Aunque fuimos muchos los que seguimos
por internet y televisión, la trasmisión de los juegos olímpicos y quedamos
impresionados con las velocidades, destrezas, fuerza, records, trabajo en
equipo, espíritu deportivo y nacionalista, escándalos y cuerpazos de los
atletas; la gran mayoría no supimos del enorme esfuerzo que realizaron los
organizadores para hacer unos juegos acorde, con el cuidado de la naturaleza y
del medio ambiente del planeta.
Este interesante reportaje se
encuentra en internet bajo el nombre de “Olimpiadas verdes” Londres 2012; ahí
se presenta un extraordinario video que muestra la transformación que sufrió el
terreno donde se edificó la Villa Olímpica y los principales estadios.
Contra lo que pudiera pensarse,
eligieron una zona pobre, abandonada, contaminada y peligrosa del este de la
ciudad; un espacio que en un par de años convirtieron en un oasis de ríos,
vegetación, fauna autóctona, caminos
peatonales y bici rutas extensísimas.
Más del 90 % del producto de la demolición lo reutilizaron
y reciclaron para la construcción de la Villa Olímpica, dos millones de
toneladas de tierra fueron descontaminadas y el 80% de esa tierra fue
reutilizada en la obra, convirtiéndose en la limpieza ambiental más grande en
la historia del Reino Unido.
Las estructuras temporales que se
utilizan en los juegos, se diseñaron para ser reutilizadas y aprovechadas en un
100%. Cuatro mil contenedores de basura para separación de residuos, incluyendo
orgánicos para compostero, se colocaron en los lugares donde se desarrollaron
los juegos, para recibir y recuperar el 70% de los residuos que el público
generó.
El ligerísimo proyecto del Estadio
Olímpico, permitió construirlo con solo 10.000 toneladas de acero, constituyéndose
en record mundial de estos Juegos. El velódromo se cimentó con madera 100%
sustentable y un mínimo de acero. El Cooper box, estadio de hándbol pentalón y
esgrima se hicieron de tal manera que se ajustan para muchos eventos
posteriores, además de ahorrar un 40% de energía al aprovechar la luz natural.
En el Cooper Box y en el centro acuático (natación, waterpolo y clavados) se
utiliza el agua de lluvia, reduciendo hasta en un 40% su consumo. Más de la
mitad de los materiales de construcción se transportaron por tren o navegación
para reducir la huella del carbón que contamina.
Se les han llamado los juegos
olímpicos del transporte público, porque la mayoría de los eventos se diseñaron
para llegar a pie o en bicicleta. El comité organizador suministró 14 millones
de comidas de fuentes sustentables locales, lo mejor de Inglaterra certificado
ambientalmente.
Las Naciones Unidas alabaron este
ejemplo, pues confirma que además de haber sido el pretexto más importante para
que los países del mundo hablen el lenguaje de la paz, también se hizo lo
propio para conservar la salud de nuestro planeta.
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