Por: Rosaura Barahona
La discusión sobre los valores de nuestra
sociedad es muy importante, pero hoy el tema se reduce con frecuencia a una
cantaleta: "Ya se perdieron los valores y debemos recuperarlos".
La idea es importante, pero al plantearla así parece que los valores
fueran objetos concretos arrumbados en el cuarto de los tiliches y que podemos
recuperar en cuanto los busquemos.
Como en otros ámbitos, la mayoría de los mexicanos considera que la
pérdida de valores es culpa de los demás, no de cada uno de nosotros, pero si
somos sinceros y autocríticos debemos aceptar que ese cambio de valores lo
sostenemos a través del consumismo, la frivolidad, la sobreprotección de los
hijos, la complicidad con la corrupción cotidiana y el aparentar lo que no
somos.
Cualquiera de las cosas anteriores dan para un libro completo, pero
permítame ilustrar algunas de ellas a través de un ejemplo concreto en nuestro
caso: las bodas.
No hace muchos años, el concepto de boda era otro (no mejor
necesariamente). Los novios y sus papás invitaban a algunos amigos y familiares
con quienes se buscaba compartir la emoción del inicio de una etapa nueva e
incierta, aunque llena de esperanzas.
El meollo de una boda era escuchar los votos intercambiados por los
novios. Ahora la gente se salta la boda. Lo importante es la fiesta, el
vestido, la reseña periodística y la originalidad. Si alguien trajo de París el
pan para la boda de su hija, otro trae el hielo directo de la Patagonia. El
objetivo no es una mejor boda, sino mostrar el poder económico y social de
alguien.
Antes los novios compraban las cosas poco a poco; ahora si no lo tienen
todo, no se casan.
Una chica que conozco se casó fuera de aquí: el papá fletó, por su
cuenta, aviones para amigos y familiares. Las flores, importadas; el mejor chef
para la comida; les regalaron la casa con todo, los coches, la luna de miel y
lo que usted guste y mande. Los preparativos tomaron más de un año. Antes de
los seis meses ya estaban separados, y al año, divorciados.
No tengo nada en contra del divorcio. Me parece una medida sana y, a
menudo, necesaria. Pero una cosa es divorciarse tras el intento de crear una
pareja o una familia y, la otra, divorciarse porque el matrimonio no fue el
esperado paseo por Disneylandia.
Antes sólo los artistas tenían matrimonios al vapor: Rodolfo Valentino y
Jean Acker duraron 6 horas casados; Zsa Zsa Gabor y Felipe De Alba, menos de 24
horas; Liz Taylor y Conrad "Nicky" Hilton, 8 meses; Britney Spears y
Jason Allen Alexander, 2 días; Cher y Gregg Allman, 9 días; Dennis Hopper y
Michele Phillips, 8 días; Sinead O'Connor, 16 días, de los cuales sólo 7 pasó
con su esposo.
¿Por qué habrán decidido casarse? Ni modo de achacarlo a la hormona
alborotada porque cualquiera de ellos pudo haber vivido con quien se le diera
la gana y no pasaba nada. Y si no se les antoja vivir juntos, comparten unos
revolcones, se despiden y tan amigos. ¿Para qué se casan? Ni idea.
¿Le parecen ejemplos exagerados? Lo son, pero ilustran que el concepto
de matrimonio hollywoodense no tiene nada que ver con el tradicional. Allá las
relaciones o los matrimonios duraderos son excepcionales y esa tendencia se ha
extendido por todo el mundo y en ese mundo andamos nosotros.
Los expertos lo repiten continuamente: urge revisar a fondo, y desde
todas las perspectivas posibles, el concepto de matrimonio actual porque, tal y
como está, ya no funciona.
Ahora, si volvemos la vista hacia atrás y vemos los matrimonios de las
bisabuelas que, se supone, sí funcionaban, descubrimos que funcionaban de
acuerdo a la mentalidad de entonces: uno tenía el poder absoluto y jamás rendía
cuentas de nada, mientras la otra obedecía, tenía hijos y no chistaba.
La institución matrimonial o el concubinato ya no gozan de buena salud.
Urge buscar nuevas formas legales de relación que protejan a los involucrados y
no dañen tanto a la sociedad.
Mientras no hagamos eso, los divorcios seguirán en aumento en todos los
estratos sociales y continuarán muriendo mujeres a manos de sus respectivas
parejas cuya mentalidad sigue anclada en el siglo 19.
Éste es el último artículo de un año que voló. Que el 2012 sea mejor no
sólo para los matrimonios, sino para todos
Publicación autorizada por la autora
Fuente: El Norte
29 de diciembre de 2011
23 de diciembre de 2011
Quiero la esencia, porque mi alma hoy tiene prisa.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Esta
frase la tomé como título, porque a pesar de que hace ya casi una década que la
leí, continua grabada en mi memoria, y ahora con el ambiente nostálgico que nos
invade por la navidad, me pareció bueno
recordarla. El poder de estas ocho palabras es extraordinario, al grado de
producir fuertes cambios en la conducta
de las personas, como me sucedió a mí.
En
esta ocasión la reflexión va dirigida a las personas adultas, a todas aquellas
que deseamos avanzar en el camino de la madurez; dicho en otras palabras,
cuando nos decidimos a buscar la esencia de la vida, cuando empezamos a darnos
cuenta de que en las cosas más simples, en las menos complicadas está la
felicidad.
Es
en ese momento, en ese “clic” que hace nuestra
mente y nuestro corazón, que dejamos de asistir a reuniones donde solo
se habla de superficialidades, cuando nos vamos alejando de los envidiosos, de
los que desacreditan a los exitosos, de todos aquellos que se apropian de lugares que no les
corresponden, que no tienen talento para desempeñar el puesto que ocupan y que
jamás obtienen grandes logros honestos.
Algo
sucede en nuestro interior, que ya no nos permite relacionarnos con cualquiera
con el único propósito de quedar bien con los demás; es dejar de mentir por
conseguir una comodidad fugaz, ya sea por miedo al dolor que trae consigo la
soledad o, a tener que comenzar de nuevo.
Cuando
repetí la frase: “quiero la esencia porque hoy mi alma tiene prisa”, se me
clavó en el corazón, y fue en una temporada navideña como ésta, precisamente cuando
mi espíritu sobrepasa a la materia, que ya no pude ser la misma. Desde ese
instante me prometí no tolerar caprichos de personas mayores inmaduras, empecé
a buscar la esencia de las cosas y de
las personas, porque me di cuenta de que mi alma tenía prisa y mi corazón
estaba ansioso, ávido de convivir con gente más humana, muy humana. A partir de
aquel momento busqué personas que supieran reír de sus errores, que no se
envanecieran con sus triunfos, que no se consideraran superiores ni elegidas,
que no huyeran de sus responsabilidades, que defendieran con firmeza la
dignidad de los desposeídos y la
excelsitud de la naturaleza.
Ahora
quiero caminar junto a personas de verdad, quiero disfrutar de su afecto sin
prisas, ya no quiero perder el tiempo. Lo esencial, lo sencillo es lo que vale la pena vivir. Hoy quiero rodearme de
gente que sepa tocar el corazón de su prójimo, que cante, que baile, gente que
aprenda de las lecciones de la vida, que sienta dentro de su alma las caricias
divinas y que crea en el amor.
A
partir de aquel día dejé de pensar en el pasado y de obsesionarme por el
futuro, me prometí vivir el presente que es donde la vida acontece y donde se
encuentra Dios, mi meta será llegar a la
final satisfecha, con plenitud y paz…, ¡Feliz Nochebuena y venturosa navidad!
22 de diciembre de 2011
Nochebuena, navidad y fin de año, tiempo ideal para cerrar ciclos.
Es
providencial que la Nochebuena, la navidad y la Nochevieja se celebren al
finalizar el año, porque de esa manera muchos podemos reflexionar sobre lo que
hicimos y lo que dejamos de hacer; en lo que logramos y en lo que pospusimos; en
lo que acertamos y en lo que nos equivocamos;
en las nuevas metas, en retomar el camino, y más.
Al
final de un ciclo, por lo general volvemos la vista atrás y revisamos lo que
pasó. Algunos se quedan con el resentimiento culpando por lo sucedido al otro, muchas
veces hasta enojados con la vida y con Dios, murmurando que no fue justo. Otros
toman toda la responsabilidad y se declaran inútiles, cayendo en la depresión
que les impide empezar de nuevo. Hay ocasiones en que se nos presentan situaciones
inesperadas, increíbles, pero estas no llegan por casualidad, son el resultado de no haber usado con
sabiduría el gran poder de elección, que Dios nos otorgó. Pero aun así, la
lección que nos queda siempre es de gran utilidad, si la aquilatamos y
superamos.
Solo
necesitamos detener el paso, buscar un momento de soledad para revisar lo
vivido, con eso nos daríamos cuenta de
que nada ha sido en vano, y que desde el amor y el perdón, podemos dejar de lado
toda clase de culpa.
Sabemos
que nuestros pensamientos, creencias, sentimientos, experiencias pasadas,
inconformidades, etc. influyeron en nuestra conducta hacia los demás, por eso mismo estamos
dispuestos a reconocer errores pero también
valores, fortalezas y virtudes. Por supuesto que no estamos siendo castigados ni
por Dios ni por la vida, son cosas que nos han tocado vivir como parte de
nuestro crecimiento personal y para nuestro bien. Lo esencial es que nos amemos
y nos perdonemos. Que estemos dispuestos a perdonar, a seguir adelante y ser
felices.
Al
soltar el dolor, el resentimiento, la sensación de pérdida y de injusticia, el
remordimiento, la culpa y el deseo de venganza; estaremos listos para cerrar el
ciclo y empezar otro con mayor brío. Si aceptamos la situación en la que se
encuentran nuestras emociones, tendremos la oportunidad de pasar a la otra
etapa y avanzar más rápido en el camino de la perfección. Ya no nos
estancaremos buscando causas, justificaciones o, porqués. El pasado pasó, es
hora de disfrutar el presente y vislumbrar el futuro. Cierro un ciclo y subo un
peldaño en la enseñanza, ¡avanzo!
La
navidad nos ayuda a sentir gratitud por todas las cosas que tenemos, por todas
las que hemos vivido y por las que vamos a vivir; nos llena de amor y de
reconciliación, de deseos de compartir alegría. Aprovechemos su magia para
cerrar el ciclo y vayamos con alegría al encuentro de Jesús.
15 de diciembre de 2011
Impotencia
Por: Rosaura Barahona
La sensación de impotencia es una de las más terribles y dolorosas para el ser humano. Querer hacer las cosas y no poder hacerlas provoca desesperación, rabia, rebeldía y tristeza.
Hay muchos tipos de impotencia, pero todos terminan por convertirse en una piel indeseada que nos limita y de la cual no podemos deshacernos.
La impotencia ante un bebé gravemente enfermo es desesperante. Quisiéramos transferir su enfermedad a nosotros, aunque sabemos que es imposible. Soñamos con convertirnos en entes mágicos para curarlo con una varita mágica. Ansiamos volver eficiente la medicina y apresurar la cura. Lloramos al no poder protegerlo del dolor y del sufrimiento. Y terminamos por clavarnos las uñas en las palmas de las manos porque nada podemos hacer.
Quizá a quienes no han vivido una experiencia similar lo anterior les parezca exagerado; por desgracia, no lo es. Al contrario, me quedo corta y si lo duda, dése una vuelta por los centros de niños con cáncer, invidentes, con parálisis cerebral o con cualquiera de las enfermedades contra las que se lucha día a día.
Hay muchos otros tipos de impotencia, pero me referiré sólo a una de ellas: la impotencia cívica. Esta impotencia nos vuelve como los perros amarrados por su dueño... ladran mucho, pero no hacen nada.
Casino Royale. Cincuenta y dos muertos. Más de 100 días para emitir un dictamen oficial. No hay culpables, sólo quienes echaron gasolina. ¿Entonces todas las entrevistas que vimos en la tele, leímos en la prensa y escuchamos por radio de los testigos, de los sobrevivientes, de los bomberos, de los empleados que salvaron gente, de los familiares desesperados, eran falsas? Porque dijeron algo muy distinto.
¿Sería su imaginación? Porque ahora se asegura que hubo más puertas de emergencia que las mencionadas al principio y, claro, todas funcionaban a la perfección. La foto de la puerta pintada ¿fue inventada? ¿Era "photoshop"? ¿Nos la imaginamos?
La puerta que abrieron los bomberos a punta de golpes y tenía atrás una pared para cancelarla porque, al parecer, por ahí entraron algunos a robar, ¿fue una trampa puesta por los medios? ¿Por los ciudadanos? ¿Por los bomberos? Seguro lo hicieron para acusar de algo a los inocentes dueños del antro que estaba en orden absoluto.
La puerta VIP que nadie conocía porque no se veía ¿también cuenta como una puerta desperdiciada por quienes se estaban calcinando?
Las declaraciones de los bomberos, las autoridades y los sobrevivientes ¿fueron tomadas en cuenta a la hora de hacer la investigación o todo se resolvió, como de costumbre, a través de transferencias bancarias, de contratos para solaparse unos a otros y de apostar ¡de nuevo! al olvido de los mexicanos? Terrible dolor.
Y la cara de serenidad con la que las autoridades leyeron el dichoso dictamen que es una burla macabra llena de desprecio hacia nosotros y, sobre todo, hacia los deudos de quienes ahí fallecieron porque no había salidas visibles, abiertas y señaladas dentro del casino y porque las autoridades, desde Gobernación hasta el Municipio, saben que no sucederá nada en este País en donde los ciudadanos somos un mero ornamento.
¿Con quién los acusamos? Felipe Calderón se la pasa de discurso en discurso hablando de un México existente sólo para él.
¿Los medios? Muchos han estado del lado de los deudos; nos hacen compartir sus historias, humanizan la tragedia porque no muestran muertos en abstracto, sino con un rostro y una historia. Pero no pueden hacer más.
¿Los Congresos, el Senado? Nada de eso cae dentro de sus funciones, pero si cayera, tampoco harían nada.
¿El Ministerio Público? Ése es tema para otro artículo.
¿Demandas legales como la de Aldo Fasci? Quizá, pero tomarán tiempo y mientras tanto, las autoridades se volverán a salir con la suya. Igual que en la ABC, los responsables son peces gordos y en este país sólo se pescan a las sardinas, así que no sucederá nada.
Eso más la Torre inútil y costosísima cuyos constructores ni siquiera se conocen ¡porque se perdieron los contratos! nos hace sentir impotentes de verdad.
Los mexicanos (salvo una minoría activista excepcional) somos integrantes de un club comodino y resignado a su impotencia. Siempre ladramos mucho, pero no hacemos nada.
La sensación de impotencia es una de las más terribles y dolorosas para el ser humano. Querer hacer las cosas y no poder hacerlas provoca desesperación, rabia, rebeldía y tristeza.
Hay muchos tipos de impotencia, pero todos terminan por convertirse en una piel indeseada que nos limita y de la cual no podemos deshacernos.
La impotencia ante un bebé gravemente enfermo es desesperante. Quisiéramos transferir su enfermedad a nosotros, aunque sabemos que es imposible. Soñamos con convertirnos en entes mágicos para curarlo con una varita mágica. Ansiamos volver eficiente la medicina y apresurar la cura. Lloramos al no poder protegerlo del dolor y del sufrimiento. Y terminamos por clavarnos las uñas en las palmas de las manos porque nada podemos hacer.
Quizá a quienes no han vivido una experiencia similar lo anterior les parezca exagerado; por desgracia, no lo es. Al contrario, me quedo corta y si lo duda, dése una vuelta por los centros de niños con cáncer, invidentes, con parálisis cerebral o con cualquiera de las enfermedades contra las que se lucha día a día.
Hay muchos otros tipos de impotencia, pero me referiré sólo a una de ellas: la impotencia cívica. Esta impotencia nos vuelve como los perros amarrados por su dueño... ladran mucho, pero no hacen nada.
Casino Royale. Cincuenta y dos muertos. Más de 100 días para emitir un dictamen oficial. No hay culpables, sólo quienes echaron gasolina. ¿Entonces todas las entrevistas que vimos en la tele, leímos en la prensa y escuchamos por radio de los testigos, de los sobrevivientes, de los bomberos, de los empleados que salvaron gente, de los familiares desesperados, eran falsas? Porque dijeron algo muy distinto.
¿Sería su imaginación? Porque ahora se asegura que hubo más puertas de emergencia que las mencionadas al principio y, claro, todas funcionaban a la perfección. La foto de la puerta pintada ¿fue inventada? ¿Era "photoshop"? ¿Nos la imaginamos?
La puerta que abrieron los bomberos a punta de golpes y tenía atrás una pared para cancelarla porque, al parecer, por ahí entraron algunos a robar, ¿fue una trampa puesta por los medios? ¿Por los ciudadanos? ¿Por los bomberos? Seguro lo hicieron para acusar de algo a los inocentes dueños del antro que estaba en orden absoluto.
La puerta VIP que nadie conocía porque no se veía ¿también cuenta como una puerta desperdiciada por quienes se estaban calcinando?
Las declaraciones de los bomberos, las autoridades y los sobrevivientes ¿fueron tomadas en cuenta a la hora de hacer la investigación o todo se resolvió, como de costumbre, a través de transferencias bancarias, de contratos para solaparse unos a otros y de apostar ¡de nuevo! al olvido de los mexicanos? Terrible dolor.
Y la cara de serenidad con la que las autoridades leyeron el dichoso dictamen que es una burla macabra llena de desprecio hacia nosotros y, sobre todo, hacia los deudos de quienes ahí fallecieron porque no había salidas visibles, abiertas y señaladas dentro del casino y porque las autoridades, desde Gobernación hasta el Municipio, saben que no sucederá nada en este País en donde los ciudadanos somos un mero ornamento.
¿Con quién los acusamos? Felipe Calderón se la pasa de discurso en discurso hablando de un México existente sólo para él.
¿Los medios? Muchos han estado del lado de los deudos; nos hacen compartir sus historias, humanizan la tragedia porque no muestran muertos en abstracto, sino con un rostro y una historia. Pero no pueden hacer más.
¿Los Congresos, el Senado? Nada de eso cae dentro de sus funciones, pero si cayera, tampoco harían nada.
¿El Ministerio Público? Ése es tema para otro artículo.
¿Demandas legales como la de Aldo Fasci? Quizá, pero tomarán tiempo y mientras tanto, las autoridades se volverán a salir con la suya. Igual que en la ABC, los responsables son peces gordos y en este país sólo se pescan a las sardinas, así que no sucederá nada.
Eso más la Torre inútil y costosísima cuyos constructores ni siquiera se conocen ¡porque se perdieron los contratos! nos hace sentir impotentes de verdad.
Los mexicanos (salvo una minoría activista excepcional) somos integrantes de un club comodino y resignado a su impotencia. Siempre ladramos mucho, pero no hacemos nada.
14 de diciembre de 2011
EQUINOTERAPIA
Desde tiempos prehistoricos el caballo ha prestado una ayuda invaluable al hombre, lo vemos en las guerras luchando y muriendo junto con los soldados, utilizado como medio de transporte, en tareas agricolas, en competencias ecuestres, en la tauromaquia, en ceremonias reales, los recordamos tambien llevando con esa gallardia que los caracteriza el feretro del ex-presidente John F. Kennedy. Han jugado un papel importantisimo en la economia de los pueblos y tambien en la mitologia.
Razas hay muchas: frison, apaloosa, haflinger, ardenes, aveliñes, azteca, kladubrer, albino, ardenes, no se diga los caballos pura sangre, arabes, andaluces. Sus caracteristicas: fuerza, vitalidad, nobleza, resistencia a la fatiga, obediencia, no son agresivos, dotados de una gran memoria, vista muy desarrollada (aun cuando tienen limites), sociables, prefieren vivir en grupo.
Desde hace algunos años, ellos estan prestando una ayuda valiosisima como terapia, basicamente transmitiendo los impulsos ritmicos y cadenciosos de paso, equivalente al paso de la marcha humana para estimular los musculos de niños, jovenes y adultos con enfermedades neurologicas como sindrome de down, autismo, paralisis cerebral, retraso mental, distrofia muscular. En el caso de niños autistas se mejora mucho el lenguaje, la relacion con otras personas y con ellos mismos, obteniendose magnificos resultados en corto plazo y bajo la supervision de un terapeuta calificado.
En España existe desde hace 30 años una clinica que es pionera en terapia asistida con equinos y que ayuda a personas con problemas de alcoholismo, drogadiccion y se requiere de un estudio clinico, un sicologo, un especialista equino, varias sesiones y por supuesto de los caballos, surgiendo entre paciente y equino una interaccion donde el animal funciona como rompe-hielo, a traves de juegos se van identificando, percibiendo este, sentimientos, miedos, ayudando al paciente a liberar su depresion. Claro que son animales equilibrados, centrados mentalmene, que viven libres en espacios muy grandes, bien cuidados, con agua y alimento suficiente, sin preocupaciones; por lo mismo transmiten nobleza, sinceridad, armonia al paciente, dandole tranquilidad.
Todavia necesitamos avanzar mucho en el respeto hacia los animales, pues es una tristeza que animales tan nobles, sigan siendo victimas de abuso, maltrato y lo mas lamentable ahora sacrificados para el consumo humano. Ellos deberian de seguir corriendo libres y nosotros abstenernos de lastimarlos!!!!!
Razas hay muchas: frison, apaloosa, haflinger, ardenes, aveliñes, azteca, kladubrer, albino, ardenes, no se diga los caballos pura sangre, arabes, andaluces. Sus caracteristicas: fuerza, vitalidad, nobleza, resistencia a la fatiga, obediencia, no son agresivos, dotados de una gran memoria, vista muy desarrollada (aun cuando tienen limites), sociables, prefieren vivir en grupo.
Desde hace algunos años, ellos estan prestando una ayuda valiosisima como terapia, basicamente transmitiendo los impulsos ritmicos y cadenciosos de paso, equivalente al paso de la marcha humana para estimular los musculos de niños, jovenes y adultos con enfermedades neurologicas como sindrome de down, autismo, paralisis cerebral, retraso mental, distrofia muscular. En el caso de niños autistas se mejora mucho el lenguaje, la relacion con otras personas y con ellos mismos, obteniendose magnificos resultados en corto plazo y bajo la supervision de un terapeuta calificado.
En España existe desde hace 30 años una clinica que es pionera en terapia asistida con equinos y que ayuda a personas con problemas de alcoholismo, drogadiccion y se requiere de un estudio clinico, un sicologo, un especialista equino, varias sesiones y por supuesto de los caballos, surgiendo entre paciente y equino una interaccion donde el animal funciona como rompe-hielo, a traves de juegos se van identificando, percibiendo este, sentimientos, miedos, ayudando al paciente a liberar su depresion. Claro que son animales equilibrados, centrados mentalmene, que viven libres en espacios muy grandes, bien cuidados, con agua y alimento suficiente, sin preocupaciones; por lo mismo transmiten nobleza, sinceridad, armonia al paciente, dandole tranquilidad.
Todavia necesitamos avanzar mucho en el respeto hacia los animales, pues es una tristeza que animales tan nobles, sigan siendo victimas de abuso, maltrato y lo mas lamentable ahora sacrificados para el consumo humano. Ellos deberian de seguir corriendo libres y nosotros abstenernos de lastimarlos!!!!!
11 de diciembre de 2011
La espiritualidad, valor olvidado.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
La espiritualidad es una creencia innata, es una
forma de ser que nace desde dentro de la persona humana, para ir al encuentro
de ese Ser Supremo que llamamos Dios.
Hago referencia a lo anterior porque hace unos
días, mientras buscaba información por el internet encontré varios artículos
que mostraban los grandes beneficios que da el llevar una vida espiritual desde
la infancia.
Dicen los expertos que la espiritualidad
garantiza la felicidad de los niños y que la religiosidad y el dinero no los
hace más felices. También dicen que esta formación le da sentido a su vida,
estimula su esperanza, refuerza las normas sociales positivas y proporciona una
red social de apoyo.
Eso me llevo a pensar que educar a los niños en la
espiritualidad, no es una opción sino una necesidad, si queremos que se
conduzcan con amabilidad y altruismo.
Según estos estudios el meditar y rezar, no influye
en la felicidad de los niños porque son actos externos determinados por los
padres, mientras la espiritualidad es un sistema de creencias interno.
La espiritualidad y la felicidad tienen una
relación muy importante, en la que el dinero contribuye muy poco. Ojalá y muy
pronto haya actividades escolares que vayan en esta dirección, porque está comprobado
que la gente feliz es más tolerante, creativa y productiva.
Los niños son muy perceptivos, captan mucho más de
lo que imaginamos. Captan el estado de ánimo y las preocupaciones de los
adultos, se enteran de todo lo que sucede en su entorno a través de las
noticias que sus padres escuchan. Son extremadamente sensibles, descubren la
sensación de indefensión que se vive en casa a causa de la inseguridad en
la ciudad. Sienten la energía y la vibración negativa en los lugares que
visita.
Por supuesto que deben tomarse medidas de seguridad
y enseñárselas a los niños, pero tratando de aprovechar ese inmenso recurso que
tienen los niños, la espiritualidad.
Creer en una fuerza superior, en Dios, en la
importancia de principios universales como el amor, la gratitud, el respeto, la
solidaridad, es algo que parece simple, sin importancia, pero es lo que hace
que el niño sienta que existe un orden en el universo, una fuerza superior que
se mueve: el sol, las nubes, el viento y se enorgullezca de ser parte de
esa naturaleza.
Cuando los padres viven la espiritualidad es más
fácil para los niños comprenderla. Cuando se les permite a los niños creer que
existe un Dios bueno que les envía ángeles, siempre se sienten protegidos y
acompañados.
Las oraciones, los cantos, los cuentos espirituales
son excelentes herramientas para este aprendizaje, porque cuando un niño tiene
miedo en la noche, puede imaginar que se encuentra dentro del corazón de Jesús
que le protege.
“Lo
esencial es invisible a los ojos”… pero allí está. (Tomado
del libro “El Principito” de Saint Exupery)
4 de diciembre de 2011
Diciembre me gustó para ...
SEMANA DE AMORES Y HORRORES
“Y
tú que te creías
Y tú
que nunca fuiste
Capas
de perdonar”
Cuco
Sánchez
¡En diciembre hay tanto para recordar y ser felices que quisiéramos que
todo el año fuera diciembre!
Esta colaboración estaba pensada para recordar a los hombres y mujeres de
clase mundial que han tenido la suerte de nacer en México: María Grever,
guanajuatense de patria chica que fue alumna de Debussy y llevó al mundo el
nombre de nuestra Patria con “Júrame”, o del nigropetense Pablo Valdez que escribió “Conozco a los dos”
para hablar de amor y dolor; o de Matilde Montoya que tuvo la osadía de
enfrentarse a un mundo machista del siglo XIX y graduarse como médica; o de la
saltillense Karla Wheelock que fue la primera mexicana en llegar a la cumbre
del Everest. Pero la realidad golpea con
sus fríos dedos las ventanas de todos los hogares:
Ha iniciado el año electoral.
Anuncios del IFE que de nueva cuenta avisan sobre la caducidad del 03;
RM asume el gobierno de Coahuila con sueño y sueños mientras que el otro
Moreira se despierta con la pesadilla de la renuncia anunciada desde antes que
asumiera la dirección del PRI y Peña Nieto se enfrenta con toda su ignorancia a
la opinión de intelectuales y mexicanos
que leen y escriben en el twitter.
Se inicia un año electoral en el que
los mexicanos mayores de 18 años, desempleados, temerosos, inseguros con el
riesgo de perder el empleo o con la esperanza de que las universidades puedan
brindar mejores expectativas de vida elegiremos a otr@ presidente de México.
La realidad nos enfrenta a nuestra responsabilidad de dejar hacer y dejar
pasar. Exigimos saber quien pagará la millonaria deuda que dejó HM en el estado
pero no asumimos la responsabilidad por haber permitido que se enquistara en el
poder local aceptando regalías con la “Tarjeta de la Gente”. Justificamos el despilfarro millonario porque
La Gran Plaza de Piedras Negras oculta la pobreza de las colonias marginadas y
las luces de las calles y avenidas brillan tanto que ocultan la desesperación
de quienes se quedaron sin trabajo o no lo tienen.
Dejamos pasar en el olvido la desaparición de más de 180 VECINOS de nuestro estado y dejamos que 700 mil
ciudadanos vendieran la conciencia a través del voto.
¿Es Humberto Moreira culpable junto con los prestanombres que la prensa ha
manejado del desfalco millonario que le tocarán pagar a nuestros nietos tengan o no trabajo? La justicia debería de
investigarlo. Pero también es evidente
que el gobierno federal acotó la breve esperanza de justicia cuando postergó
por varios años el derecho que tenemos la gente que trabaja en Coahuila de
saber: ¿en que bolsillos pararon esos miles de millones de pesos?
En julio de nueva cuenta sufragaremos y de nueva cuenta la casta política buscará
comprar la conciencia con tarjetas, bonos, esperanzas o sueños. Ningún mexicano
con conciencia debe permitir que siga fluyendo la riqueza de la patria a los
bolsillos del 1% de la población que hoy detenta el poder político y económico de
México. Los mexicanos debemos creer en nosotros mismos para derrotar a la
corrupción enquistada en el poder.
El sueño terminó para Moreira: Ser actor principal del probable regreso del
Viejo PRI a las ligas mayores; quizás si se hubiera detenido a leer un poco
hubiera sabido que en México la casta gobernante, como en la época colonial, se
heredan los cargos, los puestos, las direcciones de los partidos y los
gobiernos.
Si leyera sabría que los arribistas pagan con la vida pública la osadía de
querer figurar. El desfalcó a los Coahuilenses y le perseguirá el estigma del
robo. Colosio dejó la vida en el sueño de querer ser un gobernante de clase mundial.
Quizás exista otro diciembre para que sean mas los mexicanos de verdad
entreguen sus sueños por hacer GRANDE a la Patria que tanto necesita de la luz
de la inteligencia, el calor de la honestidad y de la práctica cotidiana de la
ética para despejar las tinieblas que han negado una vida digna a millones de
mexicanos, los que este diciembre, como el anterior, no tendrán un poco de pan
extra para espantar el hambre crónica con la que han crecido a la sombra del
Viejo PRI de siempre.
Profra. Josefina Sánchez Ponce
Leerlo es una buena opción.
Por: Antonieta B. de De Hoyos
Sacudiendo el polvo de unos
estantes, llamó mi atención un libro pequeño de color celeste, con letra grande
y dibujos ilustrativos que se titula “El Memorándum de Dios” de Og Mandino. Al
abrirlo me di cuenta de que había subrayado con marca textos las frases más
importantes, lo que me facilito recordar con rapidez la esencia de lo leído,
así hubieran transcurrido más de tres décadas. En estas páginas el autor narra
la conversación que Dios sostiene con un hombre que se lamenta de su desdicha,
de lo mal que le va, y para colmo le culpa a Él de su fracaso. Para aclarar la
situación Dios le dicta las siguientes cinco leyes:
Primera Ley.- Cuenta
tus bendiciones. Físicamente te doté de todo, puedes hablar, oír, caminar, amar
y ser amado. Tienes un corazón, sangre, venas, piel, pulmones, cerebro, en prefectas condiciones que te permiten oler,
respirar, saborear, admirar. Tú eres mi mejor creación.
Segunda Ley.- Proclama
tu individualidad. Nunca ha habido sobre
la tierra nadie igual a ti ni lo habrá jamás. No te esfuerces en caminar como
tu hermano, en hablar como tu líder, jamás hagas lo que los demás, porque
podrías estar imitando lo malo; se tu mismo, demuéstrale al mundo tu
individualidad y te cubrirás de oro.
Tercera Ley.- Camina un
Kilómetro mas. Quién te invite a caminar un kilómetro, acompáñalo dos. Presta
más y mejores servicios de los que esperan de ti. Si solo haces por lo que te
pagan, serás mediocre. Permite que yo sea tu deudor, entonces sabrás que cada
minuto, cada esfuerzo de un servicio adicional te será pagado con creces y
mientras más me tarde en hacerlo, mejor. Tenemos un mundo que debemos
reconstruir y para eso nos necesitamos
los dos. Para ello te doté de poderes desconocidos para cualquier otra criatura
del universo: te di el poder de pensar, de amar, de reír, de crear, de hablar,
de orar; fuiste un ser viviente completo capaz de controlar su propio destino,
de manejar su vida por el pensamiento y no por el instinto.
Cuarta Ley.- El poder
de elección. Te agregué el poder de elegir, te toca a ti emplear con sabiduría
este nuevo poder: elige amar en vez de odiar, elige reír en vez de llorar,
crear en vez de destruir, curar en vez de herir, dar en vez de robar, crecer en
vez de corromperte, orar en vez de maldecir, vivir en vez de morir. Ahora ya sabes que tus desgracias no fueron
mi voluntad, sino la tuya. Eres un ser humano digno, puedes hacer maravillas,
tu potencial es ilimitado.
Quinta Ley.- Has todo
con amor. Amor a ti mismo, amor hacia los demás, amor hacia mí. Enjuga tus
lágrimas, estira tu mano, toma la mía y mantente erguido. El amor ágape es sublime,
se entrega al otro sin interés, es el amor propio de los cristianos que se
convierte en caridad, misericordia y compasión. La comprensión cristiana del
amor va más allá de cualquier sentimentalismo, es el centro mismo del cuerpo.
Amar es meter al otro en mi corazón. El corazón de Jesús se nos ha dado
para amar de esa manera ya que con
nuestro propio corazón sería imposible. Revivamos ese amor, en este maravilloso
tiempo de Adviento.
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