5 de febrero de 2014

Fortaleza

La fortaleza que infunde, es incomparable.
                                                                                       
                                                                                    Cuando vi la pintura de Millet llamada Ángelus, mi alma se estremeció. Es una obra maestra en la que manifiesta su adhesión al Realismo (1859). Millet muestra a dos campesinos orando y dando gracias a Dios, por la cosecha obtenida con el sudor y el esfuerzo de muchos días. El hombre y la mujer agachan piadosamente las cabezas, agarrando él su sombrero y ella llevando sus manos al pecho. A sus pies está la cesta con los frutos y los aperos de labor. La escena se desarrolla al atardecer y consiguió transmitir en aquellos años y ahora, la espiritualidad de los trabajadores.

Esto trajo a mi mente la “Hora del Ángelus”, que desde hace varios años algunas radiodifusoras locales trasmiten al mediodía, también hay algunas parroquias en las que se tocan las doce campanadas y al término, interpretan la hermosa melodía del Ave María. Las primeras veces lo oí por casualidad, pero cuando me di cuenta de la forma en que mi cotidianidad se iba transformando al escucharlo, empecé a estar pendiente de él y no me da pena decir que en mi privacidad me persigno y arrodillo.   

El Ángelus consta de tres bellas expresiones: “El Ángel anunció a María y concibió por obra del Espíritu Santo”; “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”; “El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. Es de origen Franciscano y fue hecho en honor del misterio de la Encarnación, esencia del cristianismo, el cual concluye con una piadosa  oración…“Derrama Señor tu gracia sobre nosotros que, por el anuncio del Ángel hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Es una lástima que en la radio solo se trasmita de lunes a viernes y que hayan omitido la oración final. La diversidad de creencias nos lleva por caminos diferentes hacia un mismo Creador. El Papa Francisco, pide orar y que la oración sea el lazo de unión entre los seres humanos. Llámese como se llame, es una sola fe que promueve los más nobles sentimientos, activa el amor al prójimo y fortalece el alma. Todo aquel que haga el bien, que comparta lo que tiene con los más pobres y que busque la sencillez de la vida buena, tiene la bendición de Dios.

El Ángelus nos invita a pensar, a sentir, a ser persona, a percibir el espíritu de Dios durante las horas de trabajo, y a consagrarnos a Él al anochecer. Orar unos minutos en soledad, sincerarte, entregarte a Dios; es gozar con anticipación de la presencia divina. A partir de hoy cuando escuches el Ángelus, si te es posible  detén tu apresurado andar,  persígnate y en silencio agradece a Dios el don de la vida.
Esta cita es ideal para recordar el valor infinito del Ángelus. Mt-14-23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

Antonieta B. de De Hoyos                               Feb. 8/14











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