29 de marzo de 2012

La dieta política

Por: Ramon de la Peña Manrique


A propósito de los recientes artículos que he publicado, un ex alumno me escribe que está de acuerdo con mis mensajes: no es comprensible que aceptemos que la dieta intelectual de nuestros jóvenes esté cargada de cadáveres, adrenalina y emociones encontradas, y que para tener una mente sana hay que alimentarla con pensamientos positivos e impedir que los negativos se alojen en ella.

Mi ex alumno continúa: ¿qué ocurre con toda esa información chatarra que nos están recetando las comisiones estatales electorales, el IFE, los spots publicitarios de los partidos políticos, los gobiernos municipales, estatales y federal?

Sería una excelente dieta mental si suspendieran, o no tomáramos en cuenta, ese flujo de spots publicitarios que nos molestan como la plaga de zancudos mencionada en uno de mis artículos, concluye mi ex alumno.

Efectivamente, me dije, necesitamos una dieta política reequilibrante, pues la plaga de zancudos informativos nos puede conducir a perder la capacidad reflexiva para evaluar a los candidatos y sus programas.

Para iniciar la dieta política podemos seguir la dieta mental propuesta por Emmet Fox en su libro "The Seven Day Mental Diet" evitando o matando los zancudos informativos inútiles, innecesarios y molestos.

Pero, por otro lado, después de la dieta mental de siete días debemos aprender a analizar, discernir, eliminar y aprobar o reprobar los mensajes que continuamente vamos a recibir de candidatos y partidos durante los próximos meses.

Podemos usar para esta evaluación la prueba cuádruple de los Rotarios: de lo que se piensa, se dice o se hace, ¿es la verdad?, ¿es equitativo para todos los interesados?, ¿creará buena voluntad y mejores amistades?, ¿será beneficioso para todos los interesados?

También podemos seguir el proceso que destaca el gurú y místico indio Osho en su libro "Cambio. Cómo Convertir una Crisis en una Oportunidad" para evaluar a los y las candidatas a algún puesto de elección popular.

Primero preguntarnos si lo que proponen es una reforma, una revolución o una rebelión. No se asuste, estimado lector, Osho no está proponiendo una nueva revolución como la de 1910.

Osho usa como ejemplo de las tres propuestas el arreglo de una casa: la reforma no demanda demasiado, engalana tu puerta de entrada, te dice, pero puedes dejar que el resto de la casa siga estando sucia.

La revolución es algo más profunda, pero sólo un poco: cambia tu sala para que puedas invitar a la gente a sentarse ahí, pero no vayas más allá, la cocina está sucia y mugrienta y mejor ni hablar del baño.

La rebelión se inicia arreglando primero el cuarto de triques, los baños, las recámaras, la sala, el comedor, la cocina para terminar finalmente con la fachada y la puerta. Sólo entonces tendremos un excelente País.

Para mí, en la casa educativa tenemos un cuarto de triques con más de 35 millones de mexicanos, mayores de 15 años, que, sin estar en la escuela, no tienen la educación básica terminada y que ganan entre uno y dos salarios mínimos.

La reforma en este caso implica generar nuevos compromisos como la obligatoriedad del bachillerato; la revolución implica apoyar a las universidades y a los centros de investigación, pero la rebelión debería de iniciarse atendiendo primero el cuarto de triques y los problemas profundos de nuestro sistema educativo para después arreglar lo demás.

Podemos finalmente seguir la recomendación de un grupo de amigos que apoyan el Hospital Metropolitano, quienes nos proponen evaluar mediante los siguientes factores a los candidatos: ¿tienen experiencia?, ¿tienen carácter firme?, ¿han demostrado que saben solucionar problemas?, ¿son honestos?, ¿han sido congruentes entre lo que dicen y lo que hacen?

Recuerde, estimado lector, que no tiene la culpa el candidato, sino el que lo hace compadre. Y no sólo el que lo hace compadre, me dice mi correctora de estilo, sino todos los que votamos por él por las razones equivocadas (por guapo, elocuente o joven) y más culpables aún son aquellos que no votan.

25 de marzo de 2012

El tercer acto de la vida.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Cuando escuché la disertación de Jane Fonda, no pude evitar el sentirme aludida porque hablaba de aquellas personas que cuando llegan a los sesenta años, pierden de momento su seguridad y se entristecen. Ella dice que en el siglo que terminó, la humanidad ha vivido muchas revoluciones de las cuales, la más importante es la revolución de la longevidad, no en balde ahora se vive un promedio de 34 años más que nuestros antepasados.

Menciona, que en la actualidad se sigue midiendo la edad como una curva tipo arco, dónde la edad comienza cuando se nace, tiene su pico más alto en la mediana edad, para después descender  y llegar a la decrepitud, considerándose la edad como una enfermedad.

Para evaluar el envejecimiento, existe una metáfora más apropiada denominada “la escalera”. Esta es una escalera en la que se sube peldaño a peldaño, por año vivido, pero junto con el cuerpo asciende el espíritu humano que nos brinda sabiduría, integridad y autenticidad.

La edad no es una enfermedad es un potencial propio, cada uno lo posee sin distinción, aquí no hay afortunados. Razón por la que muchas personas mayores de cincuenta años, se sienten mejor que antes, están menos estresadas ​​y son menos hostiles, menos ansiosos. 

Esta es una etapa en la que vemos las cosas que tenemos en común y no las diferencias, incluso se asegura que somos más felices. Porque cuando ya está uno dentro de la vejez, en lugar de mirar lo que se derrumba y de sentir miedo de ir hacia afuera, nos damos cuenta de que ahora vivimos como verdaderamente somos. 

Dicen los expertos que una tercera parte de la vejez es de origen genético, es herencia de nuestros padres y al respecto no podemos modificar nada, pero quedan dos terceras partes en este tercer acto de la vida, que nos permite hacer de estos años todo un éxito y marcar la diferencia.

Todo en este mundo va hacia el deterioro, a la decadencia, solo hay algo que reafirma la excepción de la regla y ese es el espíritu humano; éste puede continuar evolucionando hacia arriba, hasta llegar bien fortalecido al último peldaño de la escalera, dándonos sabiduría, integridad y autenticidad.

Somos seres privilegiados porque nacemos con este espíritu, pero a veces lo oprimimos ante los retos  de la vida, de la violencia, del abuso y de la negligencia, incapacitándonos para amar más allá, de la forma en que lo hace el mundo. 

Para saber a dónde voy después de cumplir los sesenta, necesito saber de dónde vengo, repasar los dos primeros actos, “hacer una revisión de vida”. Dejar de pensar en culpas, perdonar y perdonarse a sí mismo. Liberarse del pasado es la función del tercer acto. La felicidad no está en tener experiencias que nos hacen sabios, sino en reflexionar sobre las experiencias que hemos tenido lo que nos hace sabios. En nuestro tercer acto podemos encontrar mayor gozo que en los anteriores…, si marcamos nosotros la diferencia.

18 de marzo de 2012

Vivir a plenitud, es lo de hoy.


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Todos en general, no dejamos de orar pidiendo para que la paz regrese a nuestro país, a nuestro estado y a nuestra ciudad. Pedimos porque nuestras colonias vuelvan a ser seguras, porque todo vuelva a la normalidad. Nos hemos dado cuenta que la enfermedad y la carestía puede superarse, pero que el miedo, la angustia, el no saber que va a pasar, el imaginar que a salto de mata aparezcan esos personajes sin escrúpulos destruyendo familias, matrimonios, ilusiones; eso sí que daña el alma y el cuerpo.

Ojalá y estuviera en nuestras manos como sociedad, acabar con este paralizante lastre del milenio, quizás si retomamos los valores familiares, inculcamos de nuevo el respeto y el temor de Dios, exigimos resultados a las autoridades, lográramos disminuirlo; pero mientras eso sucede, no estaría de más aprender a vivir a plenitud, tal como lo hacían nuestros abuelos.

 ¿Qué significa plenitud?  Totalidad, abundancia, desarrollo. Plenitud es reconocer que de todos los momentos vividos durante el día, hay algunos que nos da mayor satisfacción realizarlos, pero  por las prisas no los percibimos, ni siquiera los valoramos. Es necesario hacer conciencia en ellos, pues solo así podremos hacer un balance de la cantidad enorme de cosas positivas que nos ofrece la vida. Por ejemplo: la hora de la comida o del descanso, la plática agradable con la pareja, el compartir con los hijos cuando estudian, el jugar juntos, el acudir a una fiesta. Todos son momentos maravillosos que no tomamos en cuenta, no los vemos como regalo divino.

Plenitud es estar consciente de ese bello momento, de los resultados positivos que acarrea y la forma en que estos contribuyen a nuestra realización personal, física, intelectual, económica, social y espiritual. No es necesario salirnos de lo cotidiano para sentir a plenitud, basta mentalizarla fugazmente, -existen y existo- para reconocer la importancia de lo que estamos haciendo o el momento que estamos viviendo.

Si algo emociona o satisface, disfrútelo en la medida que lo sienta, no lo evite, iría contra natura; ría, baile, cante, llore, ame, pero nunca tome decisiones importantes mientras dure la emoción.

Es indispensable vivir con intensidad las cosas buenas por pequeñas que sean, a veces nos olvidamos del enorme valor que posee lo acostumbrado, lo que se vive día a día, sin saber que son precisamente éstas sencillas cosas, las que nos tonifican para cuando la adversidad se presente.  
El momento de plenitud es aquel que disfrutamos mucho, tanto que no quisiéramos que terminara; un sabroso pastel, un abrazo amoroso, unas palabras dulces, la lluvia, el sol, la gente, las flores… ¡Qué maravilla! Aminoremos el paso y no nos mortifiquemos por lo no alcanzado. Agradezcamos a Dios  por el instante y lo recibido, gocemos del aquí y el ahora  cristiano, lo demás llegará a su tiempo, pero para entonces nuestra fe estará fortalecida.

15 de marzo de 2012

Chapulineo

Por: Rosaura Barahona


Mi querido Mentor Tijerina nos explicó en estas páginas el martes pasado por qué el chapulineo no es malo como los legos creemos. Mentor sabe mucho de teoría política (y de muchas otras cosas más), y sus argumentos, al menos para mí, resultaron impecables y fundamentados.

Debo aclarar que quien esto escribe no sabe nada (y nunca ha pretendido saberlo) de teoría política y, por lo mismo, esto no es ni busca ser una discusión al respecto. Carezco de argumentos para entrar en una con decoro, pero sí, como ciudadana, me siento obligada a plantear algunas de las inquietudes provocadas por su texto, del cual aprendí cosas muy interesantes.

No era ése el tema, pero en ningún lugar del artículo su autor vincula la molestia de los ciudadanos ante el chapulineo con las falsas promesas hechas al pueblo por algunos políticos. ¿Por qué el pueblo los critica con tanta enjundia cuando, ante un panorama más prometedor en lo político y en lo económico, dejan colgado el puesto para el cual fueron electos?

No es, se lo aseguro, porque se desee imponer "un mandato imperativo" ni porque se busque dañar "la democratización y la movilidad en el reclutamiento de la clase política".

Los ciudadanos preocupados (votantes, la mayoría) no haríamos nada por impedir o boicotear algo que favorezca la democratización en este País. De modo que si al criticar el chapulineo estamos dañando nuestra débil democracia, debe quedar claro que no es ésa la intención.

Ignoro si la teoría política reflexione sobre los aspectos emocionales y anímicos de los ciudadanos. Me gustaría creer que sí, pero no lo sé. Sin embargo, si no lo hace, debería hacerlo porque ahí está la piedra que, en este tercermundista caso, nos molesta en el zapato.

Todos conocemos los videos en donde Ivonne Álvarez promete y se compromete, llena de entusiasmo, a terminar su mandato como Alcaldesa de Guadalupe. Basta buscarlos en YouTube para encontrarlos. Permítame reproducir parcialmente uno de ellos, el de la charla de Ivonne con los lectores de EL NORTE:
 
Moderador: "Recibimos esta pregunta que nos ha llegado varias veces y dice: espero que no vaya a hacer lo mismo que Cristina Díaz, que ni si quiera completó su gestión al frente del Municipio. ¿Usted se compromete?".

Ivonne: "¡Por supuesto!".

Moderador: "¿Los tres años?".

Ivonne: "Los tres años completitos y esto sí me gustaría que quedara escrito, grabado y como un compromiso palpable de Ivonne. Voy a terminar los tres años si ustedes me dan la oportunidad de poder servirles. El compromiso que quiero adquirir con Guadalupe es muy profundo, y además de mucha responsabilidad y de mucha seriedad, y es una demanda que la gente nos ha solicitado. Su confianza la vamos a hacer trabajando todos los días, pero, además, los tres años completitos".

Los políticos son famosos por sus promesas falsas. ¿Debemos partir, siempre, de que todas lo son? De ser así, ¿entonces para qué hacer campañas si estos compromisos "de mucha profundidad, responsabilidad y seriedad" valen sorbete en cuanto se asoma una mejor oportunidad en el panorama de quien mintió con toda intención y cinismo?

No es tanto que deseemos imponer un mandato imperativo ni dañar la democratización y la movilidad en el reclutamiento de la clase política, es que estamos hartos de sabernos burlados intencionalmente.

Ivonne se enojó cuando la regresaron a su puesto porque lo consideró una injusticia. Alguien debe recordarle que injusticia también es romper sus promesas, no disculparse con los guadalupenses e indignarse, como si ella fuera la dañada.

Hay otro video de Ivonne en donde agradece a Guadalupe el haber sido seleccionada como candidata al Senado por el PRI. En un momento dice que ganarán la confianza todos los días en el Estado de Nuevo León. ¿Estos "todos los días" serán, como los de Guadalupe, truncos, o estos "todos los días" serán todos de verdad?

Se puede defender el chapulineo con argumentos, de veras, contundentes. Lo que no se puede defender es que los chapulines mientan a sabiendas de que lo hacen.

Ojalá aprendan la lección y en vez de decir: "Juro estar los tres años completitos", que digan: "Haré lo posible por...". Si los elegimos así, no nos sentiríamos burlados de nuevo.

La Dieta Mental


Por: Ramón de la Peña Manrique

A raíz de mi artículo anterior sobre la obesidad mental, donde se describía que tenemos una alimentación intelectual sumamente cargada de cadáveres, adrenalina, romances ardientes, violencia y emociones encontradas, recibí un buen número de mensajes de mi correctora de estilo.

¿Qué propones para prevenir y eliminar la obesidad mental?, ¿cuáles son los alimentos mentales sanos?, me pregunta ella, y propone varios caminos para tener una buena dieta mental y dejar la comida rápida mental.

Una propuesta es que los canales de televisión y empresarios realicen y patrocinen buenos programas de televisión como los del Discovery Channel, los cuales son muy interesantes y atrapan nuestra atención.

También propuso pedir, patrocinar y promover tener buenos comerciales, en la televisión, radio y en panorámicos.

Pero, sobre todo, los padres debemos de tomar el control y ser un ejemplo para nuestros hijos, no puedes pedirle a tus hijos que no vean ciertos programas cuando los que tú ves son de lo más banal.

Cómo pedirle a un hijo que no sea violento si le permites ver programas que promueven con toda naturalidad la humillación y hasta la violencia física y verbal.

Finalmente, me recomendó leer y proponer seguir la dieta mental de siete días, impulsada por Emmet Fox en su libro "The Seven Days Mental Diet" que, como podrán intuir, su objetivo es rejuvenecer nuestro cuerpo mental.

Esto se logra, asegura Emmet, con una estrategia similar a la que se sigue en las dietas físicas: evitar los alimentos chatarra que producen cuerpos chatarra y llenarnos de alimentos sanos y frescos para tener un cuerpo físico sano y fuerte.

¿Y cuál es el alimento de la mente?

Son en esencia los pensamientos positivos o negativos que llegan a nuestro cerebro a través de lo que leemos en los medios impresos o digitales; lo que observamos en los programas de televisión, en los panorámicos y lo que escuchamos en los programas de radio.

Pero ¿cuál es la receta que nos recomienda Emmet? Él nos recomienda no darle asilo en nuestra mente a pensamientos que no sean positivos, optimistas, amables y constructivos durante siete días.

Nos dice que una semana será suficiente para que el hábito de pensar positivamente comience a ser un proceso formal en nuestro cerebro. Este hábito nos será más atractivo y más fácil de usar que el que causa la obesidad mental.

¿Qué es lo que nos pide esta dieta?

Antes que todo que la queramos hacer, que tengamos la clara intención de no albergar pensamientos e ideas negativas. Esto no quiere decir que en los siete días de la dieta no recibiremos noticias o ideas negativas, pues seguramente nos tocará escuchar y leer acerca de crímenes, desastres, secuestros, mantas agresivas en los puentes peatonales. Lo importante es que no les demos albergue en nuestra mente.

¿Qué debemos hacer entonces? Rechazar de inmediato los pensamientos negativos y pensar en otra cosa.

Los pensamientos negativos son como una plaga de zancudos: si uno no se protege o los elimina terminará todo picoteado. Es hacer lo que aquella persona a quien, al estar sentada junto a una fogata, le cae una chispa en la manga de su chaqueta: si apaga de inmediato la chispa no le pasará nada, pero si no la apaga el daño será más grande, y si a cada rato le caen chispas y no hace nada pronto se quedará sin chaqueta.

¿Pero qué podemos hacer cuando una persona nos agrede verbalmente?, me pregunta mi correctora de estilo, ¿cómo evitar tener pensamientos negativos?

Le contesté que hay que seguir el ejemplo de aquella persona que recibió un agravio importante de un enemigo político, quien sin perder compostura le pregunta:
Si a usted le dan un regalo que no quiere, ¿qué hace con el regalo?

Pues lo devuelvo, le responden.

Pues el regalo que usted me dio no me gusta y se lo regreso, concluye el primero.

Como ven, es una elegante manera de llevar a cabo nuestra dieta mental.

13 de marzo de 2012

Suizos no somos!

Por: Rosaura Barahona


EL NORTE trajo el lunes una nota de carácter económico que en México bien podría ser de ciencia ficción: "Rechazan en Suiza más vacaciones".

Los suizos disfrutan de cuatro semanas de vacaciones pagadas al año; el sindicato Travail.Suisse propuso aumentarlas a seis; los trabajadores suizos convocaron a un plebiscito para aceptar o rechazar la propuesta. Acudieron 2 millones 302 mil votantes, de los cuales, un millón 530 mil la rechazó y 772 mil la apoyaron.

La sola idea de una propuesta sindical semejante es imposible en México, pero para efectos de este ejercicio, supongamos que nos la hacen. ¿Convocaríamos a todos los votantes (trabajadores) para ver si la aceptaban o no? Al votar, ¿usted cree que la propuesta sería ya no contundentemente rechazada, sino sólo rechazada? ¡Buen chiste!

Es injusto comparar a Suiza con México. Suiza es un país ubicado en el centro de Europa, con un territorio de 41 mil 290 kilómetros cuadrados (sólo 2 mil 888 kilómetros más que Yucatán). Limita al oeste con Francia, al sur con Francia e Italia, al este con Lichtenstein y Austria, y al norte con Alemania, por lo que tiene cuatro idiomas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche.

Su población no llega a los 8 millones de habitantes repartidos en 26 cantones (estados). Es uno de los 10 países más desarrollados y ricos del mundo. Siempre ha sido conocido por su pacifismo y su neutralidad diplomática, a pesar de ser uno de los países con mayor diversidad cultural en todo el mundo.

Respecto a esa paz tan defendida por los suizos para su País, Orson Welles, el cineasta que dijo que "es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta", comentó: "En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia hubo guerras, terror, sangre y muerte, pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza hubo amor y fraternidad, 500 años de democracia y paz y ¿qué tenemos? El reloj de cuco".

Pero volvamos a Suiza y México. Le digo que no es justo compararlos porque nuestro País mide casi 2 millones de kilómetros cuadrados y tiene una población estimada de 115 millones de habitantes, más o menos masoquistas, que lo aman y apuestan a su potencial.

Al norte tenemos al Big Brother, Estados Unidos; al sur, a Belice y Guatemala; al oriente, el Golfo de México, y al poniente, el Pacífico. Es el decimocuarto país más extenso del mundo. La lengua predominante es el español, pero tenemos casi 70 lenguas indígenas cuyo valor despreciamos; sólo a unos cuantos estudiosos o investigadores les interesan.

La economía de México ocupa un buen sitio en el panorama mundial, pero eso no se refleja en la vida diaria. La injusta distribución de la riqueza y la inequidad existente en todos los campos -educación, salud, casa y trabajo- nos tienen en un estado de crisis continua desde hace años.

Si bien es cierto que debemos gran parte de esa crisis a la ineptitud, corrupción e impunidad de nuestros gobernantes y a la insaciable partidocracia, también nosotros, los ciudadanos, somos culpables de muchas cosas.

Por eso la sorpresa al leer la noticia de Suiza. La medida fue propuesta por el sindicato para alcanzar el estándar de otros países europeos, pero los suizos pusieron atención a las advertencias del Gobierno y de las empresas privadas: más vacaciones pagadas pondrían en riesgo la economía nacional. Como los trabajadores conocen bien las respectivas crisis de varios países de la Unión Europea, decidieron seguir como están.

Los suizos luchan por defender su economía, sus empleos y su nivel de vida y rechazaron una tentación atractiva, pero llena de riesgos. Los mexicanos ya estaríamos haciendo planes para ver a dónde nos iríamos, qué podríamos empeñar para pagar esas vacaciones extras y cómo le haríamos para unirlas con otras o con alguna incapacidad.

¿Países muy distintos? Por supuesto. Es más difícil educar a 115 millones de habitantes y administrar un país enorme y diverso que educar a menos de 8 millones de habitantes y administrar un país que cabe, más o menos, 48 veces en México. Pero no son tanto los países como la responsabilidad, la conciencia y la educación de sus habitantes. Allá pensaron en ellos y en Suiza; aquí habríamos pensado sólo en nosotros.

10 de marzo de 2012

La mujer y los retos del milenio


Por: Antonieta B. de De Hoyos

Gracias a diferentes lecturas, he podido constatar el gran esfuerzo realizado por miles de mujeres mexicanas, para obtener sus derechos fundamentales y, la manera  como muchas de ellas ha sacrificado y siguen sacrificando su vida personal, en pos de sus ideales. Desafortunadamente el trabajo de la casa y su poca experiencia laboral, le obligan a tomar empleos de poca calidad y mal remunerados.

La verdad es que relativamente son pocas, las que han logrado la igualdad en el trabajo y en la responsabilidad en el hogar, como para poder participar en espacios públicos y puestos de decisión y mando. Condición que les permite un desarrollo pleno de sus capacidades y además disfrutar de mejores puestos con magníficos salarios. 

Aun hoy, para los varones es más productivo fijar en la mente y en el corazón de la mujer, que el matrimonio no es el fin único de su existencia; antes que abolir la actitud terrible y destructora del machismo, conducta de la que muchos se vanaglorian cuando se empecinan en no reconocer el talento y la dignidad femenina.  

En pleno siglo XXI, para que ella pueda lograr sus sueños y desempeñarse en su vocación, es indispensable que se esfuerce por alcanzar su independencia económica, pues solo con la fuerza del dinero está demostrado que podrá continuar exigiendo la equidad en los accesos a la educación, profesionalización y vida laboral.

Este mundo fue creado por hombres y para hombres, pero ya han cometido muchos errores y el principal, no tener la suficiente humildad para reconocer el valor femenino. Cuando se enfrentan dos personas de diferente género, intentando uno dominar al otro, siempre habrá tensiones. Pero si uno de los dos (en este caso los señores) goza de  privilegios y triunfa sobre el otro, por lo regular no es justo y cae en la dominación.   

Gracias a Dios soy mujer y me siento orgullosa por el propio hecho de serlo. Toda mi vida he confiado en la intuición femenina y jamás me ha fallado. Creo firmemente que todas podemos enriquecer el futuro de este mundo e incentivar la plenitud de las relaciones humanas. Hoy las mujeres buscamos la prosperidad para todos, para el esposo y para los hijos, queremos el equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero. 


Urge que se le deje de ver como símbolo sexual, que se den cuenta todos y muchas, que la belleza de una mujer no está en la ropa que se ponga o que se quite, ni en la figura natural o artificial que tenga. La belleza de una mujer está en sus ojos, ellos irradian el amor que hay en su corazón. La verdadera belleza de una mujer está en su inteligencia, en su capacidad de servir, en la pasión que muestra en lo que hace. Los años no la dañan por el contrario, acrecientan su sabiduría y su decoro  femenino.

6 de marzo de 2012

'FADJEN'


En primer lugar decirles que siento un gran respeto y admiracion por todos aquellos organismos que trabajan en favor de los derechos de los animales y por todos esos verdaderos activistas que se plantan con sus pancartas afuera de las plazas de toros, para pedir que sean abolidas las corridas.

Los invito a que vean este video (http://www.youtube.com/watch?v=Bx0zye0pwMM) que verdaderamente conmueve de este maravilloso joven frances que desde muy pequeño se hizo la promesa de rescatar a un toro de ser lidiado en una plaza de toros.

"Fadjen" llega al hogar de este joven a los pocos meses de nacido, conviviendo con el en una forma tan estrecha, llegandole a tomar gran cariño.


Christophe Thomas afirma con toda certeza y apoyandose en todo ese tiempo que estudio la conducta del animal, que en ningun momento demostro esa fiereza, que nos han hecho creer las gentes que se dedican a lucrar con esto y que no hay nada de heroismo en la faena del torero, simplemente conoce al animal y juega con su comportamiento.

Ojala que todos esos aficionados a la llamada "fiesta brava" analicen esto y como bien dice este joven, finalmente las victimas son obviamente el toro por la tremenda tortura a la que es sometido y el publico que practicamente es estafado, ojala este se desaliente y ya no asista a este tipo de espectaculos.

Tal vez esto nos haga reflexionar y nos volvamos mas cuidadosos y menos crueles en nuestro trato a otras criaturas que no merecen semejante castigo........Apoyanos difundiendo, no mas corridas de toros!!!

5 de marzo de 2012

Ley del Cambio Climático en México


EL CAMBIO CLIMÁTICO REQUIERE ACCIONES NO 

DECLARACIONES.
A unos cuantos meses de que concluyan las funciones del actual Congreso de la Unión, tanto senadores como diputados están decididos a cumplir por lo menos con una demanda ciudadana:  generar una legislación que obligue a la reducción de los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.

Esta Ley esta muy lejos de tener color pero si ha generado  mucho calor.

Para los grupos ambientalistas de nuestro país es una  buena noticia aunque no el fin de la campaña para logar  generación de energías limpias.

Sin embargo  este tibio proyecto de ley ya ha causado escorzor entre los Industriales que piensan que orillar a la industria a que utilice energías limpias puede agudizar  aun mas la crisis económica que vivimos los mexicanos porque ellos no pueden dejar de  acumular ganancias y para invertir en esas nuevas tecnologías amenazan con mejor desocupar a los obreros.

Es claro que  las acciones para enfrentar el cambio climático no corresponden a un solo sector de la sociedad. Es urgente pensar en acciones  incluyentes como lo sería  la reestructuración y eficientización del transporte publico en todos los municipios; motivar el uso de vehículos  híbridos; recuperar el gas metano  e invertir en la generación de electricidad para uso doméstico y alumbrado público por medio de centrales eólicas,  geotérmicas y solares. Diseñar políticas para que la distribución de la población sea tal que no se requiera la pérdida de tiempo ni generación de contaminantes por el transporte de los hogares a los centros de trabajo o escolares o descentralizar el Gobierno Federal para que muchas dependencias se trasladen a otras regiones del país fuera del D. F.

Urge también  que la sociedad a través de la educación permanente asuma la responsabilidad que tiene como generadora de contaminación y aprenda a reducir el volumen de basura doméstica que genera día con día.

Enfrentar el Cambio Climático no es  culpar únicamente a los industriales por la contaminación que generaron desde el establecimiento de la Revolución Industrial y la acumulación del capital en unas cuantas manos, sino pensar que el desarrollo sustentable y sostenible solo se puede lograr con la participación de la población total. A fin de cuentas un ser humano sano y con dinero es un trabajador que produce y un consumidor responsable de bienes y servicios.

No es justificable que  CANACINTRA se ampare con ejemplos como el de China que es  uno de los países que mas contamina, que tiene uno de los índices mas altos de cáncer originado por la contaminación ambiental  y por el uso indiscriminado de químicos,  que esta perdiendo zonas completas por sus desechos industriales y que esta a un paso de perder también su escasa cubierta vegetal, para manifestar  su desacuerdo en formar parte del equipo de mexicanos que podemos hacer nuestra tarea para revertir la huella ecológica que hemos generado en nuestro afán consumista y de sentirnos los dueños de la vida en el planeta.
La Ley  General de Cambio Climático es apenas una gota de agua en la desertificación de la voluntad política y la aridez que mostró la actual legislatura en materia ambiental como para rechazarla solo porque no confiamos en los políticos de ningún color.
Profra. Josefina Sánchez Ponce.

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La familia sí, pero defendamos primero el matrimonio.


Por: Antonieta B. de de Hoyos

Buscando información encontré la homilía que el Obispo de San Sebastián, Don José Ignacio Munilla dirigió a los fieles, en la catedral de una ciudad vasca. El prelado  aludió la alarmante cifra de divorcios que en la actualidad se realizan en España, donde de cada cien uniones, setenta y cinco se disuelven. Razón por la que pidió no minimizar la tragedia que encierra esta negativa  actitud, ya que no son simples estadísticas, pues detrás de estos datos fríos se esconden dramas personales, vidas llenas de fracaso y dolor, niños desconcertados y futuros inciertos.

Dijo también, que vivimos en una generación que ha conquistado grandes progresos  técnicos-sociales, pero que al mismo tiempo sufre de una gran crisis espiritual; aseguró que la sociedad actual padece una orfandad moral y espiritual bastante notoria. El materialismo sofocante y la frivolidad generalizada, hacen que estemos más necesitados que nunca de padre y de madre. De hecho, las heridas afectivas son más frecuentes entre nosotros de lo que imaginamos, podríamos afirmar que en nuestros días, ese ser humano que presume falsamente de autosuficiencia, ahora le apremia más ser protegido con entrañas de misericordia.

Monseñor,  invitó a los presentes a un esfuerzo paciente en pro de la reagrupación de las familias rotas. La salud del matrimonio y la salud de la familia, están especialmente necesitadas de misericordia, urge la sanación de las heridas originadas por tantas rupturas. No hay mejor acto de piedad  que luchar por la unidad de la familia y ayudar  al reencuentro de las parejas separadas. No podemos permanecer con los brazos cruzados mientras nuestros familiares, conocidos y vecinos, fracasan en sus proyectos matrimoniales. Es imprescindible que en la medida en que lo veamos oportuno, nos ofrezcamos como canales de comunicación hacia quienes pueden ayudarles: terapeutas, sacerdotes, guías espirituales y adultos mayores con experiencia.

Pidió a los políticos que favorezcan la estabilidad de la familia, es muy triste que se haya llegado a identificar el concepto de conciliación familiar, con los esfuerzos a favor de una ruptura legalizada, en lugar de atender la conciliación familiar como una terapia para superar las dificultades que ponen en peligro la unidad de la familia.

En México, nuestros políticos promueven leyes que aniquilan por completo el valor moral y afectivo de la familia; entre ellos el contrato de convivencia, la unión legal (?) de parejas del mismo sexo y su posibilidad de convertirse en padres adoptivos. Al mismo tiempo la Secretaría de Gobernación, permite las trasmisiones a nivel nacional de telenovelas, entrevistas y espacios de divertimento obsceno, que incita a la infidelidad, promiscuidad, sexo precoz, aborto, abandono, violencia, homicidios pasionales, pederastia y todo bajo el régimen de la impunidad.


Necesitamos organizar eventos donde los matrimonios demuestren, que a pesar de la adversidad se puede ser feliz hasta el final de la vida, siendo bendecidos por Dios y por la propia familia.

1 de marzo de 2012

Obesidad Mental

Por: Ramón de la Peña Manrique


Hace poco fui invitado a una reunión organizada por el capítulo Nuevo León de la asociación A Favor de lo Mejor, cuya misión es lograr que los medios de comunicación, en su propósito de entretener e informar al público, contribuyan también a su educación, cultura y desarrollo humano. Quieren lograr que los medios promuevan lo constructivo, lo digno, lo mejor del ser humano.
En la reunión platicó sobre el tema César Mauricio Velásquez Ossa, Embajador de Colombia ante el Vaticano, Secretario de Prensa de la Presidencia durante el mandato de Álvaro Uribe, y experto en comunicación y en relaciones internacionales.


Cuatro conceptos me llamaron la atención de su plática: el mejor programa para tener un Estado fallido es promover una cultura de impunidad y corrupción, la cual conduce a situaciones extremas como el clima de inseguridad que estamos padeciendo; debemos rescatar el valor de la vida humana, no debe haber muertos de primera, segunda o tercera, dependiendo de quién es, a quién representa o cuánto vale; debemos tener paciencia mientras se resuelve el problema, pero debe ser una paciencia activa y crítica; y debemos evitar los morbodramas que cotidianamente usan muchos medios de comunicación.

Este último comentario me recordó un mensaje que recibí por internet, basado en el libro de Andrew Oitke, "Mental Obesity" (Obesidad Mental), que plantea el concepto de la obesidad mental como un importante problema de la sociedad actual.

El mensaje destaca como punto de partida que apenas ahora estamos tomando conciencia de la obesidad física, como un problema de salud importante entre nuestros ciudadanos, originada por una alimentación sin reglas ni moderación, e impulsada por la llamada comida rápida.

Pero nos advierte que debemos concientizarnos, como lo trata de hacer la asociación A Favor de lo Mejor, ya que los abusos en el campo de la información están creando problemas tanto o más importantes que los de la obesidad física.

El mensaje insiste que nos hemos enviciado gracias a estereotipos inapropiados, a juicios apresurados, a pensamientos pequeños y tacaños y a condenas precipitadas de personas, programas y reputaciones.

El autor se pregunta quiénes son los cocineros de esta comida rápida mental. Entre ellos hay argumentistas y realizadores de televisión, radio y cine; actores de los diferentes medios de comunicación (comentaristas, periodistas), y autores de tantos mensajes y comentarios que pululan por internet y sus esquemas de efecto multiplicador, añadiría yo.

Para muestra usted puede sintonizar cualquier programa vespertino o nocturno de la televisión local diariamente o alguna emisión de radio en ciertas horas, que promueven con toda naturalidad la ofensa pesada, la humillación y hasta la violencia.

Después pasa a describirnos la comida rápida mental al decirnos: "Los noticieros y telenovelas son las hamburguesas del espíritu, y las revistas y novelas son las donas de la imaginación", entre otras cosas.

Concluye con dos aspectos importantes: "Con una alimentación intelectual tan cargada de cadáveres de reputaciones, adrenalina, romances ardientes, violencia y emociones encontradas, es normal que nuestros jóvenes difícilmente consigan una vida saludable y equilibrada; y el problema central está en la familia y en la escuela".

Y en los medios que promueven ese tipo de comida rápida mental y en los empresarios que apoyan con su patrocinio esos programas, añadiría yo.

Cualquier padre responsable, destaca el mensaje, sabe que sus hijos se enfermarían si sólo comieran dulces y chocolates.

No se entiende entonces, y sobre esto debemos reflexionar todos los papás, los educadores, los comunicadores, los medios de comunicación y los empresarios y funcionarios públicos, cómo es que tantos aceptemos que la dieta mental de nuestros jóvenes esté compuesta por ese tipo de comida rápida intelectual.

Como ve, estimado lector, necesitamos promover una buena dieta mental para nuestros jóvenes.

¿Nomás para ellos?, me preguntó mi correctora de estilo.

Claro que no: para todos, le respondí.