5 de marzo de 2010

¡Ozono en las alturas!


Por: German Dehesa

El 4 de marzo cumplió nuestro máximo instituto político 81 años de edad. Los mexicanos de buena voluntad estamos de plácemes, nos invade el regocijo y el alma se nos pone tricolor. Desde el asilo Mundet, los distintos manicomios de la República y desde las más selectas casas de salud en Europa, han llegado a partir de muy tempranas horas, muestras de júbilo, donativos que van desde un tratamiento Slim-Fast gratuito hasta un Lamborghini tricolor con su asiento de peluche y una muñequita hawaiana adherida en la parte posterior.

Todo esto para no hablar de las flores, los frascos de Viagra reloaded, las abundantes dotaciones de Grecian 2000, las mancuernillas de oro blanco con dos bellísimos ópalos queretanos, el gigantesco pastel de Sanborns, la Sinfónica Nacional convertida en grupo norteño que ejecuta "Zacazonapan" y "Perfume de Gardenias", las muy variadas piezas de casimir inglés o italiano que son la indispensable materia prima de esos extraños tacuches que se ponen los priistas, atuendos que se caracterizan por la enorme cintura forjada en mítines y encuentros regionales donde un buen priista se traga todo en servicio de la patria, la enorme cintura que, rumbo a las patitas de tildío se adelgaza hasta rematar en esas valencianas que se dejaron de usar en la Decena Trágica; el saco es igualmente espectacular: hombreras muy mullidas, solapas como de aviador, cruzado en su botonadura para que dé de sí y bolsillo en la región pectoral adornado siempre con un coqueto pañuelo blanco.

Los colores que prefiere un priista de cepa van del verde moco maduro, al verde flema tuberculosa. Las corbatas son un libro aparte: todas finas, todas italianas y todas espantosas.

Habría que hablar también de los zapatos picudos y siempre bien boleados y, sobre todo, habría que hablar de los accesorios: sombrero Stetson, en su caso, atejanao, un kilo de reloj Rolex y last but not least: ¡una esclavota en la muñeca! con el nombre del propietario "Gumercindo" (con todo y error ortográfico) artísticamente realizado en brillantes y fina pedrería. ¡Uff!, ya con el atuendo del varón priista quedé pulverizado. Además, hace un calor tal, que ya la Rosachiva amenazó con desmayarse.

El atuendo femenino se los voy a quedar a deber; básteles saber que tenemos el modelo "Elba", que son austeros trajes sastre confeccionados en la COVE que es donde le hacen sus uniformes a los conscriptos; y también tenemos el modelo "Fantasía Autóctona" popularizado por Betty Walls.

Todo esto es el resultado de 81 años de nociva presencia del PRI. Que no nos cuenten que también hicieron clínicas y hospitales, porque fuimos nosotros los que pagamos todo eso a precio de oro y los que padecemos lo que dejó de hacerse por pura ratería. El PRI ha sido la más aberrante enfermedad de México. Si se trata de celebrar, que celebren ellos y su mamacita, si la tienen; nosotros no tenemos nada que celebrar.

HOY TOCA.

¿Qué tal durmió? MDCCXLVII (1747)MONTIEL

dehesagerman@gmail.com

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