8 de agosto de 2012

Otra increíble idea estatal.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Cuando me lo dijeron, no lo pude creer. Se trata de un automóvil  circulando  por la ciudad, con el dibujo de un condón en su carrocería, preparado para regalar condones a todos los varones que lo soliciten. Lo que no me informaron, es si es de uno en uno, o por docena, imagino que va de acuerdo a la demanda.

Para salir de dudas sobre la raíz de tan monumental idea, llamé al Centro de Salud local y fue ahí donde me confirmaron, que se trataba de una propuesta activada por el Sr. Gobernador y la Secretaria de Salubridad y Asistencia del Estado. ¿Será que con esta nueva disposición, ahora si sonreirá Coahuila? Lo esencial es saber si la sociedad estuvo de acuerdo con esta disposición y la fecha en que este proyecto fue aprobado por las autoridades competentes.

Investigando sobre esta novedosa (?) campaña, me encontré un reportaje periodístico fechado hace varios años, que narra la experiencia vivida en el continente Africano, relacionada precisamente con la distribución gratuita de condones. En ese país durante la década pasada, fueron también regalados miles de condones, con el fin de disminuir aunque fuera un poco la copiosa natalidad y el mortal contagio de SIDA.

Para infortunio de las autoridades sanitarias esta acción social no funcionó, la epidemia y la natalidad siguió su curso. Fue ahí, cuando se dieron cuenta de su fracaso, que se le dio marcha atrás al programa. No quedaba de otra, había que  regresar a la educación en las virtudes humanas; urgía retomar la conducta ancestral de la castidad, fortalecer con mayor firmeza la educación tradicional y las buenas costumbres en los hogares. Por supuesto que para lograrlo iba a ser necesario contar con el apoyo de los adultos, los que con su ejemplo y sus sabios consejos encauzarían las inquietudes propias de la vida sexual, en los inexpertos.

Estaban consientes de que su tarea sería ardua y prolongada, pero sabían que solo de esa manera lograrían el éxito deseado. Tenían que arriesgarse, ya no les quedaban lágrimas para llorar a sus difuntos, enfermedad que no respeta edad ni sexo. Gracias a Dios, sucedió lo esperado. Poco a poco la salud en esas regiones se ha ido mejorando y la práctica sexual dignificándose.

En Coahuila, sabemos que para conservar la salud es imprescindible la prevención, obviamente unida a la información masiva, el condón por sí solo no es el remedio. Obsequiarlos en grandes cantidades a diestra y siniestra, pone en entredicho la calidad del producto y el conocimiento impartido.

El  SIDA y el papiloma humano, cunden porque hemos descuidado la educación sexual de niños, adolescentes y jóvenes; los hemos criado débiles de carácter y de espíritu, los hemos dejado por su ignorancia, a merced de comerciantes y publicistas mercenarios. No olvidemos que sin conciencia moral, cualquier  sociedad por privilegiada que sea, se degrada.

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