Por: Antonieta B. de De Hoyos
Cuando el Cardenal-arzobispo de Milán, Aquiles Ratti, es elegido Pontífice en 1922, bajo el nombre de Pío XI, venía ya con la fama de ser gran favorecedor del apostolado misionero. Instituyendo en su vasta Diócesis un activo secretariado diocesano de Misiones, extendiendo por toda ella la Obra de la Propagación de la Fe. Fijando en favor de esta Obra una gran jornada anual, que se celebraría el día de la Epifanía en todas las Parroquias y Centros religiosos diocesanos.
Casi de inmediato, elige en la persona de Mons. Roche, al primer Obispo indígena, que inaugura la serie de Prelados autóctonos de rito latino en el siglo XX. Días después promulga como Pontificia la obra de Propagación de la Fe, junto con la Obra de la Santa Infancia y la del Clero Indígena; a todas, las declara instrumento principal y oficial de la cooperación misionera de toda la Iglesia católica.
En 1925, abre en el Vaticano una espléndida Exposición Misionera, aprovechando la afluencia de peregrinos al nuevo año santo para promover las vocaciones misioneras, el interés de los fieles por los problemas de las Misiones y su generosidad espiritual y material.
En febrero de 1926, publica la célebre encíclica Rerum Ecclesiae, "La Iglesia no tiene otra razón de ser sino la de hacer partícipes a todos los hombres de la redención salvadora, dilatando por todo el mundo el reino de Cristo". Antes de terminar ese año, consagra el mismo Papa a los seis primeros Obispos indígenas de China. Y es, en este año de tan notables acontecimientos, cuando tiene lugar: La institución de la jornada misionera de octubre.
Así, en este clima tan favorable a la causa misionera de la Iglesia, surge la iniciativa de celebrar una Jornada Mundial de propaganda, que constituya un serio aldabonazo en la conciencia de todo el Pueblo de Dios, para recordarle su responsabilidad misionera de dimensión universal.
Es entonces que se fija el penúltimo domingo de octubre, como jornada de oración y propaganda misionera en todo el mundo católico. Ese día la misa es "por la evangelización de los pueblos". A este domingo Mundial de Misiones los pueblos hispanos lo llaman "Domund".
Quise recordar este evento por dos razones: por el inicio del mes de octubre, mes dedicado al rezo del rosario, en especial el de las misiones (en el que pedimos por nuestros hermanos de África, América, Europa, Asia y Oceanía) y, porque parece que los feligreses hemos olvidado la relevancia de esta jornada universal a nivel del hogar.
Los niños, adolescentes y jóvenes hoy en día- en su mayoría- desconocen o conocen (?) de manera bastante superficial la Palabra de Dios, como consecuencia por supuesto de una evangelización paterna debilitada o ignorada.
Es necesario ejercer nuestro deber cristiano, el que contrajimos al momento de recibir el Sacramento del Bautismo, convertirnos en misioneros, mensajeros de la Palabra de Dios. Retomar con firmeza esa invaluable misión. ¿Queremos una sociedad en armonía? Pues entonces seamos ejemplo de devoción, solo en el continuo encuentro con Dios lograremos que todo vuelva a la calma.
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