7 de septiembre de 2011

Nosotros no somos...


Siempre que la autoridad aplica estrategias disque para incrementar la seguridad en la población nigropetence, el que paga las consecuencias es el ciudadano común.

 Aparte de que los de la aduana mexicana solamente tienen abierta una sola línea de revisión en cada puerta de México de las dos que tenemos mientras campantemente disfrutan de su programa favorito en la televisión, si nos toca la mala suerte de que el semáforo brille de verde, nuestra heroica fuerza nacional entra en acción. Sin usar guantes higienicos proceden a introducir sus manitas en los bolsos de las señoras, en las bolsas del mandado y hasta en los belices de ropa sin ningun cuidado, sin ningún pudor. Si te toca en rojo esta peor. Sin ninguna consideración, los muchachitos de la aduana te revisan como si fueras el peor traficante de estupefacientes del mundo y llagan hasta el limite de acercar a los vehículos un perro pulgoso y mal comido que toda vez de buscar la droga que solamente algún ocurrente introduciría al lado mexicano, el pobre animal lo que en realidad busca, es que comer.

Ahora; ¿con quién nos quejamos? Después de haber hecho una cola de 1 hora de Eagle Pass a Piedras Negras y de hacer el berrinche con los elementos de aduana o de la Defensa Nacional la bilis queda tan derramada que ya lo que quiere uno es llegar a su casa. Seria mas pérdida de tiempo interponer una queja con los jefes de los elementos y plasmarla en algún burocrático documento que quien sabe a donde vaya a parar o a que escritorio lleno de papeles, cocas y churrumais vaya a dar.

La cámara de Comercio de Piedras Negras a cargo de mi tocayo Javier Berain puso el grito en el cielo, pero más tardo en hacerlo público que en recibir la respuesta del comandante de la guarnición de la plaza explicando a la población que debido a que es una estrategia de seguridad nacional, las revisiones por parte de sus elementos se seguirán dando hasta nueva orden. Los elementos de la aduana, después del asesinato de la sub comandante a todos nos ven como posibles cómplices  y revisan a los ciudadanos como si cada uno llevara un arma escondida. Dan ganas de gritarles bien fuerte frente a todos los que están en ese momento en la revisión que NOS DEJEN EN PAZ!!

Nosotros no somos. Comprendemos que se debe redoblar la seguridad, la vigilancia, pero no nada más en las puertas de México, sino en las carreteras, en las calles de la ciudad, en las colonias de cualquier nivel social, en los bares, en las plazas. Nosotros no somos, hombre! Déjenos transitar libremente, déjenos hacer nuestras compras en familia, déjenos visitar a nuestros familiares de aquel y de este lado cuando queramos…. regrésenos nuestra tranquilidad!

Nos vemos…

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