Siempre que la autoridad aplica estrategias
disque para incrementar la seguridad en la población nigropetence, el que paga
las consecuencias es el ciudadano común.
Aparte
de que los de la aduana mexicana solamente tienen abierta una sola línea de revisión
en cada puerta de México de las dos que tenemos mientras campantemente disfrutan de su programa favorito en la televisión, si nos toca la mala suerte de
que el semáforo brille de verde, nuestra heroica fuerza nacional entra en acción.
Sin usar guantes higienicos proceden a introducir sus manitas en los bolsos de
las señoras, en las bolsas del mandado y hasta en los belices de ropa sin
ningun cuidado, sin ningún pudor. Si te toca en rojo esta peor. Sin ninguna consideración,
los muchachitos de la aduana te revisan como si fueras el peor traficante de
estupefacientes del mundo y llagan hasta el limite de acercar a los vehículos un
perro pulgoso y mal comido que toda vez de buscar la droga que solamente algún ocurrente
introduciría al lado mexicano, el pobre animal lo que en realidad
busca, es que comer.
Ahora; ¿con quién nos quejamos? Después de
haber hecho una cola de 1 hora de Eagle Pass a Piedras Negras y de hacer el
berrinche con los elementos de aduana o de la Defensa Nacional la bilis queda
tan derramada que ya lo que quiere uno es llegar a su casa. Seria mas pérdida
de tiempo interponer una queja con los jefes de los elementos y plasmarla en algún
burocrático documento que quien sabe a donde vaya a parar o a que escritorio
lleno de papeles, cocas y churrumais vaya a dar.
La cámara de Comercio de Piedras Negras a
cargo de mi tocayo Javier Berain puso el grito en el cielo, pero más tardo en
hacerlo público que en recibir la respuesta del comandante de la guarnición de
la plaza explicando a la población que debido a que es una estrategia de
seguridad nacional, las revisiones por parte de sus elementos se seguirán dando
hasta nueva orden. Los elementos de la aduana, después del asesinato de la sub comandante
a todos nos ven como posibles cómplices y revisan a los ciudadanos como si cada uno
llevara un arma escondida. Dan ganas de gritarles bien fuerte frente a todos
los que están en ese momento en la revisión que NOS DEJEN EN PAZ!!
Nosotros
no somos. Comprendemos que se debe redoblar la seguridad, la vigilancia, pero
no nada más en las puertas de México, sino en las carreteras, en las calles de
la ciudad, en las colonias de cualquier nivel social, en los bares, en las
plazas. Nosotros no somos, hombre! Déjenos transitar libremente, déjenos hacer
nuestras compras en familia, déjenos visitar a nuestros familiares de aquel y
de este lado cuando queramos…. regrésenos nuestra tranquilidad!
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