da ánimo, al que tiene enredada la conciencia le avisa, al que vive apartado de Dios le produce remordimiento. Es el mensaje de Cristo sin palabras, para toda persona incluyendo a los que no van al templo.

3.- Es de gran utilidad para los fieles. Porque ser sacerdote no es una profesión, es una vida de entrega, día y noche, dentro y fuera del templo. Es un darse a los demás.

4.-Preserva de muchos peligros y fortalece la vocación. Usar sotana le protege de las tentaciones mundanas. Tenemos que orar para salvar al sacerdote que se despojó de sotana y alzacuello.

5.-Facilita la ayuda desinteresada a los demás. La sotana le abre todas las puertas, sirve para obtener la ayuda de los poderosos y ofrecerla a los desvalidos.

6.- Impone la moderación en el vestir. La sotana es negra y de una sola pieza, evita la vanidad en el vestir, las marcas exclusivas, los colores de moda, etc.

7.- Ejemplo de obediencia al espíritu y a la legislación de la iglesia. La sotana le exige ser ejemplo de humildad, obediencia, abnegación, como Jesucristo; ayuda a practicar la pobreza, a disciplinarse, pero sobre todo a despreciar lo banal. Vistiendo la sotana no olvida su misión sagrada.

Código de Derecho Canónigo (1983) Título III. De los ministros sagrados o clérigos 284. Los clérigos han de vestir traje eclesiástico digno, según las normas dadas por la Conferencia Episcopal y las costumbres legítimas del lugar. 1.- Absténganse los clérigos por completo de todo aquello que desdiga de su estado, según las prescripciones del derecho particular. 2.-Los clérigos han de evitar aquellas cosas que, aun no siendo indecorosas, son extrañas al estado clerical. El sacerdote que viste su sotana es coherente con los ideales que profesa, a la vez que honra el cargo que ocupa en la sociedad cristiana.

¿Qué podemos pensar del militar que desprecia su uniforme? Lo mismo que del cura que desprecia su sotana y alzacuello. Año sacerdotal 2009-2010.

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