Desde Acá…
lic. chávez y pacho
Un primer esbozo del ciclo económico
Como parte del lenguaje económico, tendremos que indicar que la clasificación de los fenómenos actuales tienen nombre y apellido, de tal suerte, que iniciaremos por decir que la DEPRESION, es una fase del ciclo económico y se refiere específicamente al paso de una etapa de prosperidad a una depresiva, o dicho de otro modo, es lo que se conoce como crisis técnica. Como nota común, se hace constar la tendencia a la baja de toda la actividad económica, es una época caracterizada por la caída de los precios, el aumento del paro o inestabilidad laboral, escasez de demanda y crédito.
Como parte de estas expresiones, la CRISIS en estricto sentido y particularmente en el lenguaje económico, tiene dos acepciones comunes que a menudo suelen usarse indistintamente causando gran confusión. En sentido técnico, como ya lo referimos, es el punto que señala precisamente el paso de la prosperidad a la depresión. Sin embargo, desde otro punto de vista, esta expresión significa un momento de intenso pánico, particularmente financiero, acompañado de quiebras, retirada en masa de fondos de los bancos, exportaciones importantes de divisas, etc.
Muchos autores usan el termino crisis, para definir un estadio de tensión financiera, y emplear el de recesión, para indicar una acepción técnica de la crisis, es decir, que puede aparecer una en el sentido técnico, sin ir acompañada de una crisis en sentido ordinario. Esta dualidad ha llevado a algunos pensadores a reservar el termino de crisis, no obstante, que hay algo en común en todos estos términos. Se trata de un momento particularmente delicado y grave de la vida económica, desde el cual puede venir lo mejor o lo peor, por lo que no debe extrañar, que el término crisis, se use para enfocar temas diversos, como política, religión, deporte, salud, economía etc.
El estudio de los fenómenos referentes a la crisis, en realidad es bastante antiguo, los estados patológicos siempre han preocupado a los autores y agentes económicos. Solo de manera incidental, aparece alguna consideración de carácter general, posteriormente evoluciona el análisis y se pretende un estadio causal, y entonces aparece una verdadera teoría de la crisis.
La ultima fase, la actual, tiende a englobar todo lo referente a la crisis dentro del estudio de los ciclos económicos, de manera tal, que aquellos no se presentan como fenómenos discontinuos, sino que son puntos culminantes de un proceso cíclico más largo y completo. En la práctica común, es más fácil escribir de ciclos que de crisis. En esencia, el mecanismo de la crisis se refiere a una tensión financiera, caracterizada por astringencia monetaria con una fuerte presión en el mercado de valores y buen número de quiebras bancarias y bursátiles, tal y como ha estado aconteciendo en la economía norteamericana, donde el rescate bancario implica un brutal apoyo que será financiado con recursos fiscales. Además se puede observar, un descenso en los precios, contracción en la producción y por ende en la demanda, así como una baja circulación de bienes en general.
Junto a estos fenómenos, se presentan muchos otros, que pueden ir matizados hasta el infinito. Sin embargo, hay que destacar el referente a la llamada crisis industrial, misma que conduce a una gran desocupación, con la secuela de miseria y malestar social que esto ocasiona, tal y como está sucediendo en la economía mexicana.
Desde un punto de vista más amplio del ciclo económico, toda crisis representa el fin de un periodo de prosperidad y el comienzo de una fase depresiva, que puede ser más o menos larga y dolorosa. Los especialistas del tema, señalan que ha habido 11 crisis antes del año de 1914, y otras tres de ese año hasta nuestros días. De este modo el economista ruso Kondratieff, quien fuera el primero en medir largas series de datos comprendidas entre 1780 y 1920, sugiere el establecimiento de un tipo de ciclo de aproximadamente 50 años de duración.
Bajo esta perspectiva, se puede observar que los ciclos no operan por igual en todo el planeta, es decir, que alguna zona o región se puede encontrar en fase depresiva, mientras que otra, puede encontrarse en plena prosperidad. Para darnos cuenta de la dimensión de estos ciclos y la manera en que pueden contrarrestarse, diremos que depende lo que cada país este dispuesto a realizar, lo que implica poner en marcha programas de inversión, creación de infraestructura, elevar los niveles de productividad y competitividad, finanzas adecuadas, desarrollo del comercio domestico e internacional, capacitación para el trabajo, generación de empleo, operación del sector agrícola, ganadero, pesquero, industrial, turismo y todos los que contribuyan a la implementación de los verdaderos programas de desarrollo económico.
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