27 de junio de 2009

Piensa mal y acertarás


Por: Antonieta B. de De Hoyos
El Emporio Televisa y Peña Nieto apoyan y promueven una fuerte y costosísima campaña, con el noble propósito de dignificar a la mujer. El objetivo es que el teleauditorio, radioescuchas, cibernautas y lectores, colaboren enviando la historia de una mexicana ejemplar, que con esfuerzo sobrehumano haya logrado superar peligros y calamidades. Casi medio millar de narraciones están siendo calificadas por un jurado competente, pero solo tres serán las ganadoras y el premio consistirá en 150 mil pesos para cada una, con la condición de hacer público, lo que por años conservó en la intimidad.

Lo que aun no comprendo, es ese repentino interés por elevar la autoestima femenina, fuera de las acostumbradas fechas del día internacional de la mujer y el de la madre. Tampoco concibo la razón por la que el publicista, creador de estos spots, considere el machismo, la devaluación de la tarea doméstica, la tremenda discriminación y despotismo en el campo laboral, como conductas del pasado, y enseguida afirme, que en la actualidad, en nuestro país se le reconoce a la mujer, sus virtudes y logros alcanzados en lo personal y profesional, (no hay violencia en las calles, intrafamiliar, en el empleo, entre parejas; ni son asesinadas, prostituidas, contagiadas, enloquecidas por crueldad mental...ni nada).

No se puede negar que el gremio artístico está de moda, a lo mejor por gusto, por imposición o por necesidad, pero un buen número de actores, actrices, cantantes y conductoras de noticias dan voz y presencia como nunca antes a la publicidad de partidos políticos, gobernantes, empresarios de cosméticos, farmacéuticos, cerveceros, muebleros, restauranteros, funcionan inclusive como promotores turísticos de diferentes Estados de la República. Esta campaña no es la excepción pues en ella intervienen Lucerito, Yuri, lolita Ayala, Paola Rojas y Mara Castañeda.

Aunque me considero una persona positiva, que confío en lo que me dicen, no se por que esta vez por más que trato no lo logro y viene a mi memoria de manera recurrente, aquel viejo refrán que decían los abuelos: “piensa mal y acertarás”. Por eso creo que esta recopilación de historias verdaderas, originales, son un tesoro para los hacedores de telenovelas, ya que en los últimos años solo nos han ofrecido refritos nacionales o extranjeros; unas son grotescas, humillantes, agresivas, horribles, que no entretienen, por el contrario alteran nuestra tranquilidad, laceran los valores familiares y las buenas costumbres, inducen a practicar conductas sexuales impropias, al divorcio, a la infidelidad, al desamor. Y como para equilibrar nos presentan otras que rayan en la cursilería, adultos actuando como niños o el Santito de mayor devoción.

Pero yo sigo cavilando que cincuenta y dos millones de mexicanas pesan más que el número de varones existentes, que no solo servimos para sufrir y superar adversidades, que también pensamos y nos preparamos para contrarrestar a guapos charlatanes, pero lo que más orgullo nos provoca, es el saber que nuestro valor ciudadano crece, cada vez que votamos.

Antonieta B. de De Hoyos junio 24/09

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