26 de septiembre de 2009

El Tafetan de la Gente

Un Comentario Cortés sobre...
EL TAFETAN DE LA GENTE
Colaboración de: Lic. José Francisco Cortés Lozano

El pasado 16 de septiembre después de encabezar desde el balcón de la Presidencia Municipal de Saltillo el desfile conmemorativo del día de la Independencia, el Gobernador de Coahuila ante decenas de reporteros que lo esperaban para una entrevista salió con un tafetán que le cubría la boca en señal del silencio que se comprometió guardar durante todos los días que duren las campañas políticas, acatando de esa forma la ley electoral vigente y retirándose del lugar. Silencio o ausencia de declaraciones que se supone le dan equidad a las campañas políticas al no publicitarse ni las actividades del Gobernador ni los programas u obras del gobierno estatal, al resultar evidente que se traducen en publicidad electoral a favor del partido en el gobierno.

Cabe preguntar ¿realmente el Gobernador cumple con la ley y permanece en silencio durante las campañas electorales de Coahuila? ¿realmente funciona el esparadrapo que se puso en la boca?, la respuesta es no. El Gobernador en lo personal, en forma aparente, sí acata lo que ordena la ley electoral, pero desde luego que el propósito de la ley no se cumple, pues durante las campañas electorales de Coahuila el silencio del Gobernador produce un ruido ensordecedor, asi quedó demostrado en la pasada elección para diputados federales en la que el silencio del Gobernador aún producirá su eco en ésta de carácter municipal. Si bien el ejecutivo calla, su silencio en plenas campañas electorales lo gritan sus ujieres y adláteres, quienes exaltan, incluso aún más que el propio Gobernador, la obra estatal y los programas sociales del Estado adjudicándolos todos al propio Gobernador.

El Gobernador puede conservar un bajo perfil durante las campañas o incluso ausentarse del Estado, sin embargo su ausencia siempre estará presente cuando sea necesario. Prueba de ello son, entre otros, los siguientes programas sociales cuya eficacia electoral está plenamente comprobada: tinacos de la gente, sopas de la gente, leche de la gente, becas de la gente, útiles escolares de la gente, uniformes de la gente, farmacias de la gente, condones de la gente, agua en garrafones de la gente, materiales de construcción de la gente, focos ahorradores de la gente, etc. etc., todos con un logotipo, emblema, o calcomanía para que el elector-cliente tenga presente en todo momento a quien debe agradecer la ayuda al momento de emitir el voto, dejando un comentario especial al último invento ideado exprofeso para elecciones llamado el “monedero de la gente”.

Los anteriores programas si bien benefician a los menos favorecidos, ES NECESARIO PRECISAR QUE SE REALIZAN CON TÚ DINERO, CON MÍ DINERO, CON NUESTRO DINERO QUE ENTREGAMOS VÍA IMPUESTOS Y DERECHOS, NO CON DINERO DEL GOBERNADOR A QUIEN TODOS LOS PROGRAMAS SE LE ADJUDICAN AÚN ESTANDO CALLADO Y AUSENTE Y CON UN TAFETÁN EN LA BOCA.

Por sabido se calla el desaseo que existe en la aplicación de los programas sociales llamados “de la gente”, con los cuales en época de elecciones se compran conciencias y voluntades utilizando la más vil de las estrategias, la necesidad de las personas, y cada vez que se entrega un apoyo de dichos programas invariablemente se menciona que “gracias al Gobernador” se logró tal o cual beneficio, es decir el silencio y la ausencia del ejecutivo siempre están presentes, y eso que tiene un tafetán en la boca. El descaro lo constituye el denominado “monedero de la gente” que en las pasadas elecciones federales se distribuyó en plena campaña electoral, se citaba a los beneficiarios a reuniones de información que terminaban convirtiéndose en mítines políticos y loas al ejecutivo y candidato en turno, es tal el éxito electoral perverso de ese programa social que su promoción ya ni siquiera lo tiene que realizar la gente del gobierno estatal, adquirió inercia propia, ahora los empresarios y casas comerciales con tal de lograr captar esos $200.00 que recibe la gente, promociona con anuncios en diversos medios de comunicación, y por supuesto en plenas campañas políticas, que en la venta de materiales para construcción, en la compra de comestibles, en el pago de energéticos, etc. etc. se aceptará “el monedero de la gente” instituido por el Gobernador, es decir la presencia del ejecutivo y el ruido de su silencio continúan presentes en época de elecciones, a pesar de su ausencia y del tafetán que le cubre la boca.

De continuarse con esta práctica electorera, mi querido Coahuila estará próximo a convertirse en lo que Octavio Paz llamó el "Ogro Filantrópico; ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político”..... Espero nunca llegar a verlo.

Por lo anterior es que digo, el Gobernador no se puso un tafetán en la boca, le entregó un megáfono a todos sus seguidores.

Su servidor y amigo
Lic. José Francisco Cortés Lozano
jofracortes@hotmail.com

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