12 de septiembre de 2010

¿QUÉ FESTEJO EL 16 DE SEPTIEMBRE?

“Como el águila en vuelo como la fiera en
Celo desafiando fronteras defendiendo el honor he
Pasado la vida explorando otras tierras para
Darles a mis hijos un mañana mejor”.

Recorre el ancho territorio nacional un sueño lleno de zozobra. El duermevela nos parece eterno porque no sabemos si será mejor despertar al festejo o seguir durmiendo en la paz que da la ignorancia. 200 años a que los hombres y mujeres de México, tan comunes como nosotros, no sabían que los conspiradores se veían obligados a tomar una decisión que no solo cambió sus vidas, sino la del territorio que se encaminaba a ser México.
11 años de guerras intestinas y cientos de muertes que dejaron menos dolor al encontrarse con la realidad de una crisis económica, provocó más temor que festejos por la libertad recién lograda. El mismo temor que nos alberga hoy por no saber si el día de mañana habrá trabajo para nuestros hijos o si la paz será mas una realidad que la paz del sepulcro porfiriana.
200 años después tengo la libertad de decir lo que pienso y lloro por los que dan sus vidas para que ese derecho se mantenga.
Hidalgo, Guerrero o Leona Vicario buscaron la libertad para tener un gobierno propio, integrado por los nacidos en México “que la única diferencia (entre los nativos) sea el modo honesto de vivir”. 200 años después los pobres siguen extendiendo las manos para que los ladinos arrojen migajas con las que alimentaran a sus hijos, mientras la corrupción se extiende como el cáncer que corrompe al Estado.
200 años después las conciencias aletargadas prefieren vender un voto por unos pesos, entronando gobernantes que hunden a la patria sin proyecto de nación; o en el peor de los casos, por apatía se niegan el derecho a elegir “el gobierno que vele por el bienestar de sus súbditos” y delegan esa facultad en las élites partidistas que se han adueñado del derecho de legislar sobre sus representados.
La Independencia de México, la política, se obtuvo en 1821, ahora nos falta lograr una independencia económica “la riqueza de un pueblo se mide en la cantidad que porta cada uno de sus ciudadanos en los bolsillos”; la independencia tecnológica que nos impida seguir importando materias industrializadas y malbaratando los recursos naturales. En el colmo del absurdo, México exporta su agua potable embotellada y pintada de negro mientras que aun existen comunidades donde se tiene que caminar cargando algunos cubos con el vital líquido para beber .
¿Qué celebro? Mi derecho a expresar esta opinión y a defender las opiniones contrarias, el derecho a pensar y a salir fuera del hogar a discutir un proyecto de patria para mis hijos.
La independencia la trabajamos todos, desde la intimidad de nuestros hogares hasta las calles donde la delincuencia nos tiene cooptados.
Gritar “¡Viva México c…! desde el fondo de la conciencia para que lo sintamos en el corazón y nos haga actuar para que las nuevas generaciones de mexicanos borren de su ADN los genes de la corrupción y del “ya merito” y transformemos a esta tierra en NUESTRA NACIÓN
Profra. Josefina Sánchez Ponce

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